En el barrio porteño de Parque Patricios, siete empresas (Accion Point, CTL, Datastar, G&L Group, MegaTech, Stylus y Trimaker) se unieron para fabricar mascarillas que donan a centros de salud públicos.

Siete empresas del Distrito Tecnológico porteño se integraron para iniciar en conjunto el desarrollo y la producción de mascarillas faciales, a través de impresoras 3D, que ya comenzaron donar a los hospitales públicos porteños y a otras entidades de la salud, y de esta manera, colaborar contra la propagación del coronavirus.

La iniciativa denominada #Mascarillas3D surgió de las empresas Accion Point, CTL, Datastar, G&L Group, MegaTech, Stylus y Trimaker, ésta última con conocimiento y experiencia en diseño y modelaje de producción con impresoras 3D.

Ninguna de las empresas contaba con este tipo de equipamiento, por lo cual debieron realizar una inversión inicial de $ 1 millón fuera de sus negocios habituales, para adquirir 10 impresoras 3D semiindustriales, junto con materiales de impresión y también, realizar el entrenamiento al personal para poder operar la maquinaria.

«La idea surgió una madrugada en la que, como a muchos les debe pasar a partir de la emergencia sanitaria, no podía dormir pensando en cómo podíamos colaborar desde nuestro lugar en el Distrito Tecnológico», explicó a Télam, el director ejecutivo de MegaTech, Héctor Lew.
Precisó que «a la mañana siguiente, en las reuniones habituales de directivos, lo propuse a las restantes empresas del Distrito y de allí, surgió la iniciativa que nos puso en marcha».

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«Fuimos siete las empresas que avanzamos y nos interesamos. Apenas surgió esta situación extraordinaria, comenzamos a pensar que teníamos que hacer algo para nuestra comunidad», indicó por su parte a esta agencia, el director ejecutivo de Accion Point, Franco Schillagi.
Destacó que «lo más interesante es la rapidez para llevar adelante la propuesta», y remarcó que «en dos semanas ya habíamos comprado las impresoras y estábamos produciendo».

«Nosotros pudimos hacerlo porque existe este espacio que es el Distrito Tecnológico, donde podemos ser sinérgicos, y plantear ideas para mejorar los negocios pero también para ofrecer trabajo, y de repente sale una idea para avanzar con este proyecto solidario», señaló Schillagi.

Por su lado, Lew puntualizó que «ya se entregaron 1.000 mascarillas», y estimó que «el plan de producción continuará durante mayo, y probablemente junio».

«Planteamos un plan de trabajo de tres meses. Inicialmente la capacidad de producción era de 1.000 mascarillas por mes, pero gracias al diseño especial que armó la gente de Trimaker, producimos 800 por semana, es decir, aceleramos el ritmo de producción», destacó el ejecutivo.Entonces indicó que «el plan inicial se pensó para producir 3.000 mascarillas en tres meses«, y subrayó que «se produjeron 2.000 en el primero, y seguramente serán otras 2.000 en mayo».

En este camino se sumó la empresa Winflex, de la localidad bonaerense de Chivilcoy que donó el acetato para la fabricación de las mascarillas, que es importante porque si es malo afecta la vista de la persona que lo usa.

«Los primeros días hicimos una ronda de consulta a médicos y anestesistas para ver qué tipo de mascarilla sería porque hay distintos modelos en el mercado», puntualizó Lew.

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Las máscaras fueron avaladas por Facturación y Cobranzas de Efectores Públicos (Facoep), la entidad que se encarga de la facturación de los hospitales públicos hacia las prepagas, y el Ministerio de Salud porteño, en conjunto con la Subsecretaría de Desarrollo Económico.Las primeras mascarillas se entregaron a Facoep, al Hospital Pirovano y al Ministerio de Salud porteño.

El director general de Desarrollo Productivo del gobierno porteño, Juan Manuel Seco, destacó a Télam que «hace 11 años que venimos trabajando con el Distrito Tecnológico», y subrayó que «en los primeros años, fue puramente intervención pública, con el desarrollo del subterráneo, la infraestructura edilicia y el apoyo a las empresas para que se radiquen allí».

«Desde 2017, venimos haciendo foco en la conformación de un cluster, donde las empresas puedan interactuar, se conozcan entre ellas, se relacionen, generen negocios, y propuestas solidarias», afirmó Seco.
Sostuvo que «todo este trabajo valió la pena», porque remarcó que «ahora surgen las propuestas proactivas de las empresas ante una situación como esta de la pandemia».
«En un momento en el que los gobiernos hacen frente a una situación inédita, está bárbaro contar con iniciativas proactivas desde las empresas», concluyó el funcionario.