El ministro de Economía, Axel Kicillof, encabezó ayer en Nueva York una serie de reuniones con Pollack y representantes de los holdouts que no arrojaron resultados y dieron pie a una conferencia de prensa en la que el funcionario fustigó al juez Thomas Griesa.
Según supo Infobae, mientras la delegación argentina mantenía una larga reunión con el mediador Daniel Pollack, representantes de Asociación de Bancos de la Argentina (ADEBA) llevaban a cabo una negociación paralela con los holdouts para intentar destrabar el litigio que amenazaba con hacer caer a la Argentina en default.
La propuesta de los banqueros, que había sido llevada en principio por el titular de ADEBA, Jorge Brito, al jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, consistía en el aporte de una garantía de u$s250 millones para facilitar el cumplimiento de la sentencia en favor de los fondos que no aceptaron la reestructuración de deuda.
A cambio del depósito de los bancos argentinos, los holdouts estaban dispuestos a solicitar al juez Thomas Griesa la reposición del «stay», o sea la cautelar para que la Argentina pueda cumplir con el pago de intereses de los bonos Discount en dólares bajo legislación norteamericana por u$s539 millones, bloqueado desde el 30 de junio por disposición judicial, y cuyo período de gracia concluía ayer.
Durante la tarde, creció el optimismo sobre la llegada a buen puerto de esa negociación encabezada por ADEBA. Sin embargo, la dura conferencia de prensa brindada por Kicillof en el consulado argentino de Nueva York hizo caer el posible acuerdo. Según supo Infobae, mientras los banqueros y los holdouts estaban en pleno cierre de un entendimiento, escucharon juntos la rueda de prensa que brindaba el ministro.
La alocución, con duras críticas al juez Griesa y a los bonistas, llevaron la negociación privada al fracaso. El frustrado acuerdo contaba con el visto bueno de Juan Carlos Fábrega, titular del Banco Central. Por estas horas, y luego de lo ocurrido, Fábrega le confesaba a sus íntimos que piensa en la posibilidad de dejar su cargo. A última hora del miércoles, este medio pudo confirmar que la comitiva de banqueros liderada por el economista Sebastián Palla emprendía el regreso a Buenos Aires.
«No me extraña que pueda ocurrir una solución entre privados», dijo Kicillof durante la conferencia de prensa, y agregó: «Como la plata que tenía que pagar la Argentina tenía que llegar a bonistas y aparentemente el juez podría dársela a los fondos buitres se generó un problema entre privados».
De todos modos, el titular del Palacio de Hacienda se mostró distante de las conversaciones entre privados y afirmó que se enteró «por los diarios que banqueros iban a hacer ofertas, y eso es porque ahora el problema se lo trasladó Griesa a los terceros».
En cuanto al juez, Kicillof lo criticó de modo permanente y disparó: «Que impida cobrar es un problema que carga sobre las espaldas del juez». En la rueda de prensa que ofreció en el Consulado argentino en Nueva York tras la jornada de deliberaciones, el jefe de Hacienda le reclamó a Griesa entre otras cosas que decida sobre el dinero que tiene retenido y que le corresponde a bonistas que están fuera de su jurisdicción.
También se mostró contrariado por la decisión del magistrado por no concederle el ‘stay’ a la Argentina y, en cambio, cederle esa petición a los holdouts, «quienes se niegan a solicitarla si la Argentina no les realiza una oferta superadora a la hecha a los bonistas reestructurados».
Pollack, por su parte, emitió un comunicado mientras daba la conferencia Kicillof en el que sostuvo que «no hubo acuerdo» y que por lo tanto
resultaba «inminente» el default de la Argentina, al tiempo que advirtió que esta situación traería consecuencias «no positivas» para la ciudadanía.
En relación a los dichos del mediador, Kicillof señaló: «me veo sorprendido, ingratamente sorprendido por ese comunicado». Asimismo, reiteró que los holdouts «nos pedían algo que no podemos hacer» y sobre su regreso añadió que «mañana (por hoy) será otro día, el mundo seguirá andando».
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