Siguen sin encontrar a 159 desaparecidos por el derrumbe de Miami
Los rescatistas pudieron dar este viernes con los cuerpos sin vida de cuatro personas y continúan la búsqueda de otros 159 desaparecidos por el derrumbe del Champlain Towers de Miami. Sin noticias de los 9 argentinos que estaban en la torre.
Un total de 159 personas, entre ellos nueve argentinos, continuaban hoy desaparecidas tras el derrumbe de un edificio de doce pisos reportado el jueves en Miami, mientras los socorristas rescataron los cuerpos sin vida de cuatro personas en su arriesgada tarea bajo la montaña de escombros a la que quedó reducida la construcción.
«Desafortunadamente, esta noche fue muy difícil. Hay cuatro personas que fallecieron y aún no tenemos datos de 159 personas que son buscadas por sus familiares. Lo que sí sabemos es que podemos contar a 120 personas como rescatadas», dijo la alcaldesa de Miami Dade, Daniella Levine Cava.
Agregó que la cifra de personas buscadas «cambia continuamente» por los llamados de familiares que perdieron contacto con personas que pudieron haber estado en la zona del derrumbe.
El colapso fue reportado el jueves a las 2 cerca de Miami Beach, en un edificio ubicado a pocas cuadras de la zona denominada como «la pequeña Buenos Aires», donde residen numerosos argentinos que emigraron en 2001. Se trata del complejo Champlain Towers, localizado en calle 88 y Avenida Collins, en Surfside.
La Cancillería argentina, por su parte, indicó que se sigue buscando a nueve argentinos que estaban alojados en ese edificio, mientras las autoridades de Paraguay revelaron que seis personas de ese país tampoco fueron encontradas desde el derrumbe.
Janet Agüero, una sobreviviente que se encontraba en el piso 11, contó hoy cómo logró salir junto a otros del edificio, y dijo que «el garaje siempre estaba inundado».
En diálogo con TN, contó que en el momento en que estaba sucediendo el derrumbe, ella dormía junto a su esposo y sus hijos miraban televisión en el living en su departamento del piso 11, contiguo a la parte del complejo que se estaba derrumbando.
«El movimiento fue lo que nos despertó y nuestro hijo nos dijo que ya había sido la tercera vez que sentía algo raro, que algo no estaba bien», explicó.
«Yo pensaba en tomar mi teléfono, ir a mi coche e irnos lejos del edificio porque pensamos que era un terremoto, pero al salir al pasillo vimos que a la izquierda nuestra iba desapareciendo el departamento, ya no estaba», agregó.
«No había electricidad, fuimos por escalera, que también se había derrumbado un poco, salimos por el garaje, nos encontramos con una señora mayor, de 88 años, pudimos sacarla, y también había cuatro o cinco personas más con nosotros en la escalera tratando de salir», relató.
El rabino argentino Mario Rojzman, que oficia en un templo a 30 cuadras del edificio derrumbado en Miami, destacó -en diálogo telefónico con Télam- que se tomará dimensión de la tragedia «cuando se sepan las edades de muchas de las 159 personas que están desaparecidas», al aludir a la juventud de sus moradores.
Desde que se conoció el derrumbe, Rojzman acompaña a los concurrentes a su sinagoga Beth Torah a la espera de novedades de sus familiares, incluidos algunos de los argentinos desaparecidos.
El rabino dijo que en esos días «fue el funeral de un chico muy joven de la comunidad», por lo que «muchos jóvenes se aglutinaron en ese edificio y justo pasó esta tragedia».
El complejo Champlain Towers, localizado en Surfside, es «un edificio muy juvenil», donde algunas familias judías argentinas «tenían departamentos y los chicos los usaban para el fin de semana», describió.
Por otro lado, en la cuenta de Twitter @Breaking911 se informó que «el gobierno federal de EE.UU. envía expertos a Surfside, Florida, para ver si el colapso de un edificio de condominios debería desencadenar una investigación más amplia que podría afectar los códigos de construcción».
Al respecto, arquitectos y especialistas argentinos coincidieron en que «sería inviable» un hecho como el que ocurrió en Miami en los edificios de la costa atlántica bonaerense, dadas las diferencias de suelos.
En diálogo con Télam, el vicepresidente del Colegio de Arquitectos de la Provincia de Buenos Aires, Claudio Moretto, remarcó que «las condiciones del suelo son totalmente diferentes en Miami que en nuestra costa, incluso hay diferencias entre Mar del Plata y Santa Teresita, no tienen las mismas características».
Por su parte, el expresidente de Estudiantes de La Plata, Enrique Lombardi, autor de los proyectos de los estadios de Estudiantes, Independiente y Santiago del Estero, dijo no conocer «en profundidad el suelo de Miami», aunque destacó «una condición similar y es que el salitre corroe y deteriora el hierro que forma las estructuras».
«Hoy se construye distinto a lo que se hacía 40 años atrás. En Miami, a los tres metros se encuentra una capa de agua y por eso las fundaciones hay que hacerlas a 12 metros y con sistemas diferentes», agregó.
El arquitecto Carlos Marchetto, director de Obra y miembro del Consejo Profesional de Arquitectura y Urbanismo (CPAU) afirmó que «el edificio avisa», y agregó que las construcciones frente al mar necesitan de un mantenimiento y de un profesional que los revise periódicamente.
«La forma de construir en la Argentina combina hormigón y acero en el armado de las verticales que van a descargar las presiones del edificio hacia el suelo. En el caso de los Estados Unidos, generalmente usan los perfiles de hierro para las dos cosas, como una forma de construcción rápida», explicó.
«El hormigón es muy noble, ya que le da un elemento rígido a la estructura que rápidamente da señales cuando tiene alguna falla, fisuras, avisando cuando una construcción va a colapsar», explicó Marchetto.
En cuanto al caso de Miami, el arquitecto no descartó que «esos edificios, con el mar cercano, al acecho de huracanes y tifones, con agua salada metiéndose en todos los huecos de la estructura, algo de esto pueda haberlo afectado también».