Presupuesto 2025: cuánto difiere la expectativa del mercado en el dólar, bonos y Lecaps con el pronóstico oficial
Los bonos soberanos argentinos reflejan un escepticismo generalizado respecto a las ambiciosas proyecciones del Presupuesto 2025. A pesar del compromiso con el equilibrio fiscal, el mercado sigue desconfiando y los precios de los títulos descuentan un escenario de mayor incertidumbre.
Presupuesto 2025 vs. mercado: entre el optimismo y el pesimismo
Para marzo de 2025, en el mercado de futuros se estima un dólar oficial de $1.206, y, para agosto, de $1.389.«La devaluación implícita en los contratos de Matba-Rofex es considerablemente mayor que la necesaria para alcanzar un dólar oficial de $1.207 en diciembre, lo que implicaría, por ejemplo, mantener un ritmo del 2% mensual hasta fines de abril y luego reducirlo al 1% mensual de mayo a diciembre.
En la misma línea, el dólar oficial implícito, que surge de entre las Lecap y Dollar-Linked, se encuentra en $1.300 para marzo de 2025, $1.550 para junio y $1.750 para diciembre (este último construido interpolando la curva de Lecaps). «Aunque la proyección de inflación no es tan disruptiva como la del dólar oficial, también resulta más optimista de lo que espera el mercado». Específicamente, la city descuenta aproximadamente un 25% de inflación acumulada entre enero y julio de 2025, mientras que el Gobierno espera 18,3% a lo largo del año.
Al respecto, Econviews analiza que las proyecciones macro sobre las que se calcularon los ingresos y los gastos del Presupuesto «no están muy en línea con lo que vemos tanto nosotros como el mercado». La inflación esperada por el Ejecutivo para el cierre de este año es de 104,4%. Según la consultora, desde el Ministerio de Economía deslizaron que ese escenario fue delineado en junio, «pero de todas maneras parece muy optimista».
Y es que agrega que «para llegar a ese número hubiera sido necesario que la inflación mensual desde junio hasta diciembre sea del 2,51%. En junio, julio y agosto eso ya no se cumplió». De hecho, fue bastante más alta. Tampoco estima que en los próximos meses perfore ese nivel. «Parados en el presente, se necesitaría que los últimos cuatro meses del año tengan una inflación del 1,21% para poder llegar«, asegura la consultora de Kiguel.
El desafío de cumplir las promesas y convencer al mercado
Y es que, el Presupuesto presentado por Milei refleja un gran optimismo respecto al desarrollo del plan económico. De eso no cabe duda, con un crecimiento proyectado del 5% para 2025, una inflación anual del 18,3% y un dólar oficial de $1.207 para diciembre. También, el Artículo 1° destaca un compromiso firme con el equilibrio fiscal, siendo la primera vez en diez años que se proyecta este equilibrio.
De llegar a cumplirse el plan del Gobierno a rajatabla, como bien indica Delphos, «el éxito económico sería rotundo y se debiera ver reflejado en los precios de los bonos soberanos en dólares«. Lo malo, es que los títulos aún descuentan en sus precios un default o reestructuración y cotizan a valores muy por debajo de países comparables. Además, debido a la desinflación proyectada, «las Lecaps superarían cómodamente a los bonos en pesos que ajustan por inflación (CER)«.
«Por ejemplo, si la inflación restante en 2024 coincide con la ´breakeven´ y en 2025 se cumple la proyección del 18,3%, el Boncer con vencimiento en diciembre ofrecería un rendimiento directo en pesos del 57%, mientras que una Lecap, asumiendo una TEM de 3,90%, alcanzaría un rendimiento directo de 75%, significativamente superior», ejemplifica el documento.
En cuanto a los bonos Dollar-Linked, «incluso en el mejor escenario», con una brecha del 0% en diciembre de 2025, el TZDV5 tendría un rendimiento del 23%, muy inferior al de los bonos en pesos mencionados o a la curva soberana en dólares, si se llega a fin de 2025 sin brecha cambiaria ni una devaluación significativa.
Las expectativas reflejadas en los bonos
Por eso, a pesar de que las proyecciones del Presupuesto son optimistas, resulta importante tener en cuenta que los precios al día de hoy en los bonos soberanos «hard dollar» «reflejan unas expectativas muy distintas«. En rigor, los valores de la deuda en moneda dura reflejan un escenario de reestructuración o default, «ya que nos encontramos rindiendo como Sri Lanka (en default) y muy lejos de países como Pakistán», analiza Delphos.
No obstante, de consolidarse un escenario económico positivo para la Argentina en 2025, «los bonos deberían comprimir a niveles de países comparables, que proyectan escenarios económicos para el próximo año que no parecen ser más positivos de lo que se proyecta para Argentina», advierte Delphos. Específicamente, explica que Sri Lanka y Pakistán proyectan déficits financieros de 5% y 7% para 2025, crecimiento de 2,5% y 4,5% e inflación de 4,5% y 12%, respectivamente.
«Se trata de proyecciones que Argentina podría alcanzar, que pronostica equilibrio financiero para 2025, con excepción de los referidos a inflación. Cabe recordar que, para alcanzar los precios de Pakistán, los bonos globales tienen que subir 45% en promedio. Claramente, la historia parece condenar a Argentina por sus nueve defaults y por no haber tenido equilibrio financiero (sin estar en default). «Sin embargo, creemos que, materializándose una mejora económica y continuando por el camino superavitario, los bonos deberían reflejar la mejor capacidad y voluntad de pago de este gobierno», concluye el estudio.
Deja una respuesta