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*Marina Rovner, Licenciada en Psicología, especialista en trastornos de ansiedad, fobias y pánico. Magister en Comunicación y Cultura, Profesora Titular Universidad Abierta Interamericana.

Acariciar, besar, transpirar, lamer, son algunas de las características del encuentro sexual. A partir del Covid-19, se han puesto de relieve como actividades de riesgo.

Si bien la sexualidad representa un aspecto central para el ser humano, es durante la juventud donde cobra predominancia ya que se encuentra involucrada en el proceso de búsqueda de la identidad. Gracias a la exploración sexual a través de la relación con otros, se hace posible la búsqueda de la identidad de geìnero, las preferencias sexuales, el erotismo, el placer, la intimidad y la vivencia de sentimientos, entre ellos el amor.

 

La Cátedra de Psicología del Desarrollo niñez y adolescencia de la Universidad Abierta Interamericana, llevó a cabo una encuesta comparando el comportamiento sexual antes y durante la pandemia en 582 jóvenes argentinos de entre 18 y 30 años.

A raíz del miedo al contagio por cercanía, besos y contacto íntimo, la actividad sexual de los jóvenes ha disminuido comparando su situación antes y durante la cuarentena.

 

 

-Se duplicaron los casos de jóvenes que no tuvieron relaciones sexuales (antes de la pandemia 19%, durante la pandemia 39%).

-Los que declararon tener relaciones más de una vez por semana antes de la cuarentena, disminuyeron a la mitad (cayó del 29 al 15%)

 

La cuarentena también ha incidido sobre el tipo de vínculo que establecieron los jóvenes por el miedo a reunirse con personas fuera de la burbuja propia y la imposibilidad de conocer gente nueva. Aunque la decisión en algunos casos pudo haber sido apresurada, las parejas consolidadas que no convivían, decidieron juntarse para evitar contagios, mientras que otros vínculos sexo-afectivos no pudieran afrontar el cambio social, lo cual modificó drásticamente el mapa de situación:

 

 

 

 

-Las parejas que convivían antes de la pandemia, pasaron del 8% al 14%.

-Los vínculos sexo-afectivos que abarcan relaciones sin convivencia, parejas abiertas, vínculos esporádicos pasaron de 60% a 45% (menos de la mitad de la población joven)

-Los jóvenes que no mantenían vínculos sexo-afectivos antes de la pandemia, incrementaron su cantidad de 33% al 41%.

 

Si bien el sexo virtual “sexting” es un recurso interesante para evitar el contagio y cada vez existen más páginas virtuales con consejos sobre la masturbación, también es cierto que las redes generan un efecto adverso en los jóvenes que “sienten que ellos no saben” y que en la virtualidad “todo parece perfecto”. En la intimidad, la juventud precisa experimentar su sexualidad con otras personas para aprender a desbloquar temores, vergüenzas y prejuicios construyendo una identidad sexualidad propia.

-80% de los jóvenes conocía el “sexting” antes de la pandemia.

-30% incorporó el sexo virtual durante la cuarentena.

 

-La autopercepción del género y las preferencias de género sexual son parte de la búsqueda para lograr una sexualidad libre de prejuicios. Un 11% de jóvenes (el mayor porcentaje se registró en jóvenes de género femenino menores a 25 años) pensaron en cambiar sus preferencias de género sexual durante la cuarentena.

-Por otro lado, la prevención y cuidado durante las relaciones sexuales ha sido tenido en cuenta por un 10% de jóvenes que han incorporado el barbijo o algún otro tipo de cuidado. El resto, o no estaban enterados o les resultaba irrisoria la idea de algún tipo de protección al Covid-19 durante el acto sexual.

 

El obstáculo más importante que plantea la cuarentena para la salud sexual de la juventud, es la dificultad de vivir una sexualidad libre. Es evidente que el miedo al contagio ha influido sobre el derecho al placer y que en poco tiempo nos enfrentemos a las consecuencias de la abstinencia.

 

Problemas de la abstinencia en la juventud

1.      Ansiedad: el incremento hormonal y la frustración de no poder establecer contacto sexuado con grupos de pares, genera mayor nivel de ansiedad.

2.      Problemas de autoestima: las caricias, besos y vivencia del placer en el encuentro con el otro, aumenta el sentimiento de autoestima.

3.      Debilitamiento de los vínculos sexo-afectivos: el no mantener relaciones sexuales, genera distanciamiento entre los integrantes.

 

En términos de salud sexual, la cuarentena podría ser devastadora a mediano y largo plazo si no se toma “cartas en el asunto” desde una perspectiva de educación y cuidado de la salud sexual específicamente hacia la juventud.