La falta de descanso puede afectar una parte del cerebro en desarrollo. Consejos para lograr un ciclo normal de sueño-vigilia para tratar el insomnio en chicos y jóvenes.
Los problemas para conciliar el sueño afectan a niños y adolescentes. (Foto: banusevim - stock.adobe.com)
Los problemas para conciliar el sueño afectan a niños y adolescentes. (Foto: banusevim – stock.adobe.com)

Somnolencia diurna y fatiga. Muchos adolescentes tienen dificultades para relajarse a la hora de acostarse. Esto puede evitar que tengan las 8 horas recomendadas de sueño que necesitan todos los días.

“Los cambios corporales rápidos, especialmente en la adolescencia, pueden interrumpir el sueño. Esto sucede porque la fase de crecimiento en la que se encuentran hace que su ritmo circadiano, el reloj interno del cuerpo, se restablezca, retrasando su ciclo de sueño”, plantea Anna Esparham, de la Academia Americana de Pediatría.

Los adolescentes están lidiando con más estrés últimamente, interrumpiendo su descanso y recuperación por la noche. El uso nocturno de teléfonos inteligentes y redes sociales, y los deportes u otras actividades físicas cerca de la hora de acostarse, también pueden hacer que sea más difícil conciliar el sueño.

La pediatra asegura que otras causas de los problemas para dormir incluyen condiciones de salud como la deficiencia de hierro. Los adolescentes que no tienen suficiente cantidad de este mineral pueden tener síntomas como calambres y movimientos involuntarios en las piernas que pueden despertarlos del sueño. “Si el médico cree que su hijo puede tener este problema, generalmente ordenará un laboratorio que indique niveles de hemoglobina, ferritina y / o hierro para verificar”, indica.

El sueño es vital para todos, especialmente para los niños y adolescentes en crecimiento y desarrollo. Los chicos que duermen lo suficiente tienden a tener sistemas inmunológicos más saludables y una mejor memoria, rendimiento escolar y salud mental.

“No dormir lo suficiente puede conducir a muchos problemas, incluyendo dificultad para concentrarse, baja energía, cambios de humor, dolores de cabeza, problemas de peso y problemas de comportamiento”, enumera Esparham.

La falta de sueño puede incluso afectar una parte del cerebro en desarrollo de un adolescente que ayuda a controlar los impulsos. Esta puede ser la razón por la cual la privación del sueño está relacionada con tasas más altas de comportamiento de riesgo, como enviar mensajes de texto mientras se maneja, pelear, usar sustancias y tener un comportamiento sexual inseguro.

Evitar las pantallas a última hora, un consejo clave para el sueño adolescente
  1. Fomentar el ejercicio diario y el tiempo al aire libre: El ejercicio puede ayudar a dormir mejor. Los chicos de todas las edades necesitan moverse durante todo el día y hacer mucha actividad física. Tratar de evitar las prácticas deportivas y otros tipos de ejercicio a última hora de la noche para que haya tiempo para relajarse. Pasar algún tiempo al aire libre cada día también puede apoyar un ciclo saludable de sueño-vigilia.
  2. Reducir las pantallas antes de acostarse: la luz azul de los teléfonos, computadoras, tabletas, televisores e incluso luces nocturnas, pueden engañar al cerebro para que piense que es de día. Con el tiempo, eso puede alterar los niveles naturales de melatonina, una sustancia química que nos dice que tenemos sueño. Hay que inculcar a los adolescentes a guardar todas las pantallas al menos una hora antes de acostarse y a cargar los dispositivos fuera de su habitación durante la noche. Tener pantallas cerca de ellos es tentador.
  3. Limitar las comidas tardías y la cafeína: Tratar de cenar unas horas antes de acostarse y ofrecer alimentos integrales que sean más fáciles de digerir. Las sensibilidades a los alimentos o las sustancias que causan indigestión pueden interrumpir el sueño debido a la estrecha relación entre el intestino y el cerebro. Es importante recordar que la cafeína puede permanecer en el cuerpo durante más de ocho horas, dependiendo del metabolismo de una persona.

Hay que tomarse el tiempo para relajarse: animar al adolescente a participar en actividades relajantes por la noche, como un baño caliente con sales, leer un libro que no esté en una pantalla, meditar, estirarse, escribir un diario o hacer yoga.