turismo

Las inundaciones que afectaron la región por la crecida simultánea de los dos grandes ríos que rodean la provincia y la gran cantidad de agua caída en el primer trimestre del año produjeron una parálisis en el sector turístico, que sumado a la incertidumbre económica hace que el turista no llega a la ciudad.

Si al factor climático se le suma el incremento en las tarifas que afectan tanto los bolsillos de los excursionistas como el  de los prestadores turísticos, la situación en la ciudad se agrava y el circuito económico que provoca la industria turística es prácticamente nulo.

Puntualmente se conoció que el complejo termal Victoria del Agua, sin dudas una de los atractivos que acarrea gran cantidad de gente y logra que la actividad se expanda a hoteles  y restaurantes, debió adelantar el cierre a los primeros días de mayo  para concretar remodelaciones  aprovechando que no llegaban muchos viajeros: primero por la creencia que la ciudad estaba bajo el agua, después las lluvias de marzo y la incertidumbre económica que desalientan    la actividad.

Carlos Atencio, empresario turístico local dijo en una entrevista con Roberto Caminos, que es inédito lo que se vive hoy en el sector. “La ocurrencia de lluvias caídas, de los 17 años que trabajo en la agricultura y nunca vi lo que pasó esta temporada”, dijo  al reconocer que la ocupación hotelera ronda los fines de semana al 30 por ciento.

Atencio, responsable entre otros productos turísticos del complejo El Molino aseveró que “el cliente no está”, por lo que  hay que ser muy creativos. muy austeros, ahorrar en luz, aunar criterios, en todo lo que se pueda porque no hay forma de revertir lo que sucede en este momento, sintetizó.

“Sólo nos queda esperar a las vacaciones de julio, antes hay un fin de semana largo y confiar que la situación del país cambie, estoy seguro que eso va a ocurrir, soy profundamente optimista y creo que eso va a ocurrir” concluyó.