La devaluación encarece el precio de los repuestos y la gente posterga el arreglo de los autos. En la calle hay coches más viejos. Las reparaciones son cada vez más precarias y el cliente lleva su propio repuesto.

El de los talleres mecánicos es otro rubro que viene a los tumbos por los golpes que propina la crisis. La pérdida de poder adquisitivo que posterga los arreglos preventivos, y la devaluación del peso que encarece los repuestos, componen un cóctel letal que está provocando una merma en los coches que entran a los galpones, en una proporción que desde la cámara del sector calculan en un 40 por ciento.

«La gente está retrasando los arreglos y controles para reducir gastos», analiza Maximiliano Escobar, gerente administrativo de la Asociación de Talleres de Reparaciones de Automotores y Afines de Rosario (Atrar), que representa a 450 afiliados del GranRosario, aunque estiman que con los clandestinos los talleres llegan a 3.000 en la región. En ese sentido, afirma, se realizan «reparaciones precarias por falta de conocimiento», y también es común el uso de repuestos «baratos o inadecuados», en lugar de los originales que suelen costar un 30 por ciento más.

«Antes te decían que le pongas lo mejor. Ahora buscan el mejor precio, aunque dure menos. Incluso consiguen el repuesto ellos mismos y te lo traen para que se lo coloques», graficó a La Capital el dueño de otro local. En el caso de los repuestos importados(por ejemplo Peugeot o Citroën), que se cotizan a precio dólar, pueden llegar a resultar el triple de caros.

Golpe al trabajo

Para Escobar, el mayor problema hoy es la falta de continuidad del trabajo, que cayó un 40 por ciento en los últimos dos años. «El parque automotor se está avejentando, la gente opta por coches viejos que repara barato y de forma sencilla. El que cambiaba el auto todos los años, lo cambia cada dos o tres. Antes era normal tener el taller lleno 6 días seguidos, y ahora con suerte se tiene trabajo durante 3», ilustra.

La caída en la cantidad de clientes, y el encarecimiento de las autopartes, provocan también un recorte en el precio de la mano de obra. «Hace 40 años, la relación mano de obra-repuesto era de 2 a 1. 20 años después, pasó a ser igual. Y hoy lo que cobra el mecánico es el 25 por ciento de lo que valen los materiales.

«Los repuestos dejaron de ser un referente común a la hora de poder cotizar el costo del trabajo, el precio se disparó por el valor del dólar y ya no son una referencia estable para tarifar», señaló. Aunque paralelamente, la introducción de tecnología costosa generó un aumento de la creatividad: los mecánicos arreglan autopartes complejas, por ejemplo soldando el microchip de una computadora, que viene sellada y se cambia completa, para abaratar la reparación.

El achique

Por otra parte, el recorte también produce que los autos se deterioren más que antes. «Bajó mucho el consumo de nafta premium, lo que aumenta el desgaste de los motores y las piezas de los autos. La gente se vuelca al GNC, pero también eso conlleva nuevos desgastes. Los autos en general vienen de fábrica preparados para andarlos a nafta», explicó el gerente de Atrar.

Los conductores también estiran el mantenimiento preventivo, como el cambio de aceite, que de hacerse cada 10 mil kilómetros recorridos que se recomienda, pasa con facilidad a 12 mil. Aquí también «buscan opciones más económicas, reduciendo así, por ejemplo,la eficacia del lubricante», afirmó Escobar.

En tanto, el representante manifestó que los usuarios dejan de darle importancia a la revisión técnica obligatoria: «La hacen sólo los que viajan por los controles en ruta, pero en la ciudad no hay este tipo de controles», apuntó. En consecuencia, transitan por las calles muchos vehículos viejos y dañados, empeorando la seguridad vial.

Cursos gratuitos

La falta de trabajo en los talleres mecánicos ha aumentado la diversificación de los diferentes rubros. La ecuación es sencilla: los mecánicos buscan formarse para poder aceptar todo tipo de trabajo. La Asociación de Talleres de Reparaciones de Automotores y Afines de Rosario (Atrar), ofrece cursos gratuitos avanzados para sus afiliados y aportantes al gremio Smata, de los cuales egresan con distintos títulos de 300 a 400 personas por año. También ofrecen cursos de inclusión social, más básicos y gratuitos para todo público. En www.atrar.org.ar se pueden encontrar los talleres que brindan y detalles para inscribirse. También pueden acercarse a Montevideo 1060, de lunes a viernes de 8 a 18