4fgDn.jpg Miedo II

 

Un mundo sin violencia

La mayoría de nosotros deseamos tener un lugar donde se pueda vivir “en armonía”, dentro de los hogares, en la oficina o en cualquier lugar, y muy especialmente, entenderse entre unos y otros. No como una sociedad dividida por sectores, color o nivel social.

El concepto de separación es lo que produce la violencia, y para sofocarla es necesario ponernos del lado de la unidad, de la tolerancia y del perdón.

Mary Baker Eddy, escritora del Siglo XIX y pionera de la metafísica práctica, interpreta en su obra Ciencia y Salud: “Cuando los preceptos divinos son comprendidos, desarrollan el fundamento de la fraternidad, en la cual una mente no está en guerra con otra, sino que todos tienen un único Espíritu, Dios, un único origen inteligente…”

Es posible vencer el estrés que produce la inseguridad frente a cuadros de violencia, cuando vemos que los valores y códigos de convivencia se han perdido, cuando estamos frente el resentimiento y odio generado por la falta de valoración a la vida, considerando que ya no se tienen oportunidades.

Este resentimiento lo genera la envidia y la ambición de no tener lo que otros tienen.

Cuando se comprende que cada uno tiene las mismas posibilidades,  deja de observar el progreso de los demás, y comienza a dar pasos para lograr el propio.

¿Cómo podemos armarnos espiritualmente al tratar de encontrar seguridad y protección?

Hoy se habla de recurrir a las armas ante cualquier situación de peligro, pero ¿de qué sirve un arma si tenemos miedo o estamos aterrados?

Además, estar armados  sería ponernos del lado de la ley del Talión.  Ley del Talión (latín: talis o tale, que significa idéntica o semejante);  se refiere a un principio jurídico de justicia retributiva en el que la norma imponía un castigo que se identificaba con el crimen cometido. La expresión más conocida: “ojo por ojo y diente por diente”

¿Cuál es la verdadera defensa?

La verdadera defensa está en buscar paz y seguridad interior, no dejarse influir por la sensación de peligro, porque el miedo atrae más miedo.

Este reconocimiento es una sólida base para orar, es el comienzo de una vida cimentada en una justicia igualitaria para todos y además una puerta abierta para que aquellos que han equivocado el camino encuentren la redención. Es contemplar al otro bajo la misma luz con que nos vemos a nosotros mismos.

A partir de un cambio mental, es posible clasificar la calidad de los pensamientos, y orientarlos a una mejor calidad de vida, libre de todo resentimiento, venganza o desamor.

Esta es una buena alternativa para encontrar respuestas a la salud física, mental y emocional,  y de esa forma contribuir con la seguridad y bienestar individual y colectivo.

Estás preparado!

Por Elizabeth Santángelo

Comité de Publicación, en Argentina.

Elizabeth escribe artículos relacionados con el impacto que produce  la espiritualidad en la salud y en los distintos aspectos de la vida cotidiana.

Facebook: Elizabeth Santangelo de Gastaldi