¿Se puede comer sano y pasarla bien? Sí, por supuesto, sin prohibiciones pero con moderación, te contamos cómo podés organizarte.
Durante las vacaciones suele aumentar la exposición de los chicos a alimentos ricos en grasas y azúcares Foto: Shutterstock
Durante las vacaciones suele aumentar la exposición de los chicos a alimentos ricos en grasas y azúcares 

Para los chicos el hecho de no tener que ir a la escuela por dos semanas puede ser equivalente a participar de quince festejos de cumpleaños seguidos: ellos quieren comer cosas ricas y aprovechan en cada salida a pedir de todo, sin medida. Pero… ¿a cuántos locales de hamburguesas y papas fritas los vamos a llevar? ¿Cuántas golosinas, helados, pochoclos y gaseosas les vamos a habilitar?

Lo cierto es que, como señala la licenciada nutricionista Melany Carlovich, (MN 8102), durante las vacaciones suele aumentar la exposición de los chicos a alimentos ricos en grasas y azúcares. Además, está como factor contraproducente, el tiempo excesivo que pasan sentados en el sillón frente a las pantallas y en muchos casos, la interrupción de los programas habituales de actividad física.

“Solemos relacionar las vacaciones y el momento de descanso a los placeres culinarios, y esos suelen venir de la mano del consumo de aquellos alimentos que deberían ser de carácter opcional; sin embargo en tiempos de descanso se vuelven de consumo diario”, señala la especialista del centro médico Crenyf. También observa que en las meriendas y colaciones solemos consumir grandes cantidades de galletitas, snacks salados, golosinas, chocolates, alfajores, aumentando así el consumo de grasas, azúcar, sodio y conservantes. Por otro lado, en almuerzos y cenas abundan los guisos, pastas, comidas calientes con mucho contenido de carnes y cereales y poco contenido de verduras y frutas. 

¿Entonces cómo podemos cuidar la alimentación en las vacaciones?

Comprar los alimentos en familia. Elegir alimentos saludables y ricos que estén a disposición para los momentos de ingestas: cereales sin azúcar, verduras y frutas, huevos para hacer budines y tortas, harinas integrales, carnes magras, yogures, quesos.

Cocinar con los chicos recetas saludables. Llenar la heladera, alacena y la casa de alimentos saludables, caseros y hechos con los chicos. Preparar budines de frutas y verduras de estación, dips de diferentes alimentos para comer como snacks con verduras (hummus, palta, dip de zanahoria, de calabaza).

Porciones chicas y pochoclos compartidos. Cuando vayan al cine o al teatro y compren algo para comer, elijan los tamaños mínimos de pochoclos, bebidas o chocolates, digan NO a las porciones extragrandes y adicionales. Una buena idea es llevar bolsitas y dividir el balde de pochoclos entre todos así a cada uno le queda su porción individual. Elegir bebidas sin azúcar y pequeñas.

Menos pantallas, más movimiento. Limitar el uso de  los dispositivos electrónicos como el celu, la tablet, la tele y la play, reducirá las horas de sedentarismo y la exposición a alimentos ricos en azúcares y grasas. Suplantar las pantallas por juegos de mesa, de ingenio, de pensar. Así, aunque los chicos estén sentados, siguen activos con el pensamiento y la cabeza en acción.

Que salir a comer no sea el programa. Que la salida no sea ir a merendar o tomar un helado, sino ir a la plaza o andar en bici y luego se puede merendar en casa o afuera.  De este modo podremos disfrutar de la compañía y el placer de estar juntos sin obligaciones.