Según estimaciones científicas de la Universidad de California y la compañía Mars, la planta del cacao podría extinguirse en 2050 debido a las potenciales consecuencias del calentamiento global. Existe el plan de modificar el ADN de las plantas para evitar que esto suceda en algún momento.
La base de la producción de chocolate, se extinguirá hacia el año 2050, algo que podría poner a los amantes de este manjar en aprietos.

El cambio climático impactará especialmente en la franja tropical ubicada entre el Trópico de Cáncer y el Trópico de Capricornio, y que corre a lo largo de la línea del Ecuador. Esta zona alberga todas las plantaciones de cacao del mundo.

En países como Guatemala, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Ecuador, Perú Colombia y Brasil así como en el sur de México, el cacao forma parte de muchas pequeñas economías regionales y es el sustento de millones de familias.

Los árboles de cacao requieren condiciones muy precisas para ser cultivadas y dar granos. Según NOAA, el cacao solo puede crecer a 20 grados del ecuador en áreas con humedad y precipitación constantes.

El 70% de la producción mundial viene de África del Oeste, siendo Costa de Marfil y Ghana los mayores productores del planeta.

Adiós al chocolate
Las áreas donde es apto el cultivo del cacao no serán aptas para el 2050 si el calentamiento global sigue al ritmo actual. El mercado global del cacao está en manos de grandes conglomerados que ya están conscientes de este problema y quieren hacer algo para salvaguardar sus inversiones.

Mars, la corporación de US$35 mil millones más conocida por su producto estrella Snickers, prometió invertir US$1 mil millones para el programa “Sostenibilidad en una generación”, que tiene como objetivo reducir la huella de carbono de su negocio y cadena de suministro en más del 60% para el 2050.

De acuerdo a estudios recientes, con el incremento de la demanda de chocolate en Asia, vendrá un crecimiento en la necesidad de producir cacao, lo que podría complicar aún más el futuro de la planta endémica de América que se popularizó en Europa tras el “descubrimiento” del Nuevo Mundo a finales del siglo XV.