Tensión en el Congreso: corridas, piedras y gases antes del inicio de la sesión en Diputados
Los incidentes comenzaron frente a la plaza del Congreso minutos antes del inicio de la sesión en Diputados en la que el oficialismo buscará conseguir los votos para sancionar la reforma previsional que modifica el cálculo de aumento de haberes de los jubilados.
Hubo corridas y empujones en las filas de los manifestantes que lanzaron piedras por encima de las vallas que protegen al palacio legislativo y hacia donde se encontraba la Policía. Un extenso vallado, camionetas, carros hidrantes y más de 600 efectivos de la Gendarmería y la Policía Federal se encuentra resguardando el edificio sede del Poder Legislativo.
Durante los incidentes, la Gendarmería dejó inconsciente al diputado del FpV Matías Rodríguez de un golpe en la cabeza. En tanto, a la diputada Mayra Mendoza le tiraron gas pimienta en la cara y tuvo que ser asistida en un bar de las inmediaciones del Congreso.
En ese contexto, la Asociación Bancaria (AB) que lidera Sergio Palazzo realiza un paro general de 24 horas en la totalidad de las sucursales del Banco de la Provincia de Buenos Aires (Bapro), sin concurrencia a los lugares de trabajo, en rechazo de «la decisión de la gobernadora María Eugenia Vidal de liquidar los derechos jubilatorios» del personal de la entidad.
Un comunicado gremial firmado por Palazzo y el secretario nacional de Prensa del gremio, Eduardo Berrozpe, en representación de la conducción nacional, explicó que los trabajadores del Bapro se concentrarán desde las 11 en la casa matriz de la entidad para marchar hacia la Legislatura platense, en tanto el resto de los empleados de la totalidad de las entidades financieras se movilizarán hacia el Congreso Nacional.
«En línea con las decisiones del presidente Mauricio Macri, la gobernadora Vidal decidió liquidar los derechos jubilatorios de los bancarios del Bapro, una conquista histórica que los trabajadores construyeron con aportes superiores a los actualmente vigentes en el ámbito nacional y con participación en la administración de su Caja. El proyecto que envió a la Legislatura significa la elevación de la edad jubilatoria de 60 a 65 años, una brutal rebaja del haber y las pensiones y una reducción del directorio a tres miembros para asegurar su control en manos de dos representantes del gobierno», puntualizaron.
Los dirigentes gremiales añadieron que esos dos representantes oficiales serán designados por el Ejecutivo provincial y el directorio del Bapro, «lo que disolverá los organismos de control de la Caja», y enfatizaron que esa determinación es también consecuencia de «la extensa desfinanciación de la Caja a partir de las múltiples tercerizaciones para cubrir tareas normales y habituales del convenio colectivo» laboral.
Palazzo y Berrozpe dijeron además que la decisión fue adoptada en un momento de «elevada rentabilidad de la entidad financiera» y que forma parte de «un ajuste que prepara la privatización, el verdadero objetivo de la gobernadora Vidal».
En tanto, los dos principales gremios docentes de la provincia de Buenos Aires -FEB y Suteba-realizan un paro en rechazo a la reforma previsional y en defensa del Instituto de Previsión Social (IPS) bonaerense ante la posibilidad de que el gobierno provincial modifique el régimen previsional.
También adhirió a la jornada de protesta el Sindicato Argentino de Docentes Privados (Sadop) que conduce María Lazzaro, según un documento firmado por el secretario de Comunicación y Prensa, Gerardo Alzamora.
En este marco de protestas, cabe recordar que el Consejo Directivo de la CGT lanzó un paro nacional para el viernes y una marcha este jueves en contra de la reforma previsional. La medida se decidió en una reunión convocada de urgencia este jueves tras conocerse el llamado a sesión en diputados para sancionar la iniciativa del oficialismo. Se suma a la huelga y movilización convocada por las dos CTA.
Tras el encuentro en la sede de Azopardo 802, en la que se establecieron los pasos a seguir en los próximos días, fuentes gremiales afirmaron a ámbito.com que «si bien los tiempos del poder Legislativo son otros, no podemos estar esperando».