Qué se necesitará para ser un turista espacial (además de mucho dinero)

Las distintas empresas del incipiente rubro aseguran que cualquier persona promedio podrá subirse a sus naves y viajar al espacio exterior

Muchos titulares se han dedicado últimamente a la nueva carrera espacial que están protagonizando figuras de la talla de Jeff Bezos, Elon Musk y el carismático Richard Branson. Es que a diferencia de la disputa que enfrentó a la Unión Soviética contra Estados Unidos décadas atrás por llevar al primer hombre al espacio y luego a la Luna, hoy día la contienda se centra en el ámbito del turismo espacial y el lucrativo nicho de mercado que podrá explotar el primer multimillonario en llevar con éxito a un hombre o una mujer común fuera de la Tierra.

La realidad de una especie humana multiplanetaria es cada vez más real y cercana, con las primeras pruebas lideradas en conjunto con la NASA que están siendo llevadas adelante para evaluar la viabilidad de las distintas propuestas de Blue Origin y SpaceX, mientras que en territorio europeo Virgin Galactic busca conseguir la aprobación de los organismos correspondientes a dicho continente.

Expertos pronostican que tan pronto como el año próximo, los primeros turistas espaciales podrán realizar al menos vuelos cortos suborbitales de unos pocos minutos, todo a cambio de unos cientos de miles de dólares. Es por eso que muchos interesados que cuentan con los recursos necesarios, se preparan contrarreloj para ser los primeros en poder llevar adelante una aventura espacial.

Según consigna el último número de la publicación financiera Bloomberg Businessweek, los requisitos a los que debían adaptarse los astronautas del pasado no aplicarían de igual forma a los acaudalados viajeros más ligados al placer que a una misión financiada por una super potencia. Al parecer, el gobierno de los EEUU dejará a criterio de las distintas compañías espaciales de tipo comercial el aspecto regulatorio y lo que respecta a los requerimientos que deberán cumplir sus pasajeros.

Los cuasi sobrehumanos niveles de rendimiento tanto físico como psicológico que leyendas del pasado como Neil Armstrong y Buzz Aldrin presumieron ante el mundo, no se trasladarán a quienes en su mayoría serán personas de avanzada edad con una abultada cintura y billetera. Según los estudios que ese han llevado adelante hasta el momento, una persona promedio será capaz de sobrevivir sin problemas a las fuerzas físicas que se experimentarán a bordo de una nave espacial comercial.

Pero más allá de lo alentadora que pueda parecer la situación a primera vista, muchos referentes de la industria destacan el desafío psicológico que representa dejar el planeta a bordo de lo que básicamente será un cohete, con la ansiedad que seguramente vaya a generar en pasajeros que paguen por vivir en carne propia la experiencia de los vuelos suborbitales.

Bloomberg menciona que el Congreso de los EEUU ha permitido que las distintas firmas espaciales diseñen sus propios vehículos, implementen los procedimientos médicos que consideren necesarios y lleven adelante los programas de entrenamiento indispensables para que la aventura en cuestión sea lo más segura posible.

Los requisitos de cada empresa

En el caso particular de Virgin Galactic, los cien primeros candidatos a volar han sido catalogados como «fundadores» y deberán pasar por un examen médico integral que pondrá el foco no sólo en condiciones preexistentes sino también en un proceso de calificación psicológico que buscará evitar por ejemplo, tener que lidiar con un pasajero que atraviese un ataque de pánico durante un vuelo de 20 minutos al espacio, con el peligro que pueda representar para el resto de la tripulación.

En el caso de la firma a cargo del creador de Amazon, el proceso de entrenamiento más expeditivo. Blue Origin aseguró que los interesados en contratar sus servicios espaciales sólo deberán dedicar un día y medio a los preparativos previos a los vuelos de once minutos de duración que saldrán desde el estado de Texas.

«El sistema ha sido diseñado desde el primer momento para que el entrenamiento sea mínimo» aseguró Bezos durante un simposio espacial el pasado abril. «Básicamente tendrás que saber como amarrarte y un par de cosas más».

La NASA compartió recientemente que los riesgos actuales de morir en un accidente vinculado a un vuelo espacial comercial son de 1 en 270, lo que representa un ratio cuatro veces más seguro que en el caso de los transbordadores espaciales de uso gubernamental.

Más llanamente, el riesgo de volar al espacio en una nave comercial y no regresar a Tierra es de poco más del 1 por ciento, lo que representa un número más fácil de digerir que los USD 250.000 que costará el viaje promedio con dos pilotos y otros seis afortunados pasajeros. Eso si, ninguna de las firmas espaciales ofrecerá un baño a bordo, no importa cuánto dinero esté dispuesto a pagar el cliente.

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