Sigue el drama de las inundaciones en Chaco y el pronóstico es poco alentador
Sigue el drama de las inundaciones en Chaco y el pronóstico es poco alentador.
El drama de las inundaciones en Chaco no cesa: cientos de evacuados, un millón y medio de hectáreas productivas afectadas y un estimado de 11.000 millones de pesos en pérdidas económicas. Pero esto no es lo peor: las lluvias y el clima extremo podrían extenderse al menos hasta julio por la influencia de El Niño, la corriente cálida del Pacífico. En el contexto de millonarias pérdidas, el presidente de la Fundación Vida Silvestre, Manuel Jaramillo, explicó que el desmonte del bosque nativo ha contribuido a que la situación se vuelva crítica. Además, el fenómeno de temperaturas elevadas combinadas con agua estancada hace temer la aparición de dengue y en paralelo comienzan a aparecer enfermedades relacionadas con las inundaciones.
Así lo indican los pronósticos del Servicio Meteorológico (SMN) que registró en esa provincia el octavo abril más lluvioso de los últimos 59 años. “Las lluvias estuvieron concentradas en el este de Chaco. La mala noticia es que se espera que siga lloviendo con la corriente El Niño activa, que en esa zona aumenta las probabilidades de tormentas y lluvias extremas”, explicó a Infobae Cindy Fernández, vocera del SMN.
Este fenómeno climático se suma a la saturación que sufren las napas por los anegamientos registrados en noviembre del año pasado y en los primeros meses del 2019. Esta es una problemática que tiene toda la zona del Chaco americano a causa del uso del suelo y la expansión de la frontera agropecuaria. Para darse una idea, el récord de lluvias de abril se registró en Formosa, provincia vecina y se puede apreciar en los mapas que los pronósticos no son nada alentadores.
El panorama también es complicado en áreas urbanas y agropecuarias. Los distritos más comprometidos son Las Breñas, Pinedo, Charata, Hermoso Campo, y Gancedo. Por caso, según el SMN, en lo que va de mayo Resistencia lleva 159 milímetros de lluvia acumulada; mientras que en Roque Sáenz Peña cayeron 85 milímetros y en Formosa, 170 milímetros.
Humberto Ramírez Arbo, un ingeniero agrónomo que trabaja hace años en la zona entre Resistencia y Formosa, contó a Infobae que hoy sólo se ve agua al costado de la ruta: “Hoy mismo hubo unas lluvias torrenciales en la zona. Eso afecta también al ganado, los caminos, a todo. Ya mismo debería estar funcionando una oficina de coordinación en la provincia para solucionarlo, al menos mitigar lo que está pasando”.
El experto contó que siguen de cerca el comportamiento de El Niño y coinciden en que el panorama a mediano plazo no es bueno: “En el año 1998 se conformó un comité de emergencia tanto para las inundaciones provocadas por el desborde del río como las causadas por la lluvia. En una sola oficina, que no es más que la coordinación de las agencias, se pueden tomar rápidamente las decisiones. Ya debería estar en marcha un organismo similar”, indicó y aclaró que aún se espera el reporte oficial de daños del gobierno provincial y el INTA.
Ramírez Arbo también se refirió a la necesidad de generar articulación con las fuerzas vivas: “Hay que tratar de los problemas que quedan después de las inundaciones. Hay que pensar que el 80 por ciento de los ingresos por la cosecha no se van a generar, los posibles quebrantos de empresas e industrias. Todo eso hay que atenderlo”.
Marcelo Repetto, ministro de la Producción de Chaco detalló a la prensa que las lluvias de los últimos meses superaron todos los registros históricos. Indicó que los cultivos tradicionales de Chaco – girasol, algodón, soja, maíz y sorgo – fueron afectados por las inundaciones y que, según los cálculos del gobierno provincial, “estos cultivos hacen una superficie de un millón y medio de hectáreas cultivadas”. “De estas, hoy 470.000 hectáreas están perdidas”, expresó.
“En lo cuantitativo es muy significativo. Estamos hablando de una pérdida en la provincia de 11.000 millones de pesos entre los cultivos que se perdieron y las superficies afectadas que se dejaron de trabajar, de sembrar. Es un impacto enorme”, dijo el funcionario.
Aunque las inundaciones en las áreas urbanas se desagotan en 24 o 48 horas los daños materiales son grandes: “Es más difícil de cuantificar, pero hay grandes daños. Hace 15 días, por ejemplo, se volvió a inundar el hospital. El agua se desagotó bastante rápido porque los ríos estaban muy bajos, pero sólo fue gracias a los cauces naturales”, indicó el ingeniero agrónomo.
Manuel Jaramillo, presidente de la Fundación Vida Silvestre, explicó a Infobae que el desmonte del bosque nativo ha contribuido a que la situación se vuelva crítica: “Ha provocado que las napas se acerquen cada vez más a la superficie y, al no tener poder de absorción el agua caída empieza a acumularse. Cuando se combina este fenómeno con lluvias extremas, llegan estas tremendas inundaciones”, graficó. De hecho, la fundación realizó un trabajo con el INTA que alerta sobre este problema.
Enfermedades e inundación
El fenómeno de temperaturas elevadas combinadas con agua estancada también hace temer la aparición de dengue: “En Formosa hay cientos de casos ya y pueden llegar a ser más. Tenemos que estar preparados”, sostuvo Ramírez Arbo.
Paralelamente, comienzan a aparecer enfermedades relacionadas con las inundaciones. Así lo confirmó Maira Cardozo, del Servicio de Pediatría del hospital 4 de Junio al diario Norte: “Las lesiones en piel son lesiones que las vemos siempre en el hospital, no es que aparecieron ahora por las inundaciones, pero es algo que se da mucho en la época de verano. Y ahora sí, producto de la humedad y del agua acumulada, vemos más casos que de costumbre”.
Respecto de los potenciales casos de gastroenteritis aguda, aseguró que en las últimas semanas crecieron las consultas por niños con diarrea producto del agua, por lo que se recomendó que “por más que sea potable se debe hervir el agua para consumo humano”.
Además recomendó que si se detecta diarrea continua, no debe darse ningún tipo de infusiones y, en el caso de que el niño no se alimente de manera normal y las pérdidas sean abundantes, se debe consultar con un profesional.