Empresarios textiles aseguran que el sector "está agonizando"
Así lo señaló el titular de la Fundación Protejer, Yeal Kim. «Hoy ni siquiera el problema es la importación, porque los importadores también se están fundiendo todos, lo fundamental y principal es la falta de consumo», advirtió. La Asociación Obrera Textil señaló que la situación es «crítica» en las siete industrias de Corrientes.
«Hay empresas que han invertido millones de dólares y ahora pierden un capital monstruoso. Hoy ni siquiera el problema es la importación, porque los importadores también se están fundiendo todos, lo fundamental y principal es la falta de consumo», enfatizó Kim, en declaraciones radiales.
En ese sentido, dijo: «¿Quién va a querer invertir así en Argentina? Todos los empresarios estamos usando reservas y vendiendo propiedades de patrimonio personal para poder subsistir «.
A su criterio, «las medidas del Gobierno no son soluciones definitivas, el problema principal es el consumo, si siguen cayendo las cifras, tenemos que hablar de cierres definitivos de empresas».
El directivo hizo referencia, además, a las estadísticas sobre el uso de capacidad instalada de las empresas que difundió el martes el INDEC: ese indicador se encuentra en el nivel más bajo desde julio de 2002, ya que a enero de este año las fábricas trabajaban al 56,2% de su potencial.
«No es sorprendente este informe del INDEC porque es el número que venimos manejando, está cayendo la utilización de maquinaria desde hace diez meses. Pero esperamos que esto sea el fondo y que no continúe la crisis», evaluó.
Por último, comentó: «Es muy difícil saber cuánto podemos aguantar. Hay empresas que están cerrando hoy y el 95% de los empresarios textiles están perdiendo plata, se están descapitalizando».
Situación crítica en Corrientes
El presidente de la Asociación Obrera Textil, Raúl Esquivel, señaló este miércoles que las siete industrias textiles de Corrientes atravesaban una situación «crítica», en las que «reina la incertidumbre» y que «no hay perspectivas para nadie».
«La apertura de las importaciones y la baja del consumo en el mercado interno, producen un exceso de stock y la inactividad en las plantas que pone en riesgo la estabilidad de los trabajadores», afirmó en declaraciones a Télam.
En este sentido, mencionó que «la firma Tipoití, que tiene 700 trabajadores, cerró sus puertas desde diciembre hasta principio de febrero. Interrumpió la actividad por primera vez en 70 años».
Y, explicó que si bien en esa empresa «ya arrancó la actividad, hay un turno menos» y esa suspensión es rotativa para los operarios, que cobran el 70% de los haberes cuando les toca el turno faltante.
Agregó que el año pasado, en la empresa textil Alpargatas, ubicada en la localidad de Bella Vista, hubo 75 despidos «también tienen acumulación de stock y no hay actividad los fines de semana», donde todavía quedan más de 400 empleados.
Sobre Textil Noreste S.A de Monte Caseros, señaló que sus 300 trabajadores «están percibiendo el salario en tres cuotas» y que en Textil Iberá de la Capital «donde ya hubo despidos en 2017, ahora no están trabajando los fines de semana».
Por otra parte, la planta textil Emilio Alal de Goya, que tiene 260 operarios, «tuvo problemas en el pago de los aguinaldos» y la Cooperativa Coprolan de Curuzú Cuatiá, «también está atravesando una situación difícil».
El sindicalista dijo que la fábrica Tenimbó de la localidad correntina de Esquina, «despidió a 40 trabajadores en el mes de mayo y la planta se redujo a la mitad».
Esquivel afirmó que en las mencionadas empresas hay «alta tecnología e inversiones, pero no sabemos lo que va a pasar, hay mucha incertidumbre entre los trabajadores y no vemos perspectivas para nadie».