Con millones de dólares en un convento
En la madrugada de ayer, el hombre que durante doce años acompañó a Julio De Vido en Infraestructura fue detenido con bolsos con cerca de 8 millones de dólares no declarados dentro de un convento. Está preso por portación de armas y lavado de dinero.
El ex secretario de Obras Públicas, José Francisco López, fue detenido ayer en un convento de General Rodríguez cuando, según él, pretendía entregar como donación cuatro bolsos y una valija llena de millones de dólares no declarados, además de euros, algunos yenes y ryales –la moneda de Qatar– y seis relojes de valor. “Me dijo que robó, que va a ir preso y que antes de ir preso nos quería donar lo que traía”, declaró judicialmente una de las dos monjas, mayores de 90 años, que viven en el monasterio de Nuestra Señora de Fátima. La versión de la supuesta donación resulta asombrosa y abona la sospecha del Ministerio de Seguridad bonaerense: los funcionarios, encabezados por Cristian Ritondo, tienen datos de que López escondía dinero allí y que no era la primera vez, por lo que perros de la Afip intentaban anoche determinar si había más plata escondida. Hasta el cierre de esta edición, la fiscal Alejandra Rodríguez no había asentado el valor total de lo incautado porque los billetes estaban húmedos, de manera que no fue posible contarlos a máquina. A ojo, a los funcionarios les pareció que la suma llegaría a cerca de ocho millones de dólares. El procedimiento, que figura en el acta policial como Aprehensión se inició con una llamada al 911, supuestamente de un vecino que está identificado. Eso ocurrió a las 3 de la mañana. Como es obvio, tanto la fiscal Rodríguez como el fiscal federal Federico Delgado y el juez Daniel Rafecas dan por sentado que se trata de dinero proveniente de hechos de corrupción, o sea originados en las obras que se adjudicaron durante su gestión entre 2003 y 2015, siendo segundo de Julio De Vido en el Ministerio de Infraestructura. Por eso López está detenido y lo seguirá estando.
El apresamiento del ex funcionario produjo ayer una enorme conmoción y reacciones de todo tipo (ver aparte). López es tucumano, se recibió de ingeniero y fue a probar fortuna a Santa Cruz. Allí trabajó en el municipio de Río Gallegos, cuando el intendente era Néstor Kirchner, luego pasó a la provincia cuando el ex presidente fue elegido gobernador y finalmente fue designado en Obras Públicas desde el principio del mandato de Kirchner. Desde su puesto, una ubicación clave en Infraestructura, tenía relaciones con todas las constructoras argentinas y extranjeras.
López será llevado a declarar hoy ante la fiscal Rodriguez que, por ahora, lo tiene imputado por portación ilegal de arma –llevaba una carabina Sig Hauer calibre 22, con la portación vencida– pero también por lavado de dinero. Este último delito es federal, por lo que la fiscal se declarará incompetente y le pedirá al juez de Garantías que envíe el expediente a la justicia federal. Sin embargo, es muy probable que se dé prioridad al delito de enriquecimiento ilícito, por la cantidad de dinero con la que se encontró a López. En esa materia ya hay una causa abierta en Comodoro Py y ayer el fiscal Federico Delgado le pidió al juez Daniel Rafecas que ordene la detención de López. El magistrado libró la orden correspondiente por la tarde y decidió que el ex funcionario sea llevado a Comodoro Py mañana a la mañana. La situación de López es más que difícil porque, además, no tiene ni remotamente declarados bienes compatibles con la cifra que le encontraron ayer. En su última declaración dijo contar con un patrimonio de dos millones de pesos y nada en moneda extranjera.
Llamada
Todo lo ocurrido ayer plantea numerosos interrogantes que llaman la atención. En primer lugar, la llamada al 911, realizada por un vecino del monasterio. Según las fuentes policiales, Oscar escuchó unos ruidos en el convento y por eso dio cuenta a la policía que, según parece, llegó en menos de tres minutos. En las propias fuentes policiales creen poco en la versión original ya que no les parece que desde la vivienda del vecino se puedan escuchar los movimientos de una persona moviendo o tirando bolsos con dinero. La hipótesis más extendida es que agentes de inteligencia venían investigando y siguiendo los pasos de López y fueron los promotores de la llamada.
Un dato que no se condice demasiado con lo ocurrido es que está probado que López tenía la llave del convento, de manera que en teoría no necesitaba tirar nada por encima de ningún muro.
Relación
El vínculo del ex funcionario con el monasterio proviene de la relación que López mantenía con Rubén Di Monte, arzobispo emérito de Luján-Mercedes, que vivió en el convento hasta su muerte, en abril pasado. López solía ir en forma muy habitual, al menos dos veces por mes.
Di Monte ocupó puestos de importancia en la Iglesia desde la época de la dictadura y siempre se enroló en los sectores eclesiásticos más conservadores. Tras la muerte del arzobispo, López seguía concurriendo al monasterio.
Donación
Según declaró ayer una de las dos monjas que viven en Nuestra Señora de Fátima el ex funcionario las ayudaba, sobre todo con el mantenimiento del convento, pero que nunca les dio dinero. En la versión que dio ante la fiscal, la monja sostuvo que López se presentó en la madrugada y les dijo que había robado, que iría preso y que por ello les donaba todo ese dinero.
La versión es inexplicable, según sostienen los que conocen a López y que piensan que tiene un problema de depresión o algo similar:
– Está claro que las monjas no hubieran podido hacer nada con ese dinero, en moneda extranjera.
– La lógica indicaba que las monjas de inmediato hubieran hecho la denuncia.
– Por lo tanto, tarde o temprano la supuesta donación terminaría con López preso.
Pese a todo, la fiscal Rodríguez aceptó la declaración de la monja e imputó provisoriamente a López por lavado de dinero, a raíz de que trató de transformar dinero negro en blanco, a través de la donación.
Ocultamiento
Aunque no lo dicen públicamente, las autoridades del Ministerio de Seguridad piensan que en verdad López no iba a donar nada, sino que utilizaba el monasterio como lugar de ocultamiento del dinero. Y que tenía la ayuda de alguien. Esa es la razón por la que anoche se seguía buscando plata en el predio, incluso utilizando perros de la Afip. Un dato clave es el ya señalado de que tenía una llave del monasterio.
Aún así, el movimiento parece extraño. Quienes conocen al ex funcionario dicen que López tiene domicilio en el Tigre y se ve que alguien le hizo creer que estaban por allanar su vivienda y que lo iban a meter preso. La hipótesis es que por esa razón decidió sacar el dinero de donde lo tenía escondido para llevarlo a General Rodríguez. Eso explicaría que los billetes estuvieran húmedos: tal vez los tuvo ocultos en algún lugar de gran humedad. En principio, los fajos no provenían de un enterramiento porque ni los bolsos ni la valija ni los propios fajos tienen demasiada tierra.
Por supuesto que los amigos de López piensan que actuó la mano de los servicios de inteligencia convenciendo al ex funcionario de que estaba cercado. Desde el punto de vista judicial no hay ninguna causa en la justicia federal que pusiera a López en una situación límite ni a punto de ser allanado o detenido. Como es habitual, quienes estuvieron cerca de López creen que en esa operación de inteligencia estuvo el resucitado ex jefe de Operaciones de la SIDE, Horacio Jaime Stiuso.
Como es obvio, hasta los amigos admiten que nada de eso saca de la escena el hecho concreto y básico: se le encontró una cantidad injustificada de dólares en efectivo casi seguro originados en hechos de corrupción.
Rumbos
Durante la mañana de hoy, la fiscal Rodríguez le tomará declaración indagatoria a López en General Rodríguez. Está claro que le preguntará por el origen del dinero, por un recibo de cambio de dólares por yuanes en Beijing, por la relación con el monasterio y otros hechos concretos surgidos de lo encontrado ayer. El ministro Ritondo dijo que incluso hubo una tentativa de coima, o sea el delito de cohecho.
La idea es que después la fiscal se declare incompetente y señale que el lavado de dinero es materia federal. Quien tomará las decisiones será el juez de Garantías de Mercedes, Gabriel Castro, quien probablemente tome dos decisiones:
– Remitirá una parte del expediente, la que tiene que ver con lavado de dinero, al juez federal de Mercedes. La versión es que el magistrado mercedino rechazará la competencia.
– Castro también decidiría que López sea trasladado a Capital Federal y puesto a disposición de Daniel Rafecas por la causa de enriquecimiento ilícito. En verdad Rafecas sólo tenía un expediente en que se imputó a López por enriquecimiento entre 2003 y 2008, pero ayer hubo una nueva denuncia, que también cayó en el juzgado de Rafecas, por lo que el magistrado estará a cargo de la totalidad de la causa.
Habrá que ver qué declara López, tanto en General Rodríguez como en Comodoro Py. Es posible que a través de los medios le ofrezcan beneficios para que declare tal o cual cosa, pese a que cualquier reducción en las penas sólo puede ser concretada en el juicio oral. Cuando declare deberán verse las pruebas que aporte y todo indica que las bolsas de dólares lo llevarán a una larga estadía en prisión. Seguramente lo de ayer no es el final sino el principio de una historia turbulenta.
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