La entidad anuló la expulsión del defensor brasileño por el cabezazo contra Andrada, y estará en Belo Horizonte el jueves 4 de octubre.

Otro capítulo más de los escritorios y las sanciones que se rectifican en esta Copa Libertadores ya llena de polémicas. El último lo protagoniza Cruzeiro, a quien la Conmebol avaló en el reclamo por la expulsión de Dedé tras el cabezazo contra el arquero Esteban Andrada, levantando su suspensión y habilitándolo para el partido revancha del jueves 4 de octubre en Belo Horizonte.

Según el comunicado oficial, la Vicepresidenta del Tribunal de Disciplina de la Conmebol resolvió «hacer lugar a la medida provisional urgente presentada por el Cruzeiro Esporte Clube en fecha 20 de septiembre del corriente año. Anular los efectos jurídicos de la expulsión del jugador Anderson Vital da Silva, en el partido disputado en fecha 19 de septiembre de 2018, entre los equipos de Boca Juniors y Cruzeiro. En consecuencia, el jugador se encuentra habilitado para disputar el siguiente partido de la CONMEBOL Libertadores 2018″.

La polémica se dio en la ida de los cuartos de final de la copa, cuando el defensor brasileño chocó con su cabeza contra la cara de Andrada, quien cayó al piso y tardó un rato en reaccionar. El árbitro paraguayo Éber Aquino, luego de consultar con el VAR, expulsó a Dedé por considerar que fue «juego brusco grave», según dice el reglamento, pese a no tener intención de lastimar a su rival. Esa madrugada, al arquero del Xeneize se le confirmó la fractura de su maxilar, fue operado y estará dos meses sin jugar.

Pero los dirigentes de la Raposa entendieron que la roja había sido injustificada y rápidamente elevaron un pedido a la Conmebol, pidiendo que se analizara la sanción. Y este miércoles se confirmó la buena noticia para ellos, que no cae bien en Boca.

Lo llamativo es que la Conmebol corrigió a un árbitro que usó la tecnología para revisar un fallo. Es decir, la corrección de la corrección. Algunos consideraban excesiva la medida tomada contra el brasileño, pero sonaba difícil que se revirtiera la decisión de Aquino, algo que finalmente ocurrió.

Así, esta decisión se suma a las tomadas en el caso de la mala inclusión de Carlos Sánchez en Santos en la serie ante Independiente, y en la de Bruno Zuculini en River, quien jugó siete partidos estando inhabilitado.