Por agresión a uno de los jueces se suspendió el partido de Atlético Paraná
El Decano perdería puntos ante All Boys tras la suspensión del partido. El juez de línea fue lastimado en la cabeza con una moneda arrojada desde una de las tribunas del estadio Mutio.
La terna arbitral se retira del campo de juego luego de haberse suspendido el partido.
Un desenlace inesperado. Nada hacía prever que el partido de anoche en el estadio Pedro Mutio iba a tener un final abrupto y lamentable. Dentro de la cancha todo se estaba desarrollando con absoluta normalidad. Faltaban más de diez minutos para el final del encuentro entre Atlético Paraná (31 unidades) y All Boys (49), por la 40ª fecha del torneo de la Primera B Nacional. Pero algo extrafutbolístico sucedió para que no se llegase al minuto 90 de juego.
Se jugaban 33’ del complemento y un inadaptado que estaba ubicado en el sector de la tribuna que da a calle Maciá, tuvo la desacertada idea de arrojar un proyectil (sería una moneda) que impactó en la cabeza del asistente Martín Bustos y le produjo un corte en su cuero cabelludo.
Inmediatamente se dirigió hacia el centro del terreno de juego y allí el árbitro Ariel Penel constató la herida por lo que tomó la rápida decisión de suspender el cotejo, que estaba igualado 0 a 0. El asistente fue atendido por el médico del plantel de barrio San Martín, Gustavo Gumpel, quien le realizó las curaciones pertinentes en zona de vestuario y de allí se retiró cerca de las 21 sin brindar declaraciones a la prensa.
Pero el que sí habló brevemente fue el árbitro Penel, quien solamente explicó: “Suspendí el partido a los 33 minutos del segundo período por la agresión que recibió uno de mis asistentes. Tiene un corte significativo en el cuero cabelludo”, luego agregó que “se elevará el informe correspondiente y después decidirá el Tribunal de Disciplina de la AFA”.
Por lo tanto, el enfrentamiento entre el Decano y el Albo quedó inconcluso con el resultado 0 a 0. Aunque con la magnitud de lo sucedido, seguramente, el Tribunal de Penas le dará por perdido este partido al Gato y no se descartaría otro tipo de sanciones deportivas.
Lo concreto es que ese energúmeno perjudicó a la entidad de barrio San Martín en todos los aspectos, porque además de perder las unidades del cotejo de ayer, no se descarta la quita de más puntos y suspensión de la cancha en futuros compromisos en el estadio Pedro Mutio. El equipo de Paraná está en una delicada situación en la tabla de los promedios, al borde del descenso. La única esperanza que le quedaba era el milagro de ganar los siete partidos y que se caigan otros rivales en esa lucha por la permanencia. Y este hecho no hace más que acelerar los tiempos para que se produzca lo que no se quería y terminar de sepultar la ilusión del verdadero hincha Rojiblanco.
En una batalla deportiva como es la de pelear por mantenerse en la segunda divisional del fútbol argentino hay que morir de pie, con la frente en alto, peleando en la cancha jugando a la pelota, y no usando como método agresiones cobardes que no hacen más que ir en contra de los propios intereses y manchar la imagen de una institución que desde que está en el profesionalismo es la primera vez que se ve envuelta en una circunstancia lamentable de esta naturaleza por culpa de un violento.
Ahora hay que esperar la resolución en los próximos días del Tribunal de Disciplina de la AFA para saber las sanciones que tendrá que cumplir Atlético Paraná.
Por lo pronto, el compromiso del Rojiblanco por la 41ª fecha será el domingo cuando visite a Ferro Carril Oeste en Caballito, a partir de las 19 con arbitraje de Diego Ceballos y televisado por TyC Sports.
MEJOR EL LOCAL, PERO NO DEFINIÓ. La obligación por el delicado panorama lleva al Decano a tomar la iniciativa y ser protagonista desde el arranque mismo del partido. Así con su esquema 4-4-2 trató de jugar más adelantado en el campo y presionar sobre la salida del rival para hacerlo sentir incómodo y que no tenga tranquilidad a la hora de manejar la pelota. Los primeros minutos del cotejo fueron con ritmo y dinámico, y la primera situación frente a un arco fue del Albo con un remate de Canhué que desvió al tiro de esquina Crusat.
El Rojiblanco con tenencia y buen traslado del balón se fue haciendo dueño del trámite. Se proyectaban los laterales Morales y Piris, el carrilero Ekkert trataba de atacar con su desequilibrio y juntarse con los delanteros que estaban muy activos. La propuesta ofensiva era del dueño de casa y generó un par de ocasiones para romper el cero, como dos cabezazos de Noir y otra jugada clara que no alcanzó a definir Cadenazzi en el borde del área chica.
Por el lado del conjunto de Floresta, cuidaba el cero en su arco, esperaba y salía de contra porque no tenía la oportunidad de tomar contacto con el balón que era propiedad del local. Un disparo de media distancia de Porro que salió rozando el travesaño fue la llegada del Albo para inquietar a un rival como el Decano, que tuvo las mejores ocasiones de concretar. Pero como ha sucedido a lo largo del campeonato, la falencia para definir la jugada le impidió colocarse arriba en el marcador que hubiese sido lo más justo para irse al descanso con mayor tranquilidad.
PAREJO HASTA LA SUSPENSIÓN. El elenco bonaerense salió más decidido a disputar el segundo período y enseguida tuvo una ocasión de riesgo tras un remate de Piergiacomi que por poco no convierte en contra Manchot en su intención de despejar. Pasado el sofocón, el Decano adelantó sus líneas, volvió a tomar el control del esférico y obligó a replegarse a la visita. Un disparo de media distancia de Vercellino se fue a centímetros del caño derecho en un buen intento del dueño de casa.
Pasado el cuarto de hora bajó la intensidad del juego por el lado de Paraná, que evidentemente sintió el desgaste realizado en la primera parte y a eso se suma el largo viaje que tuvo a Puerto Madryn a mediados de la semana pasada. Esa merma en su ritmo del Gato le permitió a All Boys que se adelantara en el campo y empareja el juego. Aunque no se generaron jugadas de peligro en ninguna de las áreas.
Paraná sabía que en cualquier momento podía romper el cero si se lo proponía porque tenía mayor vocación ofensiva y el conjunto visitante veía con buenos ojos llevarse un punto de la capital entrerriana. Sin embargo, a los 23’ se queda con un jugador menos por una innecesaria falta que Cadenazzi cometió sobre Frontini y se fue expulsado por doble tarjeta amarilla. A partir de allí se le hizo cuesta arriba el partido al dueño de casa y el protagonismo empezaba a ser del Albo, que tuvo un par de llegadas aunque sin lastimar a Crusat.
Se esperaba que los instantes finales fueran intensos, vibrantes, pero llegó el abrupto e inesperado desenlace a los 33’ minutos con la suspensión del encuentro y el marcador 0 a 0.
FRASES
“Sinceramente no esperábamos la suspensión, pero cuando vimos el corte era muy profundo. Cuando lo ví no había más nada que decir El línea había dirigido bien y no era para qué pase lo que pasó”. (Leonardo Morales, lateral del Decano).