Otro vehículo cayó bajo su púa, esta vez el que fuera de Yule Pirro, fallecido copropietario de Paralelo32/Victoria.  En la lista también figura un carnicero que posee local en esa cuadra, empleados de la imprenta, periodistas, y sigue.

El miércoles último se radicó una nueva denuncia por rayones a un automóvil estacionado sobre calle Italia, a metros de dónde quince días atrás recibiera un daño similar el vehículo de uno de los periodistas de Paralelo 32. Esta vez le tocó en suerte a la propietaria de la Librería Los Gráficos, Gilda Gerstner, quien estacionó el automóvil que fuera de su esposo Yule Pirro, fallecido copropietario de Paralelo32/Victoria.

Estos últimos casos vienen a engrosar una lista de casi diez vehículos que en distintos días y horas estacionaron en la cuadra delimitada entre Chacabuco y Montenegro, una cuadra complicada desde que se cobra estacionamiento en un área céntrica, en este caso en calle Chacabuco.

Fue el miércoles último, entre las 17:00 y las 20:00 cuando la damnificada estacionó su Fiat Palio color verde agua sobre la margen derecha de calle Italia, casi Chacabuco. No había garaje obstruido ni una razón lógica para que este desequilibrado/a vuelva a hacer de las suyas rayando la totalidad de los laterales de la unidad modelo 2008.

La familia hizo la denuncia inmediatamente, y dejó asentada su preocupación al conocer que no se trata de casos aislados, ni contra este Semanario, sino que un carnicero de esa cuadra, y otros vecinos más, también han sido víctimas de esta persona inescrupulosa.

Ya en esta semana, desde la Fiscalía se comunicaron telefónicamente con uno de nuestros periodistas para advertirle que no se seguiría investigando el caso de daño en su vehículo, aduciendo falta de elementos suficientes para continuar la investigación. Pero este nuevo daño abrió una luz de esperanza para que la Justicia intervenga.

Según explicó el oficial de turno a los denunciantes, el nuevo Código no permite actuar a la policía, y es la Fiscalía quien ahora tiene las facultades para comenzar una investigación o actuar de oficio, si considera que se trata de un caso atendible.

Quizás si todas las personas que sufrieron daño hicieran la denuncia (aunque ya hay dos hechas en menos de quince días), esta posibilidad de dar con el culpable de los rayones a los autos estacionados en la vía pública no quedaría a la buena de Dios. Confiamos en la Justicia para que esto no se transforme en la ley de la selva, y que el/la o los culpables paguen por sus actos vandálicos.

Estacionamiento medido

La hipótesis de que sea un vecino que reside en esa cuadra cobra fuerza a partir de la ubicación de estos vehículos en un espacio que está liberado al estacionamiento medido.

Este Semanario también consultó al Secretario de Seguridad y Protección Civil de la Municipalidad, quien prometió ocuparse, y tampoco descartó esta idea de que sea un vecino de esa cuadra, que al no poder estacionar su automóvil descargue su furia de esa manera, para acobardar a los que allí estacionan y “hacerse lugar para el suyo”.