Si primero la moda fueron las selfies, en el último tiempo comenzó a instalarse como nueva variante el uso de los llamados «selfie sticks«, una vara para tomarse fotografías a uno mismo a mayor distancia. Su uso comenzó a popularizarse a través de las redes sociales y por algunos famosos, pero tuvo un nuevo impulso hace dos semanas, cuando el presidente norteamericano Barack Obama grabó un clip utilizándolo. Ahora, el turno le llegó a Cristina Kirchner.

Este lunes, antes de la cadena nacional que realizó desde el partido bonaerense de Berazategui, la Presidente se acercó a los militantes que la esperaban y se fotografió junto a ellos con su propio «selfie stick«. Luego, subió esas imágenes a su cuenta de Twitter.

La Presidente subió la fotografía a su cuenta de Twitter

«La Nación son ustedes, un pueblo con derechos, con dignidad y que cada vez tiene derecho a exigir más. Muchas gracias Berazategui, muchas, pero muchísimas gracias», fue el mensaje que publicó junto a las fotos.

Pero la moda de las selfies no es algo nuevo en la política argentina: los principales aspirantes presidenciales empezaron en el último tiempo a sacar ellos mismos fotografías con sus celulares para mostrarse de una forma descontracturada junto a sus candidatos. La propia Cristina Kirchner suele posar para las selfies que los militantes le piden con sus celulares.

El mensaje de Cristina Kirchner en cadena nacional

Hace dos semanas, Obama le dio un giro a la moda al grabar un clip junto al portal Buzzfeed para promocionar su reforma sanitaria. Bajo el título «Cosas que todos hacemos pero nunca contamos», el clip muestra a un descontracturado presidente norteamericano sacándose fotos con el «selfie stick», dibujando a su mujer Michelle Obama o practicando un discurso que no logra pronunciar.

Su objetivo era alentar a los jóvenes a contratar los nuevos seguros médicos de la reforma sanitaria promulgada en 2010, el mayor logro en política interior de Obama. El último plazo abierto para contratar esos seguros se cerró esta semana, y para la Casa Blanca era «más efectivo» hacer algo así que «poner un aviso en (la web) whitehouse.gov o mandar 10, 15 ó 20 tuits al día», argumentó Erik Wemple, experto en medios de comunicación, en The Washington Post.