Luego de eso, detalló que «a lo largo del 2022 uno de los grandes daños que sufrió nuestra economía fue el impacto de la guerra en el precio de importación de los barcos que terminan inyectando gas en nuestra matriz energética».En contrapartida, destacó que «para el 2023 una primera gran noticia es el desarrollo que se lleva adelante en ENARSA y la puesta en marcha del gasoducto Néstor Kirchner que nos va a permitir, a partir de su funcionamiento, un ahorro energético y de divisas de más de U$S 1.700 millones, porque el abastecimiento a gran parte del centro de la Provincia de Buenos Aires y del centro norte de la Argentina va a estar ya en el precio establecido por el Plan Gas y no por la necesidad de importaciones energéticas adicionales».Actualmente, el ministro de Economía sostuvo que existe «hay un sistema de abastecimiento concentrado en los meses de mayo, junio y julio que de alguna manera requieren un esfuerzo adicional para tratar de garantizar, en el 100% de Argentina, que no tengamos que parar nuestra actividad ni industrial ni de abastecimiento domiciliario». «Este es el último año en que la Argentina tiene que realizar importaciones que, con la infraestructura del segundo tramo del gasoducto Néstor Kirchner, no van a ser falta».»Los precios internacionales sufren volatibilidad y sentimos que en el mes de febrero se abrió una ventana de oportunidades enorme en la Argentina. ENARSA ha licitado la totalidad del gas que necesitamos importar en barcos, aprovechando una ventana de oportunidades que había en los precios internacionales a la baja«, remarcó Massa.
En ese sentido, detalló que en el presupuesto nacional estaba establecido una inversión de USD 3.465 millones, a un valor de USD 55 MMBtu, en importaciones. Sin embargo, a partir de las negociaciones, se redujeron a US$ 1.313 millones los los costos, generando un ahorro de salida de divisas para la Argentina de más de US$ 2.100 millones y un ahorro fiscal de más de $500.000 millones.
El ministro de Economía puntualizó que estas negociaciones «bajan el costo de generación energética en los meses del invierno; bajan los costos de abastecimiento energético para gran parte de nuestra industria; pone a la Argentina en una licitación internacional con la participación de los mayores jugadores globales en un proceso donde garantizamos certidumbre para la industria a los efectos de abastecimiento, certidumbre a los ciudadanos a los efectos de precios y certidumbre para las cuentas públicas argentinas, porque el proceso de pago va a ser en cuotas fijas y planas desde el Banco Central».