Lucía, Bruno, Aldo y Raquel tendrán conflictos, saltos de tiempo y nuevos personajes que se interpondrán entre los cuatro.

Argentina, tierra de amor y venganza llegó a picos de rating con el casamiento de Lucía (Delfina Chaves) y Torcuato Ferreira (Benjamín Vicuña) y noche a noche la novela de El Trece gana la franja, dejándole un buen piso a Showmatch, incluso con el cambio de horario. En este sentido, nuevos personajes se sumarán a la ficción para ponerle condimento a las parejas de protagonistas e incluso habrá un salto en el tiempo.

Hacia mitad de la tira, en aproximadamente un mes, existirá este “salto de tiempo de dos años” tras el cual se sumará Luciano Cáceres, quien “va a interpretar a un comisario que investiga a los cafishos y en especial a Trauman (Fernán Mirás), quien en el pasado le mató a la mujer”.

Soledad Fandiño será otra una de las actrices nuevas del elenco que entrará como tercera en discordia en la historia de Aldo (Gonzalo Heredia) y Raquel (la China Suárez): “Va a aparecer después de un pase de tiempo y va a tener una historia con Aldo”, adelantó Leo Calderone, uno de los guionista de ATAV junto a Carolina Aguirre.

“Hay un solo pase de tiempo en la mirada de la serie, son dos años, que ponen en punto cero todas las historias, generando un nuevo status quo”, indicó Calderone.

“Va a haber un reencuentro de Brunia y no falta mucho”

En cuanto a la pareja de los personajes de Bruno (Albert Baró) y Lucía (Delfina Chaves), que las redes sociales bautizaron como “Brunia”, aseguró que “va a haber un reencuentro de Brunia”. “Bruno está dolido, pero Lucía va a atravesar el dolor de que su hermano es un femicida, por eso los dos son víctimas en definitiva de Gabriel, se van a reencontrar y no falta mucho”, puntualizó durante el ciclo radial Por si las moscas.

Las muertes también tomaron protagonismo especial por ser tan inesperadas como la de Julia -hermana de Bruno-, Toro -marido de Francesca- y la más reciente que fue la del padre de Lucía el mismo día de la boda: “Nos propusimos renovar el culebrón, sin dejar sus elementos básicos. Es el mismo formato, pero ajironado. No queremos estirar situaciones, queremos que sea vital, verdadera y creíble. Para eso tomamos decisiones incómodas, como las muertes”, concluyó el guionista.