Un partido de hockey sobre hielo reabre la herida argentina por Malvinas
La Cancillería en Buenos Aires pidió explicaciones a los organizadores de la Latam Cup 2019 por el juego entre la selección albiceleste y un combinado de isleños
Lejos de atraer la atención deportiva del resto del continente, el estadio de los Florida Panthers, un equipo de la NHL -la liga estadounidense de hockey sobre hielo-, fue entre el viernes 6 y el domingo 8 de septiembre el escenario de un torneo latinoamericano de una disciplina que no suele despertar pasiones al sur del río Bravo.
Sin embargo, entre los 390 jugadores de 21 selecciones y equipos que participaron en las cuatro categorías del evento -dividido entre masculino de Primera y Segunda División, femenino y juvenil-, sobresalió un partido que hasta ahora no registraba antecedentes en ningún deporte y que a los pocos días generaría ruido diplomático: una selección “albiceleste” se enfrentó a un equipo de las Islas Malvinas, el territorio ocupado por Gran Bretaña desde 1833 del que Argentina reclama sus derechos de soberanía y por el que entró en guerra en 1982.
El torneo, llamado Latam Cup 2019 y organizado por una empresa privada -Amerigol Miami International Hockey Association-, se realizó con aparente normalidad en Coral Springs, a 70 kilómetros de Miami. Incluso en principio contó con la adhesión en redes sociales del consulado argentino de esa ciudad, que en su cuenta de Instagram invitó a los compatriotas residentes en Florida a acercarse al estadio.
Si en Primera participaban Argentina, Chile, México, Colombia, Venezuela, Brasil y Jamaica, lo que pocos advirtieron al comienzo es que una de las selecciones que participaban en Segunda, llamada como Resto del Mundo por la web oficial del evento, en otras páginas especializadas en hockey sobre hielo figuraba con un dato agregado entre paréntesis: Resto del Mundo (Falklands).
“Los jugadores de Falklands llegaron por intermedio de Chile -explica el presidente de Amerigol Miami, Juan Carlos Otero, estadounidense de descendencia colombiana-. Cada país tiene dos asociaciones y una de ellas, como no podían conseguir jugadores, se contactaron con ellos, que suelen jugar torneos en Punta Arenas -la principal ciudad del sur chileno-. Como al final Chile consiguió tener su propio equipo, los malvinenense me dijeron de participar. Mi objetivo es fortalecer el hockey en todo el continente y dije que sí”. Según explica uno de los malvinenses que participaron en ese equipo llamado Resto del Mundo, Sam Cockwell, “el hockey sobre hielo es el principal deporte de las islas, superior al fútbol”.
Pero Argentina no se bajó de la Latam Cup 2019. “Nos enteramos de la presencia de los malvinenses un mes antes, cuando ya habíamos comprado los pasajes a Miami y llevábamos un año entrenándonos -explica el presidente de la Asociación Argentina de Hockey sobre Hielo y en línea (AAHHL), Héctor Iannicelli-. Dijimos que de ninguna manera nos enfrentaríamos en Primera a un territorio nuestro pero no opusimos reparo en la Segunda porque era un torneo muy informal. En Resto del Mundo había jugadores de Noruega, Canadá, México y también Malvinas. Y para nosotros, en esa categoría, también jugaron un colombiano y un español”.
Argentina y Resto del mundo (Falklands) no se enfrentaron en Segunda porque jugaron en diferentes zonas, pero el partido imposible de difuminarse en nebulosas lingüísticas y de ciudadanías -y que efectivamente alteró la rutina diplomática- ocurrió en el torneo de menores. En la categoría sub 16 participaron con formaciones mixtas, de chicas y chicos, las selecciones de Argentina, Colombia y Estados Unidos (que en realidad era una escuela de Florida a la que pomposamente denominaron como si representara al país) y un equipo llamado Stanley, el caso inverso a los locales: era la selección local de las Islas Malvinas que fue rebautizada con el nombre de la única ciudad del archipiélagoo. Como Port Stanley es la denominación británica de lo que Argentina llama Puerto Argentino, fue como si Argentina enfrentara a Puerto Argentino.
“En el torneo sub 16 pusimos como exigencia que el equipo de ellos no se llamara Malvinas ni que se cantaran himnos, ni que hubiera banderas, ni que las camisetas tuvieran algunas de esas referencias”, argumenta Iannicelli. “Los argentinos nos dijeron que no enfrentarían a un equipo llamado Falklands ni Malvinas, así que cambiamos a Stanley. Nuestra meta es desarrollar el hockey entre los más jóvenes”, reconstruye Otero, el organizador.
Según consignó el periodista especializado Ernesto Rodríguez, “la confraternidad entre ambas delegaciones fue total y ambas selecciones participaron de una práctica conjunta”. Argentina ganó 6-1 a Stanley pero lo deportivo fue lo de menos: enterados de lo que fue el primer partido entre una selección albiceleste contra un equipo de las Malvinas en cualquier deporte, la cancillería argentina habló de “rechazo” y de “preocupación” y salió a pedirles explicaciones a los organizadores y a la AAHHL. Hasta ahora sólo había mínimas referencias a partidos entre clubes de Malvinas y de otros lugares de Argentina, también en hockey sobre hielo, como los torneos en Punta Arenas en que equipos de Tierra del Fuego enfrentaron a instituciones malvinenses. Pero no se trataba de ninguna selección argentina.
“El jueves me llegó un correo del consulado argentino en Miami, preguntándome del tema -admitió Otero-. Entiendo la situación política, pero fueron muchachos que se llevaron súper bien y que juegan un deporte que aman”. Sin embargo, según la cancillería argentina se trató fundamentalmente de un torneo funcional al objetivo kelper de presentar a las Islas Malvinas como una entidad diferenciada de Argentina. Aunque quedó claro que el torneo no fue organizado por la Federación Internacional de Hockey sobre Hielo, en la AAHHL ya recibieron el mensaje: no se deberá repetir en el futuro. “Acataremos lo que decida el Gobierno, pero también quiero recalcar que fuimos campeones en el torneo de mujeres y subcampeones en la sub 16”, cierra Iannicelli.