Sergio Massa presentó sus 10 acuerdos para la Argentina: “Tenemos que enterrar definitivamente la grieta”
El candidato a presidente por Unión por la Patria planteó una serie de políticas de estado que considera que debería llevar adelante el próximo gobierno, entre las cuales están el cuidado de las pymes, el desarrollo de nuevas industrias, un cambio en las relaciones exteriores y un nuevo modelo de seguridad y justicia
De cara al balotaje del próximo 19 de noviembre, el candidato a Presidente de Unión por la Patria, Sergio Massa, presentó sus 10 acuerdos para la Argentina, que piensa implementar en su eventual gestión con el objetivo de que se transformen en políticas de Estado que permitan que los ciudadanos no queden “rehenes de los vaivenes” electorales
En un masivo acto que encabezó en el Teatro Gran Rex y en el que fue el único orador, el referente del oficialismo convocó a una “unión nacional” para “construir consensos básicos” que puedan “enterrar definitivamente el negocio del odio de algunos que se convirtió en la grieta”.
“Quiero, en primer lugar, hacer un agradecimiento enorme. Muchos de los que hoy estamos acá venimos de lugares distintos, tenemos actividades distintas, tareas distintas, en muchas cosas pensamos distinto. Y, sin embargo, me alcanza con levante la vista para encontrarme con científicos, con representantes de trabajadores, con rectores de universidades, con legisladores de más de una fuerza política, con empresarios y, de alguna manera, cuando vemos esta diversidad, el mundo de la cultura, de la ciencia, del trabajo, del deporte, la inversión, lo que vemos es la diversidad de nuestra patria en su máximo expresión”, comenzó diciendo.
Pasadas las 21:30, el actual ministro de Economía inició su discurso remarcándole a su partido que “hay errores que asumir y disculpas que pedir a parte de la sociedad que había depositado sus sueños para superar el fracaso que entre 2015 y 2019 vivió la Argentina”.
“Desde acá, en la parte que a mí me toca, vayan mis disculpas a todo el pueblo argentino por aquellas expectativas que no supimos cumplir. Pero, también, transmitirles una certeza. Tenemos el coraje, la fuerza y la capacidad para enfrentar los cambios que la Argentina necesita desde el 10 de diciembre para que construyamos ese país de desarrollo y convivencia”, agregó.
Luego, empezó a enumerar las diez medidas que piensa llevar adelante si llega a la Casa Rosada y sostuvo que “el gran desafío de los próximos 20 años es construir certezas, políticas de Estado, recorrer en un camino de acuerdo de fuerzas políticas, económicas y sociales”.
En este sentido, explicó que “el primer gran acuerdo tiene que ser alrededor del trabajo y la producción” y remarcó la necesidad de “defender la industria nacional frente a tantas ideas y ataques sistemáticos de aperturas indiscriminadas que destruyen esfuerzos de empresarios y salarios de trabajadores”.
“El desafío tiene que ser consolidar ese proyecto que suma capital y trabajo como valor de generación de riqueza. Nuestro gran primer llamado tiene que ser a definir un modelo de producción y trabajo en el que desde los sectores de la economía popular hasta las grandes empresas sientan que construimos un país con mejor de ingreso, un proyecto de desarrollo de empresarios nacionales y un proyecto federal de distribución”, señaló.
Después, llamó a “construir los superávits gemelos que le dieron a la Argentina los momentos de mayor desarrollo económico y mejor distribución del ingreso”, junto a un “sistema tributario progresivo” en el que “quien menos puede, menos paga, quien más puede, más paga”.
“El tercer consenso tiene que ver con el federalismo. La coparticipación es intocable porque es preexistente y constitutiva de la Constitución Nacional. La inversión pública en dos puntos del PBI como motor de la distribución del crecimiento, pero también como factor de achicamiento de las asimetrías entre las regiones. El federalismo tiene que incluir el trabajo conjunto con los gobernadores. Vaya mi compromiso con todos los gobernadores argentinos. Ya están todos definidos. Algunos de una fuerza, otros de otra. Quiero trabajar con cada uno de ellos sin discriminación”, agregó.
Como cuarto punto, detalló el “desarrollo de industrias del futuro”, en contraposición con “los procesos de desindustrialización de políticas económicas como las que hoy nos quieren imponer una desconexión con enorme impacto de desarraigo”.
“Cuando miramos nuestras políticas públicas, defender el régimen de Tierra del Fuego es defender la soberanía de Malvinas y la presencia en la Antártida. Cuando miramos la inversión ferroviaria en el norte, lo que estamos haciendo es conectar nuestra producción a los puertos del Atlántico y el Pacífico. Hay que hacerlo mirando la agenda global. El mundo mira 4 batallas”, precisó.
Como quinto punto, pidió por “la defensa de una agenda contra el cambio climático“, para “recorrer un ciclo virtuoso que nos lleve, por un lado, a la descarbonización y, por otro lado, a un acuerdo con licencias sociales locales, de convivencia entre medio ambiente o ambiente y desarrollo”.
“Ese acuerdo en la agenda climática debe incluir sanciones. Ya lo planteé alguna vez y hoy quiero volver a dejarlo planteado. El que destruye bosques, el que contamina ríos tiene que ir preso de tres a ocho años para que no sea excarcelable”, advirtió.
En sexto lugar, planteó “la necesidad de defender un sistema educativo desde los cuarenta y cinco días hasta la universidad, público, gratuito, de calidad, inclusivo y con tecnología”, lo cual “cruza casi horizontalmente al ochenta por ciento de la sociedad”.
“Toda mi vida escuché a aquellos que hoy nos enfrentan electoralmente decir que la mejor herramienta para combatir la pobreza era la educación. Se llenaron la boca una y cien veces, después cerraron escuelas en el Delta y en otros lugares. Yo me pregunto cómo hacen para combatir la pobreza si arancelan la educación”, cuestionó.
Asimismo, aseguró que “para transformar materia prima en riqueza, para transformar y agregar valor en la producción de nuestras PYMES, para transformar el sistema educativo en capital económico de nuestra patria y en mejores ingresos, no podemos renunciar a invertir en ciencia y tecnología y en desarrollo”.
“A nuestros científicos del CONICET no los vamos a tachar, los vamos a promover: son parte del orgullo argentino, así como es un orgullo tener hoy en esta sala un Premio Nóbel. Muchos de nuestros científicos son también parte del orgullo y de la riqueza de la Argentina”, indicó.
El octavo punto fue “un combate en acuerdo de todos por el desarrollo humano y contra la pobreza, como objetivo de toda de la dirigencia política, gremial, social, empresaria y educativa”, que incluya “el derecho a la casa propia” y “la garantía alimentaria y de cobertura del sistema de salud integral”.
“Defender un sistema de seguridad social público que abrace, incluya, pague buenas prestaciones, sostenga tasa de cobertura y se financie a partir de entender la realidad económica y donde se dan los procesos de concentración exagerada de riqueza. Lo tenemos que hacer a partir de un acuerdo entre todos”, expresó.
El punto nueve fue “definir una política exterior inteligente” en “este mundo de guerras, de una batalla comercial silenciosa entre bloques, la política exterior juega un papel central”.
“Argentina tiene un único camino en materia de política exterior, que es la multipolaridad. Tenemos que dialogar, comerciar, articular con todos los bloques económicos, pensando en un solo interés, el de los argentinos. No importa lo que nos pidan de afuera, sino lo que necesitamos acá adentro”, propuso.
En este sentido, Massa opinó que “el servicio exterior tiene que estar puesto al servicio de las empresas y del Estado argentino para abrir nuevos mercados”, por lo que propuso “cambiar la ley de servicio exterior”, para que “los ascensos sean de acuerdo a quien más mercado le abre a la Argentina, y no solo a antigüedad, sino sobre todas las cosas al desarrollo económico de nuestras empresas”.
“Además, debe ser un acuerdo de toda la diligencia económica, política, empresaria y social nunca más en la Argentina ni deuda para financiar gasto público ni deuda para financiar fuga de capitales que termina en manos de fondos extranjeros”, manifestó.
Sobre este punto, también reclamó un “gran consenso en la política exterior” sobre “la irrenunciabilidad de Argentina sobre la soberanía sobre nuestras Islas Malvinas” y cuestionó a los que defienden “el cuentito de los kelpers y la autodeterminación de los pueblos”.
Por último, el candidato se comprometió a “definir una agenda de seguridad y justicia que le devuelva la paz, la tranquilidad a los argentinos para que la calle sea de los laburantes y no de los delincuentes”.
“Este proyecto de unión nacional tiene que tener, de parte de todos nosotros, la generosidad de que hoy a la noche vayamos a buscar a alguien que no piensa como nosotros y decirle que venga, que no pedimos carné de entrada, que no preguntamos de dónde vienen”, cerró.