Muñecas con ‘curvas’: nuevos modelos estéticos a la hora de jugar
El debate sobre el aspecto que tienen las Barbies ya no es un tema menor. Es que se ha comprobado que estas muñecas no se parecen en nada a la contextura física de la mayoría de las mujeres. Es por eso que el artísta gráfico Nickolay Lamm, instaló un nuevo paradigma con una ‘Barbie normal’, con medidas de una joven de 19 años a la que llamó «Lammily».
El diseñador tomó una talla mucho más real y se animó a plasmar en sus muñecas diversas formas para hacerlas más «humanas». Lamm usó desde pegatinas de tatuajes, celulitis, estrías, moretones, acné, pecas, lunares, yesos y picaduras de mosquitos hasta cicatrices. «Hay distintos cuerpos naturales y hermosos. Es bueno mostrarlos a todos».
Pero esta tendencia de idear juguetes más cercanos a la realidad sigue creciendo y cada vez gana más terreno. Es una forma de «protesta» hacia lo artificial que funciona como un llamado de atención a la sociedad para reflexionar sobre qué es considerado adecuado en cuanto a estereotipos y qué no.
Cómo impacta ‘la silueta’ en los más chicos
Todo esto reaviva la polémica de la hipersexualización de juguetes. La psicoanalista Ana Zabala explica a Infobae que todo incide en los niños, sobre todo en los primeros años. «Todo lo que implique vestimenta de adulto y rasgos que tengan que ver, por ejemplo, con maquillaje exagerado, influye en la idealización y posterior identificación, por eso es muy superior e importante que las muñecas vuelvan a un estado natural y muestren la verdadera esencia de los juguetes».
Con ese disparador, son muchos los que empezaron a tomar cartas en el asunto. Un caso a destacar es elde la australiana Sonia Singh, quien a raíz de haber sido despedida de su trabajo, se dedicó a restaurar muñecas Bratz de segunda mano que compraba en tiendas de objetos reciclados. Su propósito fue darles un aspecto más natural del que tenían originalmente.
A Sonia Singh se le suma Mariette Louise, también australiana y diseñadora de moda y publicidad quien desde chica soñó con crear algo que transmitiera sensación de calma y realización. En diálogo con Infobae explica que su objetivo detrás de su creatividad ha sido siempre «dejar algo nuevo, más hermoso de lo que era antes».
La inquietud comenzó en 2014 cuando, junto a su esposo, comenzaron a buscar muñecos para uno de sus hijos. Esa aventura los decepcionó rápidamente. La mayoría de las Barbies tenían maquillaje, peinados excesivos y una mirada «hacia la nada». A partir de ese momento se propuso crear algo que reflejara mejor la niñez.
¿Cómo volverlas más reales?
El proceso es sumamente detallista. Lo primero que se realiza en esta ‘transformación’ es limpiar la muñeca, ya que al tener uso previo, necesita un tratamiento más especializado. Luego se saca la brillantina y pintura de la cara para ver «la verdadera personalidad de los juguetes», señala Mariette. El paso siguientes es arreglar el cabello, cortarlo y volverlo a pintar.
La segunda parte inicia con el vestuario, que reflejá la nueva personalidad. «Lo mejor es que ahora estoy usando muñecas descartadas y viejas, que habían terminado en un basurero, por lo cual me genera más pasión», agrega.
«Creo que en nuestra sociedad, nos guste o no, estamos siendo constantemente expuestos a imágenes sexualizadas desde una edad muy temprana. Lo que intento crear con este trabajo es una especie de balance al proveer una alternativa diferente para no tener que conformarse con los estándar actuales de belleza que imponen que para creerte atractiva, valorada y ser especial debes ser de una determinada forma«, concluye Mariette.
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