Para Semana Santa, el área de Bromatologìa recomienda.

adobestock_59088679-reducida

* Al adquirir pescado, observar que las escamas estén unidas entre sí y adheridas a la piel, que conserven su brillo metálico y los ojos estén transparentes, brillantes y salientes. El producto no debe tener aspecto desagradable o signos de descomposición. Los consumidores deben decidirse por establecimientos autorizados que cumplan las condiciones higiénicas para la venta del pescado, y comprar estos alimentos cuando se puedan llevar a casa inmediatamente, para no alterar la cadena de frío y evitar que se deterioren en el medio de transporte utilizado.

* Al adquirir enlatados se debe verificar que el producto tenga rótulo completo y que presente como mínimo la siguiente información: Nombre del producto, número de lote, información del fabricante o importador y fecha de vencimiento. Esta última en particular debe estar impresa en el rótulo o la lata y no mediante adhesivo o con señales de adulteración.

* El envase no debe presentar fisuras, abolladuras, óxido, abombamiento u otras señales de adulteración o deterioro y los envases tipo «abre fácil» no deben presentar ningún tipo de fisura en el sello.

* No se deberá cortar la cadena de frío de los productos frescos, debiéndole otorgar la temperatura correspondiente de refrigeración entre 0º a 4º C. No se deberá conservar a temperatura ambiente.

* Al momento de la preparación, cuidar que no se produzca contaminación cruzada (crudo – cocido).

* En caso de consumir alimentos ya elaborados (empanadas, milanesas y otras variedades a base de pescados), realice su compra en su comercio de confianza que le garantice un producto seguro.