En el 70% de los accidentes sobre la traza urbana intervienen motociclistas, prevaleciendo edades de entre los 13 y los 17 años. Este es un dato de varios más que discriminó el oficial Marcelo Duarte (*) tras analizar las estadísticas policiales del 2015. 

En el marco de las actividades alusivas al 182º aniversario de la Policía, el área Criminalística difundió a través de un folleto a color un resumen de los resultados de la estadística anual de accidentes en el Departamento, con intervención de la fuerza. “Es oportuno aclarar que concurrimos al lugar del hecho cuando hay lesiones leves, graves o muerte, y por ello este análisis no representa el total de situaciones que se producen en la ciudad. En años anteriores fue el 50%, ya que ante toques, roces o daños materiales únicamente, no toma intervención esta dependencia, delegando esta tarea a la Municipalidad”.

De igual manera, Victoria por su densidad de población y parque automotor está muy por arriba de la media de la accidentología vial nacional. Y es que paradójicamente, ciudades como Buenos Aires –según el entrevistado– tienen en proporción indicadores más bajos de accidentes en el radio urbano que los nuestros en Entre Ríos. “Fundamentalmente porque hay una mejor comprensión del tránsito,  la gente acata la señalética y tiene otra conciencia vial”.

Un dato que refuerza esta afirmación es que el 90% de los accidentes en Victoria no tienen como protagonistas a foráneos, pese a la cercanía con Rosario, de las más grandes en densidad de Argentina y que regularmente nos visitan, y tampoco a turistas de otros puntos del país. “Esto habla mal de nosotros, pero es así. El que viene de afuera, y a mí me pasó, toma los recaudos porque es una ciudad con una traza antigua, ochavas cerradas o inexistentes en algunos sectores, no se puede pasar a 40 km. por hora presumiendo que no viene otro vehículo… hay una confianza en esta estructura vial que termina por jugar en contra”.

En el pasado año Criminalística contabilizó 160 casos (un 3% fueron fatales), “años anteriores la tasa era bastante alta, llegando a 250 nosotros y un número similar la Municipalidad”.

Desde 2009 Duarte analiza variables de la matriz de datos para tener indicadores concretos de cómo se comporta el tránsito en Victoria, identificar puntos críticos y ponerlos a disposición de sus superiores. “Esto nos permitió afirmar que 2015 fue el año donde menos siniestros se produjeron en el radio urbano y sobre la Ruta Provincial Nº 11 (en el sistema están cargados datos desde 2007). En el último caso, habla muy bien de la tercera vía para camiones, mejora en la cinta asfáltica, señalética y las banquinas”.

— ¿Ustedes trazan un comparativo con localidades de mayor densidad poblacional en la provincia, para contrastar porcentajes por ejemplo con Paraná o Concordia?

_  “No se hace la comparativa porque no hay gente que haga estadística, es un dato triste pero es la realidad. Si los hubiera y se pudieran cargar más datos a la matriz, mejores resultados se obtendrían; la estadística sirve entre otras cosas para predecir fenómenos”.

Asimismo, el funcionario policial remarcó que las provincias que más alta tasa de accidentes (relacionando población y parque automotor) son Chaco, Santiago del Estero y Catamarca. “las provincias del norte tienen poco parque automotor y baja densidad de habitantes, sin embargo la tasa de accidentes es elevada en esta proporción”.

Calles con más accidentes

— Hace al menos seis años el Concejo Deliberante promovió un proyecto Municipal de colocar espejos en las ochavas críticas para mejorar la visibilidad del conductor que circulaba por la mano contraria. Más allá de que fuimos los mismos victorienses los que nos encargamos de destruir ese avance en la visibilidad, ¿cuáles son hoy las calles donde hay más accidentes?

_ Todos los siniestros que hemos cargado desde 2007 están en un mapa que denominamos ‘mapa accidentológico’. Un color por cada año se va agregando y así podemos distinguir las calles donde se dan más siniestros. En un momento el que mayores puntos negros registró fue el acceso al Quinto Cuartel (bvard. Moreno, Bvard. Brown e Intendente Cudini), y la gente llegó a cuestionar la obra que se hizo para reencausar el tránsito, pero con el tiempo hoy podemos afirmar que tenemos tasa cero en ese emplazamiento.

Esto viene a colación de lo que hablamos antes, la gente de Buenos Aires está más acostumbrada a otra infraestructura vial, y están muy atentos a la cartelería, el ciudadano del interior no, se le pone un cartel o una curva distinta a la que está acostumbrado y no sabe para dónde tiene que salir. Es la verdad”.

— ¿A qué se debe?

_ Y es una mezcla de falta de educación y concientización.

Duarte reconoce además que las sendas sobreelevadas en el micro centro significaron un antes y un después en los accidentes en las intersecciones de esas calles involucradas “porque además de redirigir al peatón a cruzar por allí, actúan como reductor de la velocidad en los automóviles. Y no es que se disminuyeron los accidentes en esos lugares, se eliminaron”.

Entre los lugares conflictivos que aún quedan por resolver están la intersección de Perón y el Bulevar, donde ahora se colocó un semáforo intermitente; y una cuadra más arriba, en inmediaciones de cancha de Sarmiento, donde confluyen varias arterias, “sector donde se anunció una ciclovía que seguramente ayudará a redireccionar el tránsito. Pero la calle más conflictiva, tanto en 2015 como años anteriores es Laprida en todas sus intersecciones; y a nivel bulevard el rótulo es para Moreno, superando en siniestros a la Costanera Pedro Radío.

— ¿Qué explicación hay para esas calles donde por visibilidad parece imposible colisionar, sin embargo se dan siniestros con regularidad y en más de una ocasión lo protagonizan dos motociclistas?

_ “El tema de la motocicleta es un fenómeno caótico que trasciende a Victoria, y desde hace varios años vino a complicar aún más la circulación. En los últimos 7 u 8 años el porcentaje de participación de la motocicleta en el accidente oscila entre el 60 y el 70%: moto con moto, con auto, camioneta, con ciclistas, con peatón, etc. etc.  En 2015 nos dio el 71% de participación, y hemos tenido años de 77 y 78 %, y prevalecen edades entre 13 y 17 años”.

Otro punto que el entrevistado destaca es que muchas de esas motocicletas que están al mando de menores, son de una cilindrada más elevada a la que la licencia le permite por su edad”.

En el folleto también se resalta que son más hombres que mujeres los que protagonizan accidentes. “Hay dos cuestiones, en las estadísticas da un 75% de participación de hombres, pero para tener una data más certera es bueno saber cuántas licencias se entregan a cada sexo; porque también creo que el sexo masculino es el que más conduce, por distintas profesiones y oficios donde prevalecen desde taxis, transporte de carga y de personas, fuerzas de seguridad, etcétera”.

También reconoce que la mujer es más cuidadosa en la conducción, y respetan más las normas.

— Hay nichos donde se ha creado una mala fama, uno es el taxista, ¿qué dicen las estadísticas sobre esto?

_ Nosotros discriminamos la unidad de taxi y remís, como también lo consideramos al móvil policial. Si bien hay ciertas conjeturas respecto del primer grupo, en los números no hay una prevalencia del taxistas, es más, no hubo más de 10 siniestros en el año con participación de estos vehículos, y un poco menos del segundo grupo. Lo que hay que considerar aquí es que se trata de móviles que están en la calle una porción de tiempo mucho mayor a la media. Atentos a la cantidad de horas que circulan en el día, insisto, no prevalecen. Aquí también es notable el hecho de las motos, porque quizás no están muchas horas en la calle, pero su nivel de participación es diametralmente opuesto.

Velocidad

El desarrollo de altas velocidades incide directamente en las consecuencias, a la par de esto, hay que reconocer que los vehículos traen más elementos de seguridad (ABS, control de estabilidad, etc.). “Basta con ver los crash test donde se muestran los impactos de vehículos contra paredes u otras superficies rígidas donde se destruye gran parte del mismo, pero lo que no se difunde tanto es que esta práctica se desarrolla a 64 km por hora, imaginemos lo que pasa a 120km/h ó 130 km/h, que es lo que maneja el argentino promedio.  También es oportuno decir que los vehículos hoy están hechos para destruirse y absorber gran parte del impacto”.

La policía no puede medir actualmente un impacto frontal, pero Duarte nos aclara que sí lo llegan a hacer cuando se produce un derrape y posterior vuelco. “Con los indicios del terreno y aplicando fórmulas, podemos determinar bastante certeramente la velocidad que traía la unidad al momento del siniestro, y esas velocidades promedia 130/140 km por hora”.

(*) Docente universitario (UADER) de Criminalística y Accidentología Vial. Funcionario de carrera en la Policía de Entre Ríos, se desempeñó en el área de Criminalística en ciudades Diamante, Paraná y actualmente cumple ese rol en Victoria.

Fuente: Paralelo32.com.ar