Denuncian que una alumna se emborrachó y la violaron en un colegio en Buenos Aires
“Fue a la plaza con su novio y tomaron dos cervezas. Después apareció el cuñado con un litro de whisky y también se lo tomaron”, contó la madre. Precisamente, el acusado es el hermano del actual novio de la víctima.
Los padres de una chica de 16 años denunciaron ayer que su hija fue abusada por un compañero en una de las aulas de la escuela a la que asisten, en la Técnica N° 4, de Avellaneda. La Fiscalía N°1 ya pidió a los padres del supuesto abusador que llevasen a su hijo al Cuerpo Médico Forense para saber si tiene lesiones en su cuerpo que indiquen que la adolescente intentó defenderse del abuso. El acusado es el hermano del actual novio de la víctima y le habría tendido una trampa para atacarla.
«Una compañera le dijo a mi hija que una profesora la llamaba. Entonces ella salió del aula, bajó un primer tramo de la escalera y apareció el hermano del novio, que la agarró del brazo y la metió en una de las salas de laboratorio que por la tarde no se ocupan», contó a Clarín, Andrea, la mamá de la chica. Según consta en la causa, el chico -que tiene 16 años y va a otro curso- la encerró y la apoyó contra un banco. Andrés Bonicalzi, abogado de los padres y miembro de la Asociación de Ayuda a las Víctimas de Violación (AVIVI), señaló que los peritos confirmaron que la chica tiene lesiones en sus genitales que indicarían una violación con acceso carnal.
La adolescente y el acusado de abusarla se habían visto al mediodía, en la plaza que está frente a la escuela. «Mi hija está en tratamiento por adicción al alcohol y la tenemos muy controlada. Pero el viernes al mediodía no vino a almorzar. Fue a la plaza con su novio y tomaron dos cervezas. Después apareció el cuñado con un litro de whisky y también se lo tomaron», siguió la madre. La chica entró al contraturno borracha y, al parecer, nadie en la escuela lo notó. Creen que el hermano del novio aprovechó su estado para cometer el abuso.
Fue la hermana de la chica la que dio avisó a su mamá. «Mi hija menor me dijo que su hermana no había pasado por casa. Me preocupé, tratamos de no darle más dinero que el que necesita para cargar la SUBE porque tememos que vuelva a comprar alcohol. Mandé a mi nena a buscarla y la encontró en el aula, en una crisis de nervios», sigue Andrea. Su hija apenas podía relatar lo que le había pasado. Estaba despeinada, sucia y con la ropa hecha jirones. Gritaba tanto que tuvieron que meterla en la Dirección hasta que llegara la ambulancia. Ella ya había tenido un problema con su cuñado: hace poco, en un cumpleaños, él había querido besarla. Ella se lo sacó de encima recriminándole que «iba a ser papá» y que «estaba de novio».
Agrega Andrea: «Tuvieron que darle un calmante porque estaba en estado de shock. Los primeros estudios que le hicieron indicaron, además, que tenía 12 gramos de alcohol en sangre (N. de la R.: el límite para conducir en la Ciudad es 0,5 gramos de alcohol por litro de sangre). Recién el sábado pudimos hablar con ella y no podemos terminar de armar la historia porque tiene como ‘imágenes'».
En la Técnica N°4 se negaron ayer a hablar con Clarín. El inspector jefe de Avellaneda, Gustavo Pistorno, dijo que realizarán una investigación institucional «para verificar lo ocurrido y poder determinar si los adultos responsables estuvieron en los lugares que tenían que estar». En la escuela trabajará un equipo de psicólogos y psicopedagogos hasta que la situación se normalice. El chico señalado como abusador asistió a la escuela y en los próximos días determinarán si el chico presenta marcas de defensa en su cuerpo.
Mañana le darían el alta a la adolescente, que está internada en una sala común del sanatorio Itoiz, de Avellaneda. «Lo único que falta es el informe del infectólogo porque mi hija deberá hacer un tratamiento preventivo de enfermedades de transmisión sexual. Ella está bien, pero lamenta mucho que ya no podrá ver más a su novio», agrega Andrea.
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