Salario vs. inflación, la eterna batalla
Los sueldos «corren» atrás de la inflación, con paritarias que han cerrado a la baja y un blanqueo laboral que se tarda en aparecer.
Como vemos en esta coyuntura política, la reducción de las cargas sociales no está en los planes del Gobierno de turno. Las empresas tienen cada día, más temor de contratar empleados en blanco por la culpa del alto impuesto al trabajo y el Estado no hace nada al respecto.
La corrida cambiaria y la inflación tienen mucha fuerza por encima del salario real.
Las empresas quieren compensarlo, pero se niegan a negociar o reabrir paritarias. En las últimas semanas circularon ideas de que las empresas compensarían los salarios con beneficios sociales dentro de las mismas.
Se requiere un salario nominal que acompañe el Salario real y haga que el consumo tienda a subir. Pero, ¿Qué es el salario nominal y el Salario Real?
El Salario nominal es la cantidad de dinero que recibe un asalariado como remuneración por su trabajo; en cambio El salario real es la capacidad real que tiene el trabajador para adquirir, con el volumen de dinero que percibe, bienes y servicios y tener mayor poder adquisitivo, ósea, el Salario Real es igual al poder de compra.
Si el salario real aumenta es bueno porque significa que el trabajador puede comprar más bienes y/o servicios, si baja significa que tiene menos poder adquisitivo por ende su capacidad de compra de bienes y servicios disminuiría. Esto último nos pasa a los argentinos actualmente.
El salario tiene un fuerte impacto en lo que el trabajador podrá o no comprar con su salario o a lo que podrá acceder en términos monetarios. En pocas palabras. El salario representa su nivel de vida.
En un escenario de inflación, como estamos padeciendo, el nivel de vida de la gente se encuentra deteriorado.
Si en las economías inflacionarias, Argentina, no se actualiza el salario nominal, irremediablemente, el mismo se evapora. A consecuencia de esto, el trabajador NO podrá cubrir las necesidades económicas básicas. Estas consecuencias son producto directo de la Inflación. Dijimos entonces que, el salario real es el poder de compra que tiene el salario nominal de un trabajador.
Esto significa que, cuando empieza la variación de un salario en materia nominal, (paritarias), siempre se tendrá que mirar a la inflación del país en el momento de su negociación, de esta manera se obtiene, adecuadamente, el salario real, por ende, que no caiga el consumo y el nivel de vida de los argentinos.
Poniendo en perspectiva, si pactan aumentos salariales, a la par del momento inflacionario del país, el poder de consumo de la gente se mantiene.
Si el salario nominal neto aumenta en un año un 20%, pero la inflación se dispara un 30%, la diferencia nos proporcionará una concreta caída del poder adquisitivo del trabajador del 10%.
Las paritarias son las que pactan los salarios nominales. Si las paritarias corren detrás de la inflación, el poder de adquisitivo cae. Si el poder adquisitivo cae, el consumo se derrumba. En definitiva, una de las causas de la caída del salario real es la inflación.
La metodología para conocer el nivel de inflación es el conocido I.P.C. (Índice de Precios al Consumidor) que implica la variación del precio nominal en los precios de los productos que componen la canasta básica en relación a un período inmediatamente anterior.
Los ajustes de tarifas, el dólar libre, las altas tasas de interés y la caída de los salarios causan subas en el nivel general de precios.
Ahora bien, cómo hacemos para lograr que se reduzca la inflación y la economía deje de caer y se recupere: primero debemos tener paritarias salariales libres, esto seria, entre los sindicatos y la cámara empresaria, siendo el resultado, un incremento de los sueldos al lado de la inflación actual, no atrás; Segunda medida, que El crédito se recupere mediante la implementación de tasas de interés bajas para aumentar el consumo; y tercero, deberían cumplir, rigurosamente, con la reducción del déficit fiscal primario. Esto solo se consigue mediante la toma de medidas económicas, políticas y monetarias que influyan, rápido y eficazmente, en las expectativas y en la variación mensual de los precios.
* Abogado U.B.A., asesor y analista. Especialista en Derecho del Trabajo.