La delantera de Vélez luchó contra los estereotipos y hoy está entre las 10 finalistas para representar a Argentina en el tradicional certamen de moda. En diálogo con minutouno.com cuenta su historia repleta de discriminación y perseverancia y busca llevar su mensaje al mundo.

«Si yo me ponía una calza era una rapidita y si jugaba al fútbol era un marimacho». Alguna parte de esa frase, autoría de Sasha Gigliani, podría pertenecer a cualquier futbolista o modelo víctima del estereotipo histórico en un país al que le cuesta y mucho sacarse este tipo de ideas de la cabeza. La salvedad es que ella sufrió ambas.

La delantera de Vélez Sarsfield sueña con ser jugadora profesional y el crecimiento del fútbol femenino en el país no hizo más que alimentar aún más su anhelo de siempre. Sin embargo, hoy también persigue otro objetivo: convertirse en la «Miss Mundo Argentina» que representará al país en el mundo en el tradicional certamen internacional.

«Siempre fue un tema llegar. O porque era jugadora de fútbol o porque era grandota. Vengo de un pueblo en el que siempre te juzgaban de chica: si yo me ponía una calza era una rapidita y si jugaba al fútbol era un marimacho», cuenta la joven proveniente de Saladillo, provincia de Buenos Aires, en diálogo con minutouno.com.

PREJUICIOS DE LOS DOS LADOS

Sasha empezó a jugar al fútbol a los 6 años gracias la pasión de su padre y también la de su abuelo materno, que es director técnico. Esto llégo poco tiempo después de ser elegida como «Primera Princesa» por sus compañeros en el Jardín de Infantes. Desde ahí, sus dos pasiones comenzaron a mezclarse por completo y navegaron a la par.

«Siempre fui la más delicadita, la de las princesas y todo, pero sin embargo soy la única de mis 6 hermanos que se dedica a jugar al fútbol. Costó porque tenía que ir en contra de esas barreras. De ambos me juzgaban, pero las dos cosas me hacían feliz», relata Gigliani, a punto de cumplir 26 años.

Con este panorama, las reuniones familiares sirvieron para que Sasha «sufra» en carne propia el prejuicio predominante contra las chicas eligen un deporte en el que históricamente reinaron los hombres. “’Eso es de hombre’, me decían. A la gente le costaba mucho entender eso, estaba mal visto. Ahora está más aceptado, pero hasta hace un tiempo era muy difícil», se sincera.

Mientras jugaba en el club Oro Verde de su pueblo natal («siempre con varones»), Sasha comenzó a desarrollar a la vez su carrera como modelo, que tampoco estuvo exenta de prejuicios. «Ni te imaginás lo que decían cuando hacía fotos en ropa interior o malla. En especial en un pueblo chico donde a la gente le cuesta más», cuenta.

LLEGAR A LA «GRAN CIUDAD» (y más prejuicios)

A partir de los 15 años empezó a viajar a Capital para presentarse en castings y concursos, hasta que quedó en una importante agencia de modelos en la que sufrió otra dicotomía. Ella jugaba al fútbol y también al hockey, pero debió dejar este deporte por «recomendación» de los que la habían elegido.

«Tenía piernas voluptuosas, típicas de deportista. Y ahí me hicieron elegir. Esa agencia me decía que no podía tener las piernas así si quería ser modelo», rememora.

Finalmente, a los 18 se radicó para estudiar en Buenos Aires y una relación «muy tóxica», según define, le hizo dar cuenta lo que definitivamente quería para su vida, que era mezclar sus dos pasiones: «A partir de eso le di para adelante».

Luego de jugar en Argentinos Juniors, Sasha llegó a Vélez, el club que le abrió las puertas y que a partir de septiembre competirá por primera vez en torneo oficiales en la Primera C del fútbol argentino. «Amo el fútbol, es lo más lindo que hay. Y compartirlo es aún mejor»,confiesa con respecto a su actualidad en el Fortín.

«El fútbol femenino está creciendo mucho, pero creo que tiene que haber un equilibro, que no sea todo tan extremo. Gracias a Macarena Sánchez se logró un gran paso, el profesionalismo, aunque todavía falta mucho», opina.

¿Qué es lo que falta? «Que nos den importancia de verdad, que haya más profesionalismo en general, no sólo en el fútbol, sino también básquet, rugby y muchísimos otros deportes que practican mujeres», considera.

«MISS MUNDO» Y UN SUEÑO PENDIENTE

Hace tres años que participa en el certamen y ahora quedó elegida como representante de Buenos Aires entre las 10 finalistas de las que saldrá la candidata argentina de «Miss Mundo».

«Llegué al concurso a través de una publicidad en Facebook. Yo ya venía haciendo algunos certámenes regionales y quería ir por más, sentía que estaba para más, pero no por un tema de belleza, sino por un tema de estructura, de querer dar un mensaje», admite quien supo ser la «Reina Nacional del Trigo» en Tres Arroys, entre tantos otros certámenes regionales en los que se destacó.

Los cánones de belleza establecidos sirvieron para que Sasha se autoimponga intentar superar esa barrera, siempre con la contención de su seno más íntimo: «Mi papá me decía que las mujeres de antes eran ‘mujeres’ con cuerpo real y que ahora ya no son lo mismo. Y yo era así. Yo tenía ese físico», recuerda.

Ese mensaje es el que lleva su proyecto, que incluye al deporte como bandera y que tiene a los niños en primer plano. «Se trata de sumar en las instituciones actividades deportivas para incluir, para dar valores. A través del deporte a los chicos se le pueden brindar un montón de enseñanzas: perder ganar, sacrificarte, compartir, aceptar, progresar. Muchos valores de la vida que a través del deporte se pueden aprender desde muy chico», explica.

La explicación de los motivos que la llevaron a anotarse en el concurso es más que clara: «Para mí ser Miss Mundo sería una responsabilidad. Toda jugadora de fútbol sueña con estar en la Selección y esto es como si fuera así. Hace falta alguien más real que muestre a la mujer argentina como es. Este certamen no solamente representa a las mujeres empoderadas que van para adelante y luchan, sino también a los hombres».

«Bendice la Corona» es el programa que conduce Nicole Neumann y que premiará a la ganadora con el rótulo de «Miss Mundo Argentina». Dicha votación será en el mes de septiembre y hasta el 21 se puede votar a la favorita en las redes sociales, donde la joven se encarga día a día de difundir su plataforma.