Murió la docente envenenada con agrotóxicos
“Protegiendo la escuela rural, donde era directora, padeció desde una parestesia facial hasta insuficiencia respiratoria al recibir, igual que sus alumnos, pulverizaciones con agroquímicos”, recordó en las redes sociales Fernando Pino Solanas.
Además de docente, la mujer era psicopedagoga y ejerció la docencia en zonas rurales, donde integró la Red de Docentes por la vida luego de advertir, en carne propia, que las fumigaciones en los alrededores de las escuelas afectaban de manera directa a la comunidad educativa.
“Somos muchas las docentes rurales que padecemos esta misma realidad, las fumigaciones nos atravesaron la vida y en muchos casos se llevaron por delante nuestra salud. Nadie nos los contó, no lo leímos en ningún diario, nos pasó, lo vivimos, como una cotidianidad inevitable”, explicaba Ana en una carta publicada en la revista Cítrica.
“Somos testigos obligados del costo humano del actual sistema productivo. Vimos a nuestros alumnos sufrir los efectos de las fumigaciones en la salud, así como si la Constitución Nacional y los derechos del niño ni la mismísima ley de educación nacional no fueron aplicables a los niños de las zonas rurales ni a sus familias, todos rociados con venenos por aire y tierra”, se quejaba la docente, al tiempo que agregaba: “Sin posibilidad de reclamar porque esto significaría pagar el precio de quedar sin casa y sin trabajo en el mismo instante de abrir la boca”.
El intendente de San Antonio de Areco, Francisco Paco Durañona, también se refirió a la muerte de la ex directora. “Llevó adelante la lucha contra las fumigaciones aéreas. Luego de años de rechazo de @CambiemosAreco utilizando su mayoría, en 2016 aprobamos la Ordenanza prohibiendo la fumigación aérea en todo el Partido. QEPD”, escribió en su cuenta de twitter el dirigente kirchnerista.
En uno de los documentales donde fue retratada, Zabaloy precisaba: “He visto llegar alumnos de Paraguay gorditos rozagantes y después de cuatro años ver cómo se les iba deteriorando la salud. Siempre digo que las docentes rurales somos testigos directo del costo humano de este sistema basado en transgénicos y venenos”. (Tiempo Argentino)