Reforma tributaria: ¿por qué se esfuma la ilusión de una rebaja en IVA y cuál es el impuesto más fácil de eliminar?
Cada impuesto coparticipable que se pretenda rebajar tendrá que tener el apoyo de los gobernadores, que vienen perdiendo dinero desde que asumió el gobierno libertario.

Si se rebajara un punto la alícuota al 20%, los números quedarían así: para ARCA $104.467 millones, y para las provincias $2.875.886 millones, con lo cual perderían 4,8%. Si bajara al 19%, los estados subnacionales recibirían $2.732.092 millones, con una caída del 9,5%.
Si se tomara en cuenta la recaudación del 2024 y se la actualizara por inflación, los ingresos totales del impuesto fueron por $43.027.692 millones de los cuales a las provincias fueron $22.505.763 millones. Si se redujera un punto la alícuota a los estados subnacionales llegarían $21.434.060 billones, lo que implicarían una perdida de $1 billón (-4,8%).
Negociaciones complicadas por la baja de impuestos
Para ver lo complicado que pueden ser las negociaciones en el Congreso, más allá de las declaraciones publicas de buena voluntad se pueden mirar algunos números: en los primeros diezmeses del año las provincias recibieron unos $2,2 billones en fondos discrecionales. Esa suma es casi $5 billones menos que el histórico entre 2005 y 2023, de acuerdo con datos de Politikon Chaco.
Por otro lado, los envíos automáticos en el acumulado a octubre registraron transferencias automáticas por $49,28 billones y una expansión del 2,2% interanual en términos reales.
Aunque Politikon Chaco señala que, al medirlos en pesos constantes de octubre 2025, los envíos acumulados del año se ubican por debajo de años previos: respecto a 2023, las transferencias totales están -9,9%; contra 2022 -11,6%; y contra el 2021 -5,6%.
Los riesgos de un potencial IVA provincial
El IVA comenzó a aplicarse en 1975 con una alícuota del 13%. Se puso en reemplazo de dos impuestos que funcionaban como el actual Impuesto a los Ingresos Brutos que cobran las provincias.
Se derogó el Impuesto a las Ventas, que era de la Nación, y el Impuesto a las Actividades Lucrativas, de las provincias. Con el correr del tiempo, el IVA trepó hasta el 21%, es decir, subió 8 puntos, y las provincias volvieron a imponer el Impuesto a las Actividades Lucrativas, ahora bajo el nombre de Ingresos Brutos.
El temor de los tributaristas es que si se tratara de pasar una parte del IVA a los gobernadores para que deroguen Ingresos Brutos, al tiempo vuelva a aparecer otro impuesto de características similares, con lo cual el problema de la falta de competitividad de la economía no se habría resuelto.
Impuesto al cheque: ¿el más fácil de eliminar?
En la mira de las autoridades económicas el primer impuesto a eliminar es el que grava a los débitos y créditos bancarios, conocido como Impuesto al Cheque. Ese tributo es del 0,6% por cada movimiento en cuenta bancaria, lo cual agrega costos a la operatoria de las empresas.
Como no se coparticipa es un gravamen en el que los gobernadores no tendrían mayores problemas de apoyar. En octubre pasado aportó $1,3 billones lo que representó el 8% de la recaudación total.


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