Uno por uno los diez puntos económicos del principio de acuerdo del Gobierno con el FMI
Imagen de archivo de una de las reuniones virtuales entre las autoridades argentinas con las del Fondo Monetario Internacional para destrabar el acuerdo logrado ayer.
“Alcanzamos un entendimiento para un marco macroeconómico”, dijo el ministro de Economía, Martín Guzmán, al brindar los detalles del principio de acuerdo que el Gobierno alcanzó con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Menos financiamiento del Banco Central al Tesoro, metas de déficit fiscal y acumulación de reservas, acuerdos de precios y salarios para intentar contener la inflación y estabilidad cambiaria sin saltos devaluatorios son algunas de las claves que confirmó el funcionario.
A continuación, los diez puntos económicos que explican el principio de acuerdo entre el Gobierno y el FMI.
1) Déficit fiscal
“El primer bloque es el fiscal”, afirmó Guzmán, quien dijo que el acuerdo “no inhibe la continuidad de la recuperación económica” y permite que el gasto “crezca en términos reales de forma moderada”. En ese marco, el programa con el FMI establece una meta de déficit primario del 2,5 por ciento del PBI para 2022 (fue 3 por ciento en 2021), que cae al 1,9 por ciento en 2023 (año de elecciones presidenciales) y al 0,9 por ciento en 2024. “Se plantea una reducción gradual del déficit fiscal sobre la base de una economía que se recupera. Se logró que la Argentina pueda llegar a un acuerdo sin que haya una política de ajuste”, celebró Guzmán.
2) Emisión monetaria
Como parte del sendero de reducción del déficit primario, el Gobierno también se comprometió a frenar ‘la maquinita’ del Banco Central. Como planteó Guzmán, el plan establece un freno a la reducción de la asistencia monetaria al Tesoro, que en 2021 implicó una emisión de pesos por el equivalente al 3,7 por ciento del PBI. “Se apunta a que en 2022 sea del 1 por ciento del PBI, que en 2023 esté en 0,6 por ciento del PBI y que en 2024 sea cercano a cero, para converger a una situación donde no haya más financiamiento monetario”, dijo Guzmán, sobre un esquema que luce exigente, al considerarse que la asistencia del BCRA resultó en 2021 el principal mecanismo del Tesoro para cubrir sus necesidades de gasto.
3) Tasas de interés
En este punto, Guzmán insistió en la necesidad de “desarrollar el mercado de capitales local” para lo cual definió que se avanzará hacia una “estructura de tasas de interés reales que redunde en valores positivos, de modo de fortalecer la demanda de activos en nuestra moneda”. En otras palabras, tasas de interés por encima de la inflación para intentar desalentar la demanda de dólares y así poder “seguir trabajando en la reconstrucción del mercado de deuda en moneda local”.
4) Las reservas del Banco Central
A su vez, detalló que el acuerdo establece una meta de acumulación de reservas, “que es importante para favorecer la resiliencia en el frente externo y contribuir a la estabilidad de las expectativas”. En ese sentido, la pauta para 2022 es que las reservas del BCRA crezcan en US$5.000 millones. Con respecto al frente cambiario, Guzmán insistió en que el acuerdo no incluye cambios significativos y apunta a generar estabilidad. “No habrá ningún salto cambiario”, dijo Guzmán, quien anticipó que se mantendrán el cepo y las medidas de controles de capitales. También afirmó que no se plantearon compromisos o exigencias en torno a reformas jubilatorias, laborales o privatizaciones de empresas. “Se mantendrán todos los derechos de los jubilados”, dijo Guzmán.
5) Políticas de precios
En cuanto a la inflación, el ministro insistió en que se trata de un proceso “multicausal”, con “múltiples factores que la explican” y que deben ser atacados “en simultáneo”. En ese sentido, se refirió a la necesidad de contar con dólares para enfrentar el pago de las importaciones, que se incrementan cuando la economía crece. “Es importante contar con divisas para seguir creciendo sin chocar con el problema de falta de reservas que redunda en inestabilidad cambiaria e inflación”, insistió Guzmán. En ese punto, ratificó que continuará la apuesta del Gobierno por los “acuerdos de precios”. “Van a tener un rol importante”, dijo Guzmán, quien afirmó que estas medidas sirven para ordenar y alinear expectativas.
6) Cronograma de pagos
Entre los puntos pendientes del acuerdo está el nuevo cronograma de pagos para que la Argentina devuelva los US$44.500 millones recibidos en el marco del acuerdo stand-by firmado en 2018. Según detalló Guzmán, eso se establecerá en el memorándum de entendimiento que deberá ser ratificado por el Congreso y el directorio del FMI. Mientras tanto, el plan acordado comprende un plazo de dos años y medio, en el cual el FMI realizará desembolsos (y reintegrará los compromisos previos ya cancelados) a la Argentina para que pueda enfrentar los vencimientos del cronograma original. Es decir, el FMI girará al país fondos equivalentes a los incluidos en el acuerdo stand-by, para que se cancelen los pagos pendientes (entre 2022 y 2024), a la espera de la definición de un nuevo cronograma. Según detalló Guzmán, este esquema incluye 10 revisiones trimestrales, tras las cuales el FMI concretará cada desembolso.
El nuevo calendario de pagos implicará extender los plazos de devolución, al pasar de un acuerdo stand-by (2018) al actual acuerdo de facilidades extendidas. Si bien restan los números finos, Guzmán anticipó que existirá un plazo de cuatro años de gracia. “Los vencimientos empiezan en el año cuarto y terminan en el año 10″, aseguró.
7) Tarifas
“El tema súper de fondo será el cambio en subsidios económicos. Las tarifas tendrán más progresividad”, dicen en el Gobierno al explicar por dónde pasará el cambio en materia de política económica y la progresiva reducción del déficit. En esa misma línea se ubica el FMI, que en el comunicado difundido hoy indicó: “Acordamos que una estrategia para reducir los subsidios a la energía de manera progresiva será fundamental para mejorar la composición del gasto público”. De todas maneras, aún no está claro cómo será el ajuste de las tarifas y las magnitudes de los incrementos, más allá del anunciado esquema de segmentación de usuarios que todavía no se completó. Luego de las subas de un dígito de 2021, el Gobierno había dejado trascender que el plan era ejecutar aumentos del 20 por ciento en marzo. Esa cifra se mantiene casi 20 puntos porcentuales por debajo de la inflación esperada para 2022 y complicaría los planes de reducción de los subsidios, uno de los rubros de mayor incremento en el gasto público el año pasado.
8) Metas de inflación
Más allá de los acuerdos de precios o la intención de establecer tasas de interés reales positivas, en el Gobierno no se definieron pautas o metas de inflación. El comunicado del FMI menciona el tema como uno de los pilares del programa, pero no explicita objetivos concretos. Este punto será otro de los temas a definir a medida que continúen las conversaciones entre los equipos técnicos de Economía y el staff del FMI.
9) Financiamiento
Con un límite a la asistencia monetaria del Banco Central del 1 por ciento del PBI, el desafío para el Gobierno es como cubrir ese 1,5 por ciento de déficit primario restante. La apuesta es a incrementar el peso del financiamiento del mercado doméstico con mayores tasas de interés. De todas maneras, otro de los puntos donde el Gobierno buscará aportes es entre organismos multilaterales (BID, Banco Mundial, Banco de Desarrollo de América Latina, entre otros). “Tendremos financiamiento neto positivo por encima de los niveles registrados en los últimos años, y esto solamente era posible con un acuerdo con el FMI”, dijo Guzmán, quien de todas formas no compartió números y dijo que habrá definiciones próximamente. La otra fuente de financiamiento que buscará el Gobierno será entre sus “socios internacionales”, tanto en giros de fondos como en aportes para obras de capital, infraestructura o inversión. “Coincidimos en que la asistencia financiera adicional de los socios internacionales de la Argentina podría ayudar a fortalecer la resiliencia externa del país y sus esfuerzos para afianzar un crecimiento más inclusivo y sustentable”, añadió el FMI en su comunicado.
10) Brecha cambiaria
Acerca de la brecha cambiaria, en el Palacio de Hacienda señalan que los economistas del Fondo no creen que el tipo de cambio oficial, que está en torno a $105, esté atrasado. Esta es la justificación detrás de la declaración de Guzmán de que “no habrá ningún salto cambiario”. Se espera entonces que siga el crawling peg, pero hay que ver si se mantiene la misma estrategia de devaluar el peso a un ritmo menor que la inflación. Según el equipo del ministro, cerrar la brecha requiere de una “metodología más holística” y señalaron que los fondos internacionales, “que vinieron a la Argentina durante el gobierno anterior a hacer carry-trade son los que generan presión en la brecha”. Por lo tanto, parte de las negociaciones con el FMI incluyen buscar una forma de darles salida parcial a esos fondos de una manera más ordenada, como se hizo en octubre de 2020, cuando el Tesoro licitó dos bonos en dólares, en medio de la disparada de la brecha cambiaria.