YPF sería el motivo de una disputa interna entre Massa y Cristina Fernández
No es la Jefatura de Gabinete, ni la Anses, ni la Agencia Federal de Inteligencia (AFI). El bastión más preciado para el Frente de Todos es, al menos por ahora, la petrolera YPF.
YPF y la puja por el control.
Por alcance local e internacional, oportunidades de negocios y exposición pública. Y un nombre aparece como el más interesado por controlarla: Sergio Massa, según reconstruyó La Nación a partir de los testimonios de una docena de interlocutores.
Massa ya expresó su interés por colocar al presidente de la petrolera después del 10 de diciembre, según cuentan desde el equipo de Alberto Fernández. O fue el candidato presidencial quien lo tentó con esa posibilidad para que se sumara al frente, según cuentan junto al exintendente de Tigre. En cualquier caso, YPF fue parte del ida y vuelta, mientras que Massa, a través de un intermediario, contactó a sus actuales autoridades.
La respuesta de Cristina
Al tanto del interés de Massa por la petrolera, la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner tomó la iniciativa.
Le pidió un análisis sobre cómo se encuentra YPF y una propuesta sobre qué pasos deberían darse para fortalecerla a Miguel Galuccio, quien lideró la petrolera durante los últimos tres años y medio de su gestión.
Junto a Galuccio confirmaron el contacto con la expresidenta. Lo caracterizaron como «conversaciones profesionales y técnicas para contribuir en el desarrollo del país, y en la estrategia del futuro de YPF». Así y todo aclararon que Galuccio «no tiene aspiraciones de volver a YPF».
«Toda la energía de Galuccio está puesta en su propia compañía, Vista Oil&Gas, que creó en 2017 y que hoy ya opera en Vaca Muerta», indicaron junto al ejecutivo petrolero, que mantiene una relación «profesional y no política», según aclararon, con Fernández de Kirchner.
Pero ¿por qué pidió la exmandataria un reporte a Galuccio? Por dos motivos. Porque la ve a YPF como el activo decisivo que, bien gerenciado y con los socios internacionales correctos, resultaría vital para sacar a la Argentina de su crisis actual. Y porque teme que «con Massa desembarquen Vila, Manzano y Brito», sintetizó un interlocutor habitual de Fernández de Kirchner. Es decir, el empresario Daniel Vila; su socio y exministro del Interior menemista, José Luis Manzano, y uno de los dueños del Banco Macro, Jorge Brito.
«Aunque sorprenda a algunos, la que está resguardando a YPF es ella [en alusión a Fernández de Kirchner], poniéndole un límite a Massa», afirmó un miembro del círculo íntimo de Alberto Fernández. «Ella también fue quien, durante su presidencia, paró los apetitos de De Vido (Julio), Moreno (Guillermo) y La Cámpora después de sacar a los españoles y a los Eskenazi», recordó.
Cabe recordar que Miguel Galuccio es el empresario de origen paranaense, recomendado por el ex gobernador Sergio Urribarri a la ex presidenta, cuando se reestatizó YPF. Galuccio presidió la compañía petrolera desde 2012 hasta abril de 2016.
La relación con el banquero
Durante su gestión, la expresidenta también mantuvo distancia de Brito, quien sí tejió una relación fluida con Néstor Kirchner y terminó procesado por la Justicia por su presunto rol en el «caso Ciccone». Es, además, uno de los dueños de las tres empresas que trasladaron 290 veces en vuelos privados a Massa entre 2014 y 2018. ¿Quiénes son algunos de los otros dueños o miembros del directorio de esas empresas? El financista Ernesto Clarens y el lobista Jorge «Corcho» Rodríguez, también procesados por presunta corrupción y lavado.
Según afirman entre quienes la rodean, Fernández de Kirchner también expresó su malestar sobre algunos de los nombres que comienzan a circular para presidir YPF de la mano de Massa.
Entre ellos aparece el extitular de la Anses Diego Bossio, que en 2016 se abrió del kirchnerismo. «Cristina es una etapa superada», afirmó, para tres años después volver sobre sus palabras y sumarse al Frente de Todos.
Junto a Massa niegan, sin embargo, que haya pedido controlar YPF para respaldar al binomio Fernández-Fernández. «Sergio no pidió YPF; fue parte del ofrecimiento. Para que fuera más tentador. Lo que Sergio pidió fueron lugares en las listas de legisladores porque sabe que en esos puestos, como las presidencias de YPF o de la Anses, con el mismo decreto que designan al presidente pueden limitarte sus atribuciones», argumentó uno de sus máximos colaboradores.
Por su parte, tanto Daniel Vila como José Luis Manzano negaron cualquier vínculo o ambición vinculada a YPF. «No tengo interés ni estoy involucrado en energía o petróleo. El que tiene intereses en esos temas es mi socio, Manzano», dijo Vila a La Nación, en tanto que el otrora ministro del Interior de Carlos Menem devenido empresario aclaró que tiene «inversiones en Vaca Muerta desde 2006», pero negó cualquier posible negocio vinculado a YPF. «Cero. Nada que ver», enfatizó Manzano.
La postura de Nielsen
En la danza de nombres que giran para presidir YPF también aparece el del exsecretario de Finanzas de Kirchner Guillermo Nielsen, quien por estas horas termina de darle forma a un proyecto de ley para potenciar algunas aristas financieras de YPF y fijó su posición sobre la petrolera en Twitter.
Fue a mediados de agosto, cuando calificó como «impresentable» la decisión del presidente Mauricio Macri de congelar el precio de los combustibles. «Hay que cuidar YPF, que tiene entre sus accionistas a unos 130 fondos de inversión que van a ser necesarios para el desarrollo del sector en los próximos años. No se le fija el precio desde el Gobierno», escribió.
Pero mientras Nielsen asesora a Alberto Fernández en los temas financieros más calientes de la campaña, como también en sus contactos iniciales con el Fondo Monetario Internacional (FMI), Sergio Massa intenta apurar el tranco de su supuesto desembarco en la petrolera. A través de un intermediario pidió reunirse durante los próximos días con el actual presidente de YPF, Miguel Gutiérrez. ¿Quién actúa de puente? El operador y lobista multiterreno Gustavo Cinosi.