«Tiziana era una chica muy dulce, llena de proyectos y soñaba siempre con el futuro»
Cuando anoche trascendió la noticia del asesinato de una nena de 14 años en Magallanes al 2700, la maestra Silvana Trigo se estremeció. El crimen de la adolescente se sumaba a una saga de homicidios que conmovió a la ciudad y, en especial, a los barrios, donde la gente vive atemorizada. Cuando una colega docente le informó del nombre de la víctima rompió en llanto. Ticiana Espósito había sido su alumna durante tres años. «Era una chica muy dulce, llena de proyectos y soñaba siempre con un futuro», contó la docente.
La vida breve de Tiziana se apagó ayer por la noche, cuando sujetos que se movilizaban en un taxi abrieron fuego contra varias casas de Magallanes al 2700, en la zona oeste de la ciudad. Estaba en el interior de su casa lavando los platos cuando una bala le dio en la cabeza. Murió camino al hospital.
Tiziana era alumna de segundo año del Colegio Nuestra Señora de La Rocca, en Camilo Aldao y Cerrito, a pocas cuadras de su casa. En esa escuela hizo la primaria y estaba cursando la secundaria. Ahí también asiste un hermanito de la chica asesinada. Desde anoche la comunidad educativa está devastada ante una nueva vida joven que le arrebata la violencia. Hoy, a las 12, las y los docentes de la escuela se reunieron junto a vecinos frente a la institución para rezar un Rosario y pedir justicia por el crimen.
“Desde Sadop Rosario acompañamos el dolor y el pedido de justicia de la familia de Ticiana Espósito y abrazamos a toda la comunidad educativa del colegio Nuestra Señora de La Rocca, que con pesar despide a una querida alumna”, posteó esta mañana el sindicato docente en sus redes sociales.
Silvana Trigo fue maestra de Ticiana de quinto séptimo grado de la primaria. «Estamos todos muy consternados ante la pérdida de Ticiana, que era una nena muy dulce y siempre tenía cosas nuevas para compartir con sus compañeros», dijo la docente a La Capital. «Era una nena muy feliz, y como la primaria la compartimos con la secundaria siempre se asomaba por el salón a saludarme. Siempre mirando y soñando con un futuro», agregó.
Los recuerdos se agolpan en la mente de la maestra de primaria de Ticiana. Como cuando en clases hablaba de sus sueños y de su admiración hacia su mamá y hacia su papá. O cuando en séptimo grado, previo al viaje de estudios, le pidió decir las palabras de despedida para sus compañeros. También los recuerdos en el aula: «Siempre estaba con una sonrisa. Y cuando explicaba algo y ella no entendía algo se ponía la lapicera en la boca y miraba para arriba. Entonces yo sabía que tenía una pregunta», recordó la maestra.
Su hermanito también asiste a La Rocca y Ticiana y, tal como contó la docente, era muy feliz con él. «¡Ay seño¡, si yo soy terrible, mi hermanito es más», le decía la adolescente festejando risueña las travesuras de su hermano.
El dolor y la impotencia atraviesa por estas horas al barrio y a la comunidad educativa de Nuestra Señora de La Rocca. Silvana, su maestra de primaria, así lo resume: «Estamos transitando un momento difícil. Tanta incertidumbre ante la inseguridad y que nos arrebaten así a nuestros chicos que que año tras año acompañamos en esta etapa de crecimiento es terrible. Te sacan una parte del corazón, porque a nuestros alumnos los llevamos en el corazón. Por eso creo que la única manera de honrar la corta vida de Ticiana es pedir Justicia. Porque le truncaron la vida».
La Capital de Rosario