rugberLos jugadores de la selección de Cuyo salieron a través de cartas al cruce de chica que los denuncia. La víctima ratificó que fue forzada.

A través de cartas en redes sociales, dos de los cinco jugadores de rugby denunciados por una violación grupal, cargaron contra la joven y los medios de comunicación pretendiendo demostrar su inocencia ante la grave acusación, en un nuevo episodio de un caso que conmociona a Mendoza.

El hecho denunciado ocurrió la noche del 22 de diciembre pasado cuando se celebraba en la casa del el manager de Unión de Rugby de Cuyo (URC), José Gaita Hervida –en Luján de Cuyo, Mendoza–, el triunfo del equipo masculino de la URC en el Seven de la República disputado en Paraná, tras derrotar 15 a 4 al seleccionado de Buenos Aires.

A la fiesta fueron invitada numerosas jovencitas que practican el mismo deporte, y según pudo reconstruir la denunciante, luego que le fuera servido un trago se le nubló la vista, se desvaneció y perdió la memoria. De a poco, la chica de 24 años según pudo ir reconstruyendo con testigos, pudo saber lo que padeció, ya que tenía fuertes dolores vaginales y en todo el cuerpo.

Los imputados por abuso sexual agravado son Lisandro Biffi (Banco) –hijo del diputado mendocino de Cambiemos, César Biffi, y hermano del titular de la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas (DEIE) y entrenador del equipo, Facundo Biffi, quien también participó de la fiesta–, Ignacio Ceschin (Peumayén), Sebastián Vanin (Banco Mendoza), Enzo Falaschi (Teqüé), Maximiliano Filizzola y Ezequiel Pelaia, todos menores de 25 años; aunque estos dos últimos podrían quedar desligados del caso. Por su parte, el manager del equipo, José Gaita Hervida, dueño de la casa donde se realizó el evento, fue imputado por abuso sexual simple. Todos los acusados quedaron libres, por no tener antecedentes, y luego de pagar una fianza personal de $150.000.

Cartas
Luego de la alta repercusión del caso en Mendoza, esta semana comenzó una suerte de guerra a través de los medios y redes sociales, algo que se evidenció previamente hace unos días entre la defensa y la querella, donde los contrapuntos son entre los imputados y sus familiares contra la joven, quien se despachó esta semana con un duro texto, que finalmente encontró respuesta, mientras la Justicia avanza, a paso lento.

Luego de que este miércoles la chica dijera que le “robaron la dignidad” y que su vida se ha convertido en un “infierno” por culpa de personas de su entorno rugbista que forzaron su voluntad, dos de los acusados y el papá de otro de los deportistas involucrados en el caso cruzaron a la chica, pero también a los medios. Dos de estos chicos podrían quedar desligados del hecho, por falta de pruebas en su contra, aunque continúan imputados por abuso sexual.

El primero que salió a contrarrestar los dichos de la joven es Pablo Filizzola, papá de Maximiliano, uno de los rugbiers acusados, quien expresó: “Solo sé que si hubo un damnificado, ese fue mi hijo y nuestra familia, cuyo daño no tiene solución posible. No soy poderoso, ni adinerado y menos influyente”. Asimismo, cargó contra la prensa: “Nuestra vida cambió para siempre. Para mal. Todos sufrimos un escarnio público en cadena nacional, 24 horas al día. Cada mañana era leer notas en los diarios, en medios electrónicos, redes sociales o escuchar el nombre y ver la foto de mi hijo en cada reunión de más de dos personas con una sentencia emitida: culpable. Culpable de violación, de abuso, de ser un ‘nene bien’, de familia acomodada, y aunque nada era cierto, la sociedad instaló esa fantasía imposible de borrar”.

Por su parte, luego, el rugbista Ezequiel Pelaia publicó en las redes sociales su descargo y cargó contra las palabras de la chica. “Nunca la noté inconsciente, ni siquiera borracha”, indicó el jugador, quien aclaró: “No hice nada de lo que se me acusa”. Pelaia apuntó contra el abogado querellante y aseguró que no es un “hijo del poder”.

Horas más tarde, Lisandro Biffi, otro de los acusados e hijo del reconocido diputado mendocino de Cambiemos, César Biffi, también publicó una carta, diciendo que sólo espera “la verdad”. Asimismo, expresó: “Los abogados de la denunciante y ella misma, han hecho que nuestra paciencia y silencio se hayan terminado definitivamente. Hemos sido víctimas de una denuncia absolutamente falsa”. Y cierra el texto: “Sin dudas estoy atravesando el peor momento de mi vida sin merecer nada de esto, y solo ruego y espero por la verdad…”.
El texto completo de la joven denunciante

“Sólo una mente perversa inventaría algo así

Quiero contar lo más triste que me pasó en la vida. Nunca imaginé encontrarme en esta situación tan dolorosa. Si fuera por mí, no desearía hablar de algo que tanto daño me hace, pero es tanta la presión y la impotencia, que decidí expresar un poco de lo que siento frente a tanta injusticia.

Me parece muy injusto haber ido a una fiesta a pasar un buen rato con mis amigas y que haya terminado todo tan mal como terminó, que cinco ‘hombres’ hayan abusado de mí. Nunca me imaginé y menos sospeché que gente de mi entorno, con las cuales compartimos la misma pasión por el rugby, me traicionaran de esta manera.

Quiero y necesito aclarar que en ningún caso, ni bajo ninguna circunstancia, hubiera aceptado estar en esa horrible situación con cinco hombres. Esa noche no di mi consentimiento para nada de todo lo que pasó. Me robaron mi dignidad sin importarles nada. Solo fui una ‘cosa’ que usaron para calmar sus más bajos instintos.

‘Ellos’ decidieron por mí. No es normal que cinco hombres se acuesten con la misma mujer en tan poco tiempo y frente a personas mayores. Ya no es suficiente decir no, a mí ni siquiera me dejaron decir ‘NO’.

Como si todo lo que pasó esa noche fuera poco, mi vida cambió y se volvió un infierno. No es solamente denunciar el hecho y listo, no. Significa someterme a miles de cosas horribles e ir a lugares donde no quiero estar. Es intentar procesar todo lo que pasó y estoy pasando, y buscarle algún sentido. Tener que escuchar que mienten sobre lo ocurrido, que digan que yo violé a un grupo de cinco hombres, que yo busqué esto por haber ido a la fiesta y tomado alcohol, que busco prensa, dinero y mil cosas más, dignas de personas verdaderamente muy malas, poco racionales y, prácticamente, nada humanas. Dicen que esto yo lo inventé, que podría sacar provecho, solo en una mente perversa, esta sea una manera. Nadie inventaría una cosa así.

Significa estar mal, angustiada, llorar todo el tiempo y de la nada, no poder sonreír con las mismas ganas y felicidad que antes lo hacía, es intentar estar bien sin poder lograrlo. Abandonar todas mis actividades cotidianas. Es tan difícil entender que la vida sigue.

No deseo semejante dolor a nadie, ni siquiera a las personas que tanto daño me hicieron y me siguen haciendo. Ojalá nunca se encuentren con una hermana, una madre, una hija, una nieta, una novia, una amiga, ni a nadie en esta situación”.
Fuente: La Nación