Empieza el jardín, ¿termina la lactancia?
Son decisiones personalísimas. Se sabe que la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) recomiendan como imprescindible la lactancia materna exclusiva durante los seis primeros meses del recién nacido. Y aconsejan seguir amamantando -a partir de los seis meses y al mismo tiempo que se ofrece al bebé otros alimentos complementarios- hasta un mínimo de dos años.
Ahora bien, hay madres que al momento de volver al trabajo mantener la lactancia les resulta dificultoso por no contar con las condiciones para extraerse leche de manera higiénica e íntima, o bien por no tener el tiempo en su lugar de trabajo o simplemente no querer hacer toda la logística que implica extraerse leche fuera de casa. También hay otras que la sostienen esperando lo que se conoce como «destete natural».
Cuando la mamá trabaja y el bebé se queda al cuidado de alguien en su casa, tal vez la cosa «fluya» de mejor manera. Las dudas se plantean con más intensidad cuando el niño va a una guardería o jardín maternal.
Ahí es cuando en aquellas mamás que todavía amamantan la pregunta se vuelve recurrente: ¿es cierto que una vez que el bebé se escolariza ya es muy difícil sostener la lactancia materna? ¿Cómo hacer para que el comienzo de la guarderías no atente contra el sostenimiento de la lactancia?
La doctora Luciana Meni Battaglia, pediatra del Hospital General de Niños Pedro de Elizalde, aclaró que «es falsa la idea de que con la escolarización hay que poner punto final a la lactancia», sin embargo recomendó organizarse: «Es importante prever la nueva situación y probar previamente con el bebé y la persona que lo va a alimentar, el tipo de vasito o mamadera que se va a usar para administrarle la leche materna para una mejor adaptación».
Un consejo que suele funcionar es que «la adaptación a la mamadera» la haga el padre, una abuela o tía y no la madre, a los efectos que el niño sepa que la madre le da el pecho y cuando no está mamá alguien le dará la mamadera.
«COMO LA PRODUCCIÓN DE LECHE ESTÁ ÍNTIMAMENTE RELACIONADA CON LA DEMANDA, MIENTRAS HAYA EXTRACCIÓN DE MANERA FRECUENTE LA GENERACIÓN NO SE DETENDRÁ»
Otra de las claves para no destetar a los bebés que asisten a guarderías y jardines maternales es que la madre haya empezado a sacarse leche con anticipación, de manera de tener un buen stock almacenado en el freezer y/o la heladera. «Como la producción de leche está íntimamente relacionada con la demanda, mientras haya extracción de manera frecuente la generación no se detendrá», aseguró Battaglia, quien recomendó que «los fines de semana se puede optar por continuar con la libre demanda para satisfacer las necesidades tanto físicas como emocionales de ambos».
Las autoridades sanitarias nacionales e internacionales y los expertos en nutrición infantil insisten en la necesidad de fomentar la práctica de la lactancia materna durante los primeros dos años de vida de un bebé. Si bien por sus beneficios nutricionales, inmunológicos y para el desarrollo infantil nada puede superar a las cualidades protectoras de la leche materna, en los casos en los que esta no sea posible o por algún motivo resulte insuficiente, la mejor opción es reemplazarla o suplementarla con una fórmula infantil.
La especialista recordó que «antes de que el niño cumpla un año hay que evitar la introducción de leche de vaca como así también la de cabra, oveja, de arroz o soja». Los expertos en nutrición infantil recomiendan no introducir leche de vaca en la alimentación de un niño hasta que no haya cumplido el año de vida «ya que contiene un alto contenido de sodio, excesiva cantidad de proteínas y escaso aporte de hierro y de ácidos grasos esenciales. El consumo frecuente de leche de vaca antes de los 12 meses puede tener implicancias negativas en la salud de los niños, como anemia, sobrecarga renal y lesiones intestinales».
Una ley que promueve la lactancia materna, un avance
Por medio del decreto 22/2015, con fecha 7 de enero pasado, el Poder Ejecutivo reglamentó y puso en vigencia la Ley Nacional N° 26.873, de Promoción y Concientización Pública sobre la Lactancia Materna, que es el mejor principio para una vida saludable.
Tras la entrada en vigor de esta ley, el entonces ministro de Salud de la Nación, Juan Manzur había declarado que «favorecer la lactancia materna es una política de Estado y un tema de salud pública».
«Muchas de las enfermedades más comunes, y a veces, más serias en los niños pequeños resultan menos frecuentes y menos graves en aquellos amamantados por sus madres. Y también, en caso de tener una enfermedad respiratoria o una diarrea, se recuperan más fácilmente y en menos tiempo que los niños alimentados con fórmulas», puntualizó por su parte Nicolás Kreplak, subsecretario de Medicina Comunitaria, Maternidad e Infancia de la cartera sanitaria nacional.
En ese sentido, la reciente norma vino a ordenar acciones específicas de promoción de la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses y de la lactancia materna continuada de los seis meses a los dos años o más. Junto a esas acciones, recomienda una alimentación complementaria adecuada y oportuna; y la difusión y accesibilidad a la información, en especial de las mujeres embarazadas, a quienes se debe hacer conocer la importancia de su estado nutricional y el de sus hijos.
En efecto, la lactancia materna es el mejor principio para una vida saludable. La leche de madre no sólo contiene todos los nutrientes que el niño necesita, sino que es en sí misma un tejido vivo, incomparable con cualquier fórmula de leche artificial. Además, es la única que contiene anticuerpos que protegen a los niños de muchas enfermedades. No presenta riesgos de contaminación, favorece el vínculo entre la mamá y el bebé, así como la salud de los dos, en el presente y en el futuro.
La ley prevé igualmente la promoción y apoyo a la creación de Centros de Lactancia Materna y Bancos de Leche Materna.
Para lograr estos objetivos, la ley estipula promover la capacitación del personal de salud en todos los temas relacionados con la lactancia y la alimentación del niño pequeño; el relevamiento de indicadores; el desarrollo y divulgación de proyectos de investigación y la adhesión de los distintos efectores a las iniciativas Hospital y Centro de Salud Amigo de la Madre y el Niño.
Una novedosa iniciativa contenida en esta ley, a instancias del Ministerio de Salud de la Nación, se refiere al apoyo a la madre trabajadora en período de lactancia y al establecimiento de «Espacios Amigos de la Lactancia» en los lugares de trabajo, que comenzó a divulgarse y extenderse entre empresas y empleadores de distinta envergadura.
¿Qué es un Espacio Amigo de la Lactancia?
Un Espacio Amigo de la Lactancia Materna es un local o un área con privacidad dotado de las comodidades necesarias para que las mamás puedan extraerse leche y conservarla a la temperatura adecuada hasta su horario de salida, de forma que la persona que cuida a su bebé pueda administrársela al día siguiente durante su ausencia.
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