Acostumbrados a comentar toda clase de marasmos, una de las pocas cosas en las que los economistas argentinos coincidirían es en que la «industria de los fines de semanas largos» funciona de maravillas.

 No van a sacarnos de la crisis, claro, pero son varios los sectores, no solo hoteleros y gastronómicos, que maquillan sus balances cuando se juntan tres o cuatro días sin actividad laboral. Se atestan las rutas con caravanas interminables de vehículos, en un ranking cuyas postales lideran por supuesto las vías a la costa atlántica, aunque vastas zonas de Córdoba, Entre Ríos, Bariloche en el sur o Cataratas relucen también en esas ocasiones, sacando a sus «balanzas comerciales» por un rato del rojo.

De allí entonces que muchos ojos se hayan posado en el cercano el lunes 1° de abril, especulando con alguna decisión oficial de último momento que lo convirtiera en «no laborable», asueto o directamente en feriado, lo que hubiera conformado con el martes 2 otro fin de semana extralargo. La cita del 2 de abril, vale reconocerlo, apunta a una fecha triste, por las implicancias de Malvinas y la saga de dolor que dejó en centenares de familias el conflicto bélico de 1982, pero los argentinos no somos un pueblo que se distinga por su memoria, y como dato anecdótico puede destacarse el extraordinario movimiento turístico que tuvo la misma fecha del año anterior.

 En esa ocasión el fin de semana largo fue especial, porque empezó con jueves y viernes de la Semana Santa, siguieron sábado y domingo, con el lunes 2 de abril, circunstancia que generó un movimiento que la propia Cámara Argentina del Turismo (CAT) estimó en 2.100.000 personas, con un gasto estimado en 6.200 millones de pesos. CAME fue todavía más lejos en su balance, señalando que habían disfrutado del fin de semana largo 2,4 millones de personas y estimando el dinero gastado en unos 7.500 millones de pesos. La entidad afirmó que se había tratado «del mejor fin de semana de los últimos años».

De allí entonces que este lunes 1° de abril tuviera muchos «ruegos» de muchos sectores para convertirse en feriado, pero desde el Ministerio del Interior se aventaron todo tipo de especulaciones, recalcando que «el calendario de feriados de este año ya fue difundido oportunamente y no habrá modificaciones de ningún tipo». De cualquier modo, para el próximo fin de semana largo no habrá que esperar mucho, porque Semana Santa este año es el 18 y 19 de abril, fechas que ya están a la vuelta de la esquina.