Alberto Fernández: «Las cuasimonedas están desterradas»

El presidente Alberto Fernández aseguró que las cuasimonedas «están desterradas», ante la posibilidad de que las provincias las emitieran para cumplir sus obligaciones por el impacto económico del coronavirus. Dijo que asisten a los gobernadores que lo necesiten, reconoció que hay dificultades para pagar sueldos en el sector público y habló de un nuevo pacto federal.

Explicó que auxilian a todas las provincias, que ya definieron un envío de $120 mil millones y que hacen asistencia permanente a través de la ANSES para el pago de jubilaciones. Indicó que analizan cada caso puntual y que, en el caso de Córdoba, si necesitan ayuda para pagarlos sueldos se la darán.

Con este escenario de fondo descartó que las provincias vuelvan a emitir cuasimonedas como en el 2001, por la fuerte crisis económica. «Están desterradas, fueron una emergencia de la convertibilidad. Tenemos que ser muy cuidadosos con la emisión y actuar con seriedad. Lo que puede ser pan para hoy se puede convertir en hambre para mañana», afirmó, y reconoció que hay dificultades para pagar sueldos en el sector público.

Dijo que trabaja para que «la economía no se caiga» y sostenerla para que «esté de pie, para poder seguir como el día anterior al arranque de la cuarentena». «Debemos agudizar el ingenio para que la economía se mueva pero que el virus no se difunda. Ese es el problema que tenemos que afrontar», planteó.

Adelantó que impulsará un nuevo pacto federal, para reorganizar la redistribución de los recursos que reciben las provincias. «Lo que dejó en evidencia esta crisis son las enormes asimetrías que existen entre regiones. Decimos ser un país federal, pero no lo somos. Es un país fuertemente concentrado en torno de Buenos Aires y todo el resto lo padece», advirtió.

Consideró que «hay una Argentina más rica, que es la del centro, la cual vive del campo», y que «el resto sufre». Habló de la necesidad de «repensar el país y volver a fundarlo». «Debemos intentar hacer un nuevo pacto federal que nos permita distribuir la riqueza y las posibilidades de desarrollo de manera más equitativa», dijo.

Indicó que en la Ciudad de la Buenos Aires la mayoría de la gente se atiende en el sector privado de salud, mientras que en el interior depende de los centros públicos. «Hay que tener un Estado más presente y eficiente, también sin corrupción. El día después de que todo eso pase, sentémonos a diseñar una nueva Argentina. Esta pandemia dejará mucho dolor, pero también la oportunidad de modificar temas importantes», explicó.

La flexibilización del aislamiento

Después de anunciar nuevas actividades que desde el lunes estarán exceptuadas de cumplir con la cuarentena, explicó que cada provincia definirá en qué lugares se restringirán las restricciones. «Los gobernadores deberán determinar dónde flexibilizarán las condiciones, ya que conocen sus territorios», dijo.

Señaló que la Argentina «es un país muy extenso, con realidades muy distintas» y que no es igual «la situación de una gran ciudad que la de muchos lugares más aislados». «Hay condiciones en las grandes urbes, como el transporte público, que favorecen el contagio. Esto no sucede en muchos lugares del interior», explicó.

El debate por la cantidad de testeos

Defendió la cantidad de pruebas que se hacen para detectar casos de COVID-19, ante los reclamos de especialistas que piden más análisis. «Estamos muy tranquilos. En un rango de 10 a 20, que indica la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el cual 10 es el más bajo y 20 el más alto, nosotros estamos en el orden de 14», dijo.

Aseguró que hubo una «enorme multiplicación» de los tests y que la Argentina está en el promedio de que lo que hace la mayor parte de los países. Destacó que que el nivel de contagio es bajo, lo relacionó con la cuarentena obligatoria y le pidió a la gente que no se «relaje» y cumpla con las restricciones. «Más allá de que nos está yendo bien no hay que relajarse, porque el problema está muy lejos de estar terminado», advirtió.