Procesaron al sindicalista y empresario Herme Juárez
La Justicia federal de Campana dictó ayer el procesamiento del gremialista y empresario del Cordón Industrial, Herme Juárez, y de su hijo Oscar, quienes seguirán detenidos con prisión preventiva.
La noticia se conoció anoche junto con la decisión del juez Adrián González Charvay de declararse incompetente y trasladar la investigación a Rosario, una cuestión que la defensa pretendía solicitar.
No obstante, el magistrado, entre sus argumentos, le endilgó a Juárez la figura de organizador de una asociación ilícita, además de administración fraudulenta, coacción agravada y lavado de activos. Su hijo fue procesado como miembro de esa misma organización, además de coacción agravada y administración fraudulenta.
Por otro lado, Charvay fijó 500 millones de pesos de embargo para el referente portuario y 200 millones para su hijo.
Ambos estarán detenidos por el plazo que dure el proceso, con máximo de tres años, como marca la ley. Se trata de una diferencia sustancial que estipula el Código nacional respecto del provincial sobre el que los jueces sí se pueden fijar espacios de tiempo.
Varias de las demás personas detenidas también fueron procesadas, aunque sin detención, por lo que en las últimas horas, apenas recibieron las notificaciones correspondientes, se disponían a abandonar los edificios de la Policía Federal en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde permanecían apresadas.
Pese a su excarcelación, Pablo y Damián Bunello, Daniel Gustavo Badía y José Luis Gómez, socios de Herme en la Cooperativa de Trabajos Portuarios de Puerto General San Martín; Jorge Ramón Jerez, su abogado; y Hernán Mario López, tesorero, quedaron involucrados como miembros de la asociación ilícita, coacción agravada y administración fraudulenta.
En tanto, las dos hijas de Juárez fueron procesadas como coautoras de lavado de activos.
Además, Iván Daniel Juárez, hermano de Herme, y Ramón Rubén Tevez, síndico de la cooperativa y ex intendente de San Lorenzo, fueron desvinculados de la causa por falta de mérito.
Las investigaciones se iniciaron a través de una denuncia anónima por narcotráfico y las detenciones se lograron en el marco de más de 30 allanamientos en los que se concretó el secuestro de elevadas sumas de dinero, autos, joyas y documentación contable y fiscal.
Ahora Charvay, aunque luego de estos procesamientos, decidió girar el trámite a la Justicia federal local, a raíz de su competencia territorial, ya que los delitos tienen relación con Rosario y San Lorenzo.
Según pudo saber LaCapital, los abogados patrocinantes de Juárez ya tenían en mente solicitar esta modificación por esas mismas razones, que hacían «insostenible» que el magistrado de Campana (provincia de Buenos Aires) continuara interviniendo.
Apelación
Por otra parte, portavoces ligados a las defensas indicaron que apelarán las actuaciones, mientras anoche el líder sindical portuario continuaba en la cárcel de Ezeiza y su hijo era destinado al mismo lugar.
En efecto, luego de ser detenido el jueves pasado en su mansión de calle Hugo Parente al 1000, en San Lorenzo, el derrotero de hombre fuerte del Cordón Industrial fue puntual. Primero pasó por la alcaidía de Drogas Peligrosas de Rosario donde fue sometido a un examen médico y realizó los trámites de rigor.
Más tarde, una comisión policial lo trasladó al despacho del juez federal de Campana, quien lo indagó y luego quedó detenido en el penal de Ezeiza unas horas. No obstante, a la tarde noche sufrió un pico de presión y fue trasladado al hospital zonal, donde recibió asistencia.
Allí pasó la noche el veterano dirigente de 78 años hasta que finalmente regresó a su espacio de detención.
Vino Caliente, tal como era apodado y conocido en los sectores que frecuentaba, controlaba el Sindicato Unidos Portuarios Argentinos (Supa) y la cooperativa en cuestión, que tuvo hasta hace dos años el monopolio empresario de la carga y descarga de los buques que llegan a los puertos del Gran Rosario, donde se exporta casi el 80 por ciento de la producción de granos y aceites generada en el país.
La aprehensión provocó enorme sorpresa en el sector agroexportador. La fortuna de Chiche, para su familia y los más cercanos, tiene sentido si se entiende la evolución de esta zona. Quienes le tienen simpatía interpretan que las denuncias en su contra y su espectacular detención serían motivo de una conspiración para la llegada de nuevos empresarios, que quieren hacer pie en la región y romper su supremacía. Mientras tanto sus detractores daban fe de las acusaciones judiciales.