Sigue la polémica por la decisión del Concejo de retirar imágenes religiosas
La decisión del Concejo Municipal de encomendar el retiro de imágenes religiosas de edificios públicos sigue generando fuertes contrapuntos y cuestionamientos en el arco político local. En tal sentido, el concejal de Cambiemos, Carlos Cardozo, apuntó con dureza a la conducta que adoptó el socialismo en este debate legislativo.
«El mismo socialismo que avaló la instalación de una cruz gigante en el Camino de los Granaderos (es la cruz del padre Ignacio), expresión de cultura religiosa con la que estamos totalmente de acuerdo, votó el jueves por un pedido a la provincia de algo que ni siquiera se legisla en la ciudad: no hay ordenanza que impida imágenes religiosas en edificios municipales», criticó Cardozo.
«Los concejales de izquierda que votaron el retiro de imágenes religiosas, de cualquier religión, en edificios públicos son consecuentes con sus ideas. Al que no entendemos es al socialismo, que vota esto y cuando le conviene se pone una remera para inaugurar una cruz en el Camino de los Granaderos, que es un lugar tan público como cualquier hospital o escuela pública provincial», destacó.
«Desde Cambiemos votamos en contra porque pensamos que lo espiritual, de todas las religiones, forma parte de nuestra cultura fundacional, y que en lugar de retirar símbolos debemos permitir al credo que lo desee intervenir, si es con respeto, en donde quiera», resaltó el edil. Y advirtió que «todos los años la grey hebrea instala su candelabro para el Janucá en lugares públicos de la ciudad, la iglesia protestante alemana celebra su fiesta de la Selva Negra, y un grupo de vecinos devotos de la Virgen María levantaron un pequeño altar en el cantero central de bulevar Seguí, sin que la Municipalidad haya, hasta ahora, intentado demolerlo».
El concejal de Cambiemos fue muy duro con el oficialismo local. «Esta es la doble vara permanente del socialismo en todos los temas con debate público complejo. Es una metodología que nos ha llevado al gris y la medianía en la gestión de la Municipalidad, por que ahora se toma una postura para que todos queden contentos, en una cuestión que tiene que ver con la fe, pero de la misma forma se evitan otros conflictos que generan posiciones fuertes, y es por eso que todo el tiempo intentan evitarlos», lanzó Cardozo.
Vale recordar que el Concejo aprobó el jueves pasado un proyecto en el que le solicita al gobierno provincial que, a través de los ministerios de Educación y Salud, se retiren las imágenes religiosas instaladas en escuelas y hospitales públicos pertenecientes a la provincia de Santa Fe, en la ciudad de Rosario.
Según los impulsores de esta acción legislativa, entre los que se encuentra la concejala Celeste Lepratti, del Frente Social y Popular, con la ordenanza se pretende «garantizar el efectivo cumplimiento de los principios de libertad religiosa y de conciencia» y «certificar el carácter laico de la educación pública».
«Esta propuesta busca garantizar el trato igualitario de cultos para avanzar en la construcción de una agenda pública no basada en la moral, sino en los derechos ciudadanos», subrayó Lepratti, quien resaltó que «la separación entre la Iglesia y el Estado fue una batalla que se dio en diferentes momentos, durante mucho tiempo» .
Los bloques que se opusieron al proyecto fueron Cambiemos, el edil Osvaldo Miatello (Compromiso por Rosario) y el Partido Demócrata Progresista. Sin embargo, a pesar de la división de opiniones en la sesión, se aprobó por mayoría reglamentaria.
Rechazo de la Iglesia
En tanto, frente a esta decisión del Palacio Vassallo, representantes locales de la Iglesia expresaron su profundo pesar. El vicario general del Arzobispado de Rosario, Emilio Cardarelli, destacó la sensación de «dolor y tristeza» por la determinación del Concejo, y remarcó que «nuestra identidad está atravesada por la presencia de Cristo».
Cardarelli confió que la ordenanza aprobada por el Concejo generó «mucho asombro» y causó «dolor y tristeza». En el mismo sentido, el vicario general recordó que la Constitución de Santa Fe establece que «la religión de la provincia es la católica, apostólica y romana, a la que le prestará su protección más decidida, sin perjuicio de la libertad religiosa que gozan sus habitantes».
Además, le solicitó a los concejales que, en lugar de «distraer sus energías en un tema como éste», direccionen su acción legislativa hacia «normas sabias y prudentes que contribuyan a la erradicación del narcotráfico, la drogodependencia, y la violencia que asolan la ciudad, o el tema alimentario».
La Capital