Complicada situación en el Salaberry por la internación de pacientes psiquiáticos
“Acá hasta que no ocurra algo grave nadie va tomar cartas en el asunto”, dijo un trabajador del Hospital Dr. Fermín Salaberry, que pide preservar su identidad. De igual modo, el problema se evidencia en los pasillos del sector donde en algunas horas, una sola persona debe lidiar con más de diez pacientes en el sector, según afirma nuestra fuente.
Los trabajadores, visitantes de enfermos y pacientes, esperan una respuesta urgente a los planteos que se hacen en forma permanente. “Con la nueva ley de salud mental permiten que se internen aquí personas con problemas psiquiátricos, pero el tema no es ese, sino que no ponen personal que se responsabilice”, explican. Hubo semanas en las que hubo siete personas con problemas mentales y cinco enfermos con otras patologías y un solo personal de enfermería para atender a todos. A eso, agregan, hay que sumarle el trabajo extra que impone atender enfermos que son hospitalizados y no tienen familia que los cuide, que los alimenta al momento de las comidas y por más que hagan lo humanamente posible una persona es difícil que pueda asistir a todos.
La problemática la observan los propios pacientes o familiares que concurren allí. “La verdad que da un poco de miedo, para las fiestas había un interno que para mantenerlo quieto, porque presumiblemente era adicto, lo esposaron a la cama y estaba tan irritado que caminaba con cama y todo”, confió una mujer que cuida a un familiar en el lugar.
Los pacientes psiquiátricos son asistidos en el Salaberry dando cumplimiento a la nueva ley de Salud mental, a la que la provincia adhirió con el propósito de “desmanicomialización” a los pacientes, e integrarlos con sus familias en forma interdisciplinaria, para evitar el aislamiento al que son sometidos.
La provincia de Entre Ríos adhirió a la Ley Nacional de Salud Mental Nº 26.657, sancionada por el Congreso, en el año 2011 y los hospitales van asumiendo estos compromisos con los recursos que cuenta. Se conoce que el hospital Salaberry dispone de un gabinete de salud mental, pero la atención directa y asistencia a las personas con trastornos mentales las realiza el mismo personal de enfermería.
En ese aspecto, las visitas que llegan a la clínica de hombres no dejan de sorprenderse del aspecto de varios jóvenes que caminan por el sector sin camisa y en muchos casos agrediendo verbalmente al personal o a otros pacientes. “No sólo es verbal, conozco que ha habido chicas que trabajan acá que les han pegado patadas estos muchachos”, aseguran nuestras fuentes, y agregan que “hay varios pacientes con diferentes patologías, algunos son tranquilos, pero hay otros muchachos jóvenes que tienen problema de adicciones y son muy difíciles de tratar”.
La ley nacional promueve el concepto de los derechos humanos y considera la particular situación a la que han sido sometidos durante décadas los pacientes con problemas de salud mental. El espíritu de la norma nacional, es iniciar un proceso de adecuación de políticas sanitarias y de infraestructura para dar cumplimiento a la nueva ley. “El tema es ese acá se dividió un sector de la clínica de hombres y nada más, no se puedo atender a tanta gente”, plantean.
Desde el sector público se intenta dar cumplimiento a una ley que, aseguran, cambia de manera sustancial el paradigma del tratamiento de los pacientes con problemas de salud mental, incluyendo a quienes tienen problemas de adicciones. Se evita así lo manicomial y se lo reemplaza por los hospitales de día y de medio camino con un trabajo interdisciplinario, para la reinserción del paciente junto con la contención de su grupo familiar.
No es contra los pacientes, tampoco contra el hospital, pero acá se evidencia un serio problema de infraestructura, personal capacitado para atender a estos pacientes. “Se les permite salir a la calle y ocurre que en algunas oportunidades vienen alcoholizados y con mucha dificultad para tratarlos”, dicen.
La mirada del Director
El director del Hospital, Dr. Edgardo García, tiene una mirada diferente al personal que debe convivir muchas horas al día con este tipo de pacientes. A él también lo consultamos sobre esta crítica situación, y explicó en primer lugar las características y alcances de la nueva ley de Salud Mental.
Explicó a Paralelo 32 el director del Fermín Salaberry, que en el marco de esta nueva ley, la política sanitaria apunta a “cerrar camas” (eufemismo por ‘no recibir pacientes’) en los nosocomios monovalentes (que atienden una sola especialidad), y propone que los enfermos psiquiátricos puedan ser asistidos en los polivalentes, como es el caso del Salaberry. Monovalente es, por ejemplo, el Hospital Roballos de Paraná, que solamente atiende enfermos mentales.
“No es que se cierran estos últimos, sino que disminuyen los niveles de internación, porque el objetivo es que mientras se pueda lo ideal es atender estos casos en los lugares de residencia, donde están los afectos y su grupo familiar”, explicó.
Las internaciones solamente se realizan para compensarlo y después el paciente retorna a su domicilio, pero, explicó García, a veces la atención de dilata unos días y lo mantienen por más tiempo. A la persona que llega a la guardia por un padecimiento mental se la compensa; esto en general incluye medicación para bajar los niveles de exaltación o crisis nerviosa, y habitualmente se suministran sedantes u otro tipo de psicotrópicos. Si necesita internación queda bajo tratamiento para tranquilizar al mismo y se realiza una interconsulta con Salud Mental de la provincia para resolver en cada caso. Esto se asiste en un marco interdisciplinario y el objetivo es que quede la menor cantidad de tiempo internado.
“Como todo cambio de paradigma, esto tiene un período de adaptación que habitualmente genera inconvenientes y complicaciones, pero nosotros en el marco de la Ley N° 26.657 de Salud Mental tenemos la obligación de atender estos casos”, explicó, reconociendo que seguramente esta práctica puede tener algún tipo de resistencia dentro del personal, pero son cuestiones que se deberán ajustar con el tiempo.
En los psiquiátricos hay pacientes que pueden salir del mismo con la debida autorización, pero muchos casos de patologías severas no dejan que el enfermo se retire del nosocomio. A diferencia de esto, el profesional remarcó: “acá no se retiene a nadie, el enfermo mental que quiere irse, no se lo puede retener y se va”.
También comentó que en el Salaberry atiende un psiquiatra, un psicólogo, y un asistente social que abordan estos pacientes con padecimientos mentales. Disponen además de una terapista ocupacional que tiene a cargo algunos aspectos del tratamiento. En cuanto al número de pacientes, dijo que la mayor cantidad de enfermos mentales internados que han tenido, ha llegado a 7 u 8, y el mínimo a 2.
(© www.paralelo32)
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