El cordobés llegó bien temprano, desayunó con el grupo y el personal del club como todas las mañanas, se vistió con la ropa de entrenamiento, ya sabiendo que ésa sería la última vez que se viera con los colores de Boca. La práctica sí que no fue una más: estuvo rodeada de saludos, de sonrisas, de despedidas y también de alguna que otra selfie con la mayoría, pero principalmente con su gran amigo Carlos Tevez.

¿Cómo sigue el fin de semana para AbilaEl punta viajará en estas horas a Córdoba para no sólo reencontrarse con su familia, sino también para despedirse debido a que el lunes, en principio, abordaría un vuelo hacia Estados Unidos. Eso sí, todavía restan algunos detalles para que se haga efectivo y formal su acuerdo con el Minnesota, aunque a Oléle contaron que «se va a hacer, está arreglado».