A pocas horas de vivir una de las fechas más celebradas por el Cristianismo, deseo hacer llegar un gran abrazo a cada uno de los ciudadanos victorienses y amigos de diversos lugares.

Junto a mi familia deseamos que Dios nos acompañe en esta celebración, que tal como hace unos días nos decía el Papa Francisco desde la Plaza de San Pedro, ojala que vivamos «una Navidad verdaderamente cristiana, libre de toda mundanidad», y que tengamos la mirada atenta para que percibamos que cuando «Dios manda un ángel, nos demos cuenta y dejemos de estar  inmersos en nuestros propios pensamientos».

¡Feliz Navidad!

 

 

Rubén Darío Garcilazo

Intendente de la ciudad de Victoria