Preocupación sanitaria internacional por la nueva cepa de COVID
La OMS alertó sobre el avance global de una nueva variante del virus detectada en Asia. El brote surgió en China y ya se reporta un aumento de casos en distintas regiones del mundo.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió sobre el avance sostenido de una nueva variante del coronavirus, identificada como NB.1.8.1, que ya representa más del 10% de las secuencias genéticas analizadas a nivel global hacia mediados de mayo. Su presencia crece especialmente en regiones del Sudeste Asiático, el Mediterráneo Oriental y el Pacífico Occidental.
Aunque el organismo aclaró que el riesgo sanitario global continúa siendo bajo y que las vacunas actuales seguirían siendo efectivas, recomendó mantener una vigilancia epidemiológica estrecha y cooperación internacional para seguir la evolución de la cepa.
La NB.1.8.1 ya es dominante en países como China y Hong Kong. Según especialistas como la viróloga australiana Laura Herrero, este comportamiento justifica el monitoreo permanente por parte de las autoridades sanitarias. Por su parte, la doctora Amy Edwards explicó que la variante muestra una mayor afinidad por las células humanas, lo que podría aumentar su transmisibilidad, aunque no hay indicios de que genere cuadros más graves que cepas anteriores.
La OMS enfatizó que las tendencias globales del COVID-19 han cambiado en el último año y que variantes como LP.8.1 han ido en retroceso frente al avance de nuevas cepas emergentes como NB.1.8.1. Por ahora, no se han reportado síntomas significativamente distintos ni una mayor letalidad vinculada a esta nueva mutación.
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