Al sistema hay que fortalecerlo, no vulnerarlo sembrándolo de dudas
En las elecciones, como en la vida, se gana y se pierde. Y hay que saber ganar y perder. Y es de buena gente y de mejores políticos reconocer, cuando se pierde, el triunfo del adversario. Y seguir adelante, redoblando los esfuerzos para que la próxima contienda nos sea más favorable y para que –y sobre todo- la democracia crezca, el diálogo se fortalezca, las instituciones mejoren.
No vale bailar si gano y denunciar fraude si pierdo. No está bien. No le hace bien al sistema democrático ni a la sociedad que mira las escenas que se arman con cierto pavor, sin comprender del todo o bien, comprendiendo, pero mirando de afuera los berrinches de lo que parece un juego pero no lo es. Porque se trata de nuestro sistema de gobierno y de cómo elegimos los gobiernos. Se trata de la Patria. Y se trata del futuro.
En Tucuman ganó Manzur sin discusiones y sería saludable que todos lo reconociéramos.
Lo que sucedió en la calle, la represión de una protesta y sus consecuencias, son un capítulo lamentable y repudiable. Una situación que no debemos permitir, ni hoy ni mañana, porque nos lleva a un pasado al que nadie quiere volver. Todos tenemos derecho a expresar y manifestar nuestras opiniones en paz y respetando a los demás.
Pero esta situación lamentable que se vivió en Tucumán no debe confundir el hecho incontrastable del resultado de una elección. Y en esto todos, pero sobre todo la dirigencia política, tiene que asumir su responsabilidad y actuar con cordura.
Es repudiable la actitud de dirigentes del arco opositor al gobierno de poner en duda el sistema electoral argentino, de minar la democracia con dudas y reproches. Todo sistema es perfectible y nuestra democracia también. Llevamos más de 30 años ininterrumpidos de elecciones y gobiernos elegidos por la voluntad popular y así queremos que siga. Así lo quieren las mayorías.
Al sistema hay que cuidarlo y fortalecerlo, pero no vulnerarlo sembrándolo de dudas y arrebatos mediáticos e irresponsables. Porque no hubo una sola denuncia judicial que se haya demostrado en la justicia.
Hay mucha irresponsabilidad y oportunismo de la oposición con tal de llegar al poder. Son capaces de arrasar con los valores democráticos. Y es lamentable como queda al descubierto, que todo se trata de una cuestión mediática y demagógica, de conveniencia político partidaria.
A uno le duele escuchar a dirigentes de la política entrerriana y local, de toda una vida en la política, menospreciando a la militancia y generalizándola como corrupta y comprada. Esos son términos de la anti política que duelen.
Al sistema hay que cuidarlo y fortalecerlo y parte de esa tarea es la que hacemos promoviendo el debate de ideas con la visita a nuestra ciudad –por ejemplo- del fiscal federal Di Lello y otros funcionarios de la Justicia Electoral. No me sorprende que dirigentes de la oposición no hayan participado de este espacio. Una vez más, quedan al descubierto: quienes reclaman transparencia, en los ámbitos en los cuales se debate, no concurren.
A la democracia hay que aportarle cada día más transparencia y en esa tarea estamos. Porque en política, mejor que decir, siempre, es hacer.
(*) Intendente de Gualeguaychú – candidato a diputado provincial FJpV.
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