El fundamento de nuestro diálogo, les dijo el Papa a los 55 miembros de la organización judía estadounidense que lo visitaron en El Vaticano, «es teológico, y no simplemente expresión de nuestro deseo de respeto y estima recíprocos, por lo tanto es importante que nuestro diálogo esté siempre marcado por la conciencia de nuestra relación con Dios».

Además del diálogo, está la acción, y por eso Francisco subrayó que judíos y cristianos pueden actuar juntos «para la construcción de un mundo más justo y fraterno», e hizo especial referencia a los pobres y sufrientes y, como recuerda el libro del Éxodo, a la protección de la viuda, del huérfano y del extranjero. «Es una tarea que nos ha confiado Dios, un auténticodeber religioso«, subrayó.

«Es necesario transmitir a las nuevas generaciones el patrimonio de conocimiento recíproco, de estima y de amistad construido en estos años gracias incluso al compromiso de asociaciones como la vuestra», les dijo el Papa a sus visitantes. «Auspicio por lo tanto que el tema de las relaciones con el judaísmo permanezca vivo en los seminarios y en los centros de formación de los laicos católicos, así como confío que incluso entre las comunidades hebraicas y los jóvenes rabinos crezca el interés por el conocimiento del cristianismo».

Francisco les recordó que el «punto de referencia imprescindible» para la «relación con nuestros hermanos mayores» sigue siendo aun hoy la Declaración Nostra aetate del Concilio Vaticano II. Es a partir de ese documento, del que se cumplirá el 50 aniversario el año próximo, que se ha desarrollado con renovado vigor la reflexión sobre el patrimonio espiritual que constituye el fundamento del diálogo entre cristianos y judíos.

Jorge Bergoglio ha sido siempre muy activo en ese diálogo y es coautor, con su amigo el rabino argentino Abraham Skorka, de un libro –Sobre el cielo y la tierra– que reproduce los diálogos que han mantenido ambos sobre temas teológicos. Y hace poco tiempo, ahora como Papa, recibió a una delegación de rabinos de Argentina en Casa Santa Marta.

Skorka, además, lo acompañará en el viaje que hará Francisco a Tierra Santa del 24 al 26 de mayo próximos. Precisamente con una referencia a ese viaje cerró el Papa su audiencia con el American Jewish Committee: «En algunos meses, tendré la dicha de ir a Jerusalén, allí donde –dice el Salmo- todos nosotros hemos nacido y donde todos los pueblos convergerán un día. Acompáñenme por favor con su oración, para que este peregrinaje dé frutos de comunión, esperanza y paz. ¡Shalom!».