“Llega muy poco, un día sí y otro no, el pescador saca de a 10 o 15 por día, está complicado”, manifestó a Canal Nueve Litoral, el propietario de una pescadería, quien adjudica la situación a la bajante del río y a la presencia de lanchas.

La situación es complicada a pesar de que “el pescador sale a las 9 de la mañana y vuelve a las 5 de la tarde, trae 10, 15, como mucho 20 kilos y con eso subsiste”, detalló.

Otro comerciante, que abrió su local hace un mes, coincidió: “Está complicado, no hay para freír, sí para asar y para empanadas, pero para freír como patí y surubí, hay poco. El río está bajo, el agua se calienta y la palometa se pone brava por ahí come los pescados en los espineles”.

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