Descubierto el exoplaneta con más posibilidades para buscar vida
Un equipo de astrónomos halla un mundo habitable a 40 años luz que podría ser un «punto azul pálido» como la Tierra vista desde el espacio
Si los humanos pudiéramos escapar mañana a otro sistema solar, nuestra mejor opción sería ir a una enana roja. Estos astros mucho más pequeños y tenues que el Sol, invisibles a simple vista en el cielo nocturno, son los más abundantes en la Vía Láctea y albergan los planetas más cercanos y parecidos a la Tierra que se conocen. Ayer, el mejor destino hubiera sido el astro Trappist-1, que posiblemente alberga siete tierras, tres de ellas habitables, es decir, con posible agua líquida, a unos 40 años luz de nosotros. Los más arriesgados argumentarían que es mejor viajar a Próxima b, donde está el planeta terrestre más cercano al nuestro, a apenas cuatro años luz. Hoy, la cosas han cambiado, pues se ha descubierto el exoplaneta donde puede ser más probable encontrar indicios de vida, según sus descubridores.
El nuevo planeta está a 40 años luz de la Tierra y orbita en torno a una enana roja llamada LHS 1140. En septiembre de 2014, el telescopio M-Earth, en Chile, captó una leve disminución de su luz que podía deberse al tránsito de un planeta. Este telescopio, junto a su gemelo en el hemisferio norte, tiene como objetivo observar todas las estrellas enanas que hay a menos de 100 años luz de la Tierra, a razón de 30 minutos por astro. Tras detectar la señal, el telescopio comenzó a seguir a la estrella en tiempo real mientras un sistema de inteligencia artificial seleccionaba los datos interesantes para confirmar la existencia del planeta.
Los resultados del estudio, publicados hoy en Nature y que incluyen el uso de otros telescopios, confirman que hay un planeta con un radio 1,4 veces el de la Tierra y una masa seis veces y media mayor. Estos dos datos implican que lo más probable es que este planeta tenga un núcleo de hierro denso recubierto de rocas, la misma composición que la Tierra.
Este nuevo mundo está unas 10 veces más cerca de su sol que la Tierra, pero el astro es tan tenue que la cantidad de radiación que le llega es la mitad de la que recibe nuestro planeta. Esto hace posible que el planeta tenga dos elementos indispensables para la vida: agua líquida y atmósfera.
Por ahora este es el candidato número uno a ser un planeta como la Tierra”
“Por ahora todos los datos que tenemos nos indican que este planeta debe tener un aspecto como el de la Tierra”, explica Jason Dittmann, astrónomo del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian (EE UU) y coautor del estudio, quien desarrolló el sistema de inteligencia artificial que se ha empleado en el descubrimiento. “Por ahora este es el candidato número uno a ser un planeta como la Tierra”, asegura.
El planeta LHS 1140b se habría formado hace 5.000 millones de años posiblemente de una forma similar a la Tierra, aunque en un entorno mucho más hostil. Cuando las enanas rojas son jóvenes, emiten una alta radiación que puede destruir la atmósfera de los planetas rocosos en su entorno y hacerlos más parecidos a Venus que a nuestro planeta, explica Dittmann. El hecho de que este planeta sea ligeramente más grande que la Tierra podría favorecer que en el pasado albergase mares de lava que podrían haber permitido conservar una atmósfera con su aportación de vapores magmáticos.
Por ahora este puede ser el mejor candidato para observar la primera atmósfera de un mundo habitable fuera del Sistema Solar. Dittman señala que su equipo ya ha pedido tiempo de observación con el telescopio espacial Hubble para medir la dispersión de Rayleigh, el efecto que hace que la Tierra vista desde el espacio sea un punto azul pálido, y que podría confirmar la existencia de una atmósfera en el nuevo exoplaneta. Y en un año se podría usar el Telescopio Espacial James Webbpara detectar oxígeno, metano y dióxido de carbono, compuestos que podrían indicar la presencia de vida, señala.
El descubrimiento de este nuevo planeta es importante “comparado con Trappist-1 y Próxima b porque es el primer planeta terrestre con masa y tamaño bien determinados”, opina Guillem Anglada-Escudé, astrónomo español codescubridor del exoplaneta más cercano a la Tierra. «De momento han encontrado un solo planeta, pero es probable que haya más», como «pasó con trappist-1, y esperamos que pase con Próxima», explica. “Este puede ser unos de los sistemas solares importantes para la detección de atmósferas”, señala, aunque puede ser que pronto haya mejores candidatos aún. “Creo que se van a descubrir media docena más de estos planetas, alguno más cercano que Trappist-1 y este, porque hay unas 400 estrellas entre Trappist-1 y nosotros”, resalta.
“Este es el siguiente paso que estábamos esperando en la búsqueda de planetas como la Tierra”, señala José Caballero, investigador del Centro de Astrobiología. “Se descubren tantos planetas de golpe ahora porque hay muchos grupos de investigación en el mundo detrás de lo mismo”, explica. “Dentro de una década vendrán los planetas habitables alrededor de estrellas de tipo G, como el Sol”, añade.