Hijos de Google: cuál es la relación entre los adolescentes y la tecnología
Los padres también nos esforzamos por modernizarnos y por estar a tono con el «espíritu de época». Y para impulsar el diálogo familiar, tiempo atrás le pedíamos a los adolescentes de la casa que por favor apaguen el televisor; y hoy les pedimos que guarden el celular.
Los usos y costumbres que imparte la tecnologización de la vida cotidiana a través de los distintos dispositivos, de las redes sociales e internet entre los adolescentes marcan el signo más brutal de este cambio de época, que los adultos debemos estar alertas y saber interpretar.
En diálogo con Infobae, Sonia Almada, psicoanalista UBA, investigadora de la infancia y directora de Ar-alma analiza: «Hay algo que está cambiando en los vínculos a través de la intermediación de la tecnología e internet; y es que que hoy éstos se constituyen como un participante más de las tramas vinculares; como en la década del 60 fue el televisor, que entró en los hogares para cenar con las familias y mostrar realidades guionadas, modelos de belleza inalcanzables y un deseo enorme de poseer aquello que no se tiene».
«A diferencia de la televisión, internet y las redes sociales entraron para quedarse y con grandes diferencias: acercan todo tipo de realidades -no sólo las maquilladas- una niñera que golpea a un bebé, una pelea callejera, una hermosa canción, un abuso de la policía y también nos enseña cómo hacer un pan dulce o los tips para comprender a Jean Paul Sartre en diez pasos».
Los delicados «under 13»
Los adolescentes por debajo de los 13 años (los «under 13″) representan la franja etaria más delicada para intepretar su relación y hábitos con la tecnología.
A pesar de que las políticas de admisión de las compañías tecnológicas líderes y globales comoFacebook, Twitter e Instagram no permiten que un menor de 13 años abra una cuenta por sí solo, sin que lo suscriba un adulto; ellos lo hacen (o quieren hacerlo) igual.
LOS UNDER 13 SON YOUTUBERS Y SE INFORMAN A TRAVÉS DE LAS REDES SOCIALES DESDE SU CELULAR. CASI NO HABLAN POR TELÉFONO SINO QUE «WASAPEAN».
Precisa la psicoanalista Almada: «Internet acompaña la crianza de los hijos en general y de los adolescentes en particular. Ellos hoy de alguna manera también son «hijos de Google». Lo que antes se preguntaba al padre, la madre o al maestro ahora se busca (y se encuentra) en Wikipedia o Google«.
Conectarse desde el Sur
La última investigación de UNICEF Argentina sobre el entorno digital de los niños, niñas y adolescentes argentinos reveló datos e interpretaciones muy interesantes. El estudio se centró en el acceso, consumo y comportamiento de los adolescentes en internet.
Los resultados del estudio fueron presentados en el Simposio regional sobre ciudadanía digital «Conectados al Sur» organizado por UNICEF Argentina, el Centro Berkman de la Universidad de Harvard y el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, siendo Argentina el primer país sede de esta iniciativa regional.
Entre las conclusiones más relevantes figuran:
1- El 43% de los adolescentes sacaron su primera cuenta en una red social antes de los 13 años. El 42% de los chicos de 12 y 13 mintieron sobre su edad.
2- El 43% se encontró de forma presencial con alguien que conoció por internet. De ese grupo, el 80% le avisó a alguien sobre el encuentro.
3- Siete de cada diez chicos no pide permiso para sacar una cuenta en una red social. Sólo el 13% de los padres acompañaron a los chicos mientras abrían una cuenta en una red social.
4- Cuatro de cada diez chicos publicó su localización en las redes sociales.
5- Tres mujeres por cada varón (20% de las chicas versus el 7% de los varones), una persona que conocieron por internet (no personalmente) le pidió que le envíe fotos con poca ropa.
Florence Bauer, responsable de UNICEF Argentina explica a Infobae: «Es de suma importancia plantear los desafíos y las oportunidades que los niños y adolescentes enfrentan en el entorno digital. Es importante generar una red por la cual los gobiernos, la sociedad civil y el sector académico trabajen en conjunto con los jóvenes sobre la conectividad, dado que el 82% manejan la computadora y el 85% se conecta habitualmente a internet».
Experiencias en la red
El antecedente global de Conectados al Sur en Buenos Aires es el evento DigitallyConnectedrealizado en la Universidad de Harvard donde participaron más de 150 personas, de más de 20 países. «DigitallyConnected» se ocupa hace diez años de estudiar e investigar cómo los jóvenes entre 12 y 18 años utilizan internet no sólo en Estados Unidos, sino también en otros países donde no se cuenta habitualmente con información como Vietnam e Indonesia.
Sandra Cortesi, directora del proyecto de juventud y medios de comunicación del Centro Berkman de la Universidad de Harvard, definió a Infobae el hito que marcó «DigitallyConnected»: «Con el tiempo nos encontramos con investigadores, tomadores de decisión, ONG´s y conformamos una red. Y a partir de allí nos unimos al equipo de Argentina para avanzar con el simposio Conectados al Sur. Este es el primero de los muchos pasos que vamos a dar juntos».
COMO PARTE DE LA DEMOCRATIZACIÓN DE LA TECNOLOGÍA, EL CONCEPTO DE EQUIDAD DIGITAL ES MUY IMPORTANTE.
Y también comprender que de alguna manera la brecha digital es una caja de resonancia de la brecha social.
América Latina se destaca por albergar una gran cantidad de experiencias innovadoras sobre la conexión, el uso y el acceso de poblaciones vulnerables a las nuevas tecnologías. Y hay consenso acerca de que uno de los principales desafíos pendientes es acortar la brecha digital. Allí los Estados tienen un rol fundamental.
Mariana Lef, responsable de Argentina Conectada, uno de los programas que desarrolla el ministerio de Planificación de la Nación detalla a Infobae : «Las tres principales políticas sobre inclusión digital que actualmente impulsa el Estado Nacional son la Television Digital Abierta (TDA) ; Argentina conectada y el Plan Nacional de Igualdad cultural».
Dice Lef: «Todas estas iniciativas fueron pensadas con expertos y tienen una fuerte base en la infraestructura. Uno de los hitos fue la creación en el 2006 de la empresa ARSAT, que este año lanzó el satélite propio, una herramienta de comunicación estratégica».
¿Qué hacen, dicen y sienten los adolescentes en internet?
Los resultados de la encuesta de UNICEF sobre acceso, consumo y uso de redes sociales fue realizada en 2013 por Ipsos Argentina, de manera online a 500 adolescentes, hombres y mujeres de 12 a 20 años, de todos los NSE a nivel nacional.
Y lo primero que deja en claro es que hoy los adolescentes forman parte de la primera generación que ha nacido junto con el apogeo de nuevas tecnologías, el uso simultáneo de los medios de comunicación y la interacción permanente con múltiples pantallas. Infobae revela los datos surgidos de la encuesta:
1) El principal uso de las redes sociales es relacional, social y vincular. Los adolescentes hacen uso de las redes sociales para relacionarse, entretenerse y buscar información para la escuela. En este sentido, la investigación reveló que:
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Casi 4 de cada 10 tiene más de 500 amigos en Facebook. El promedio es de 583 amigos. El 77% de los adolescentes prefieren siempre buscar a personas ya conocidas para agregar como amigos
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61% piensa que es importante que sus amigos escriban en su muro y 53% que pongan me gusta en las fotos o los post que suben.
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En relación con la exposición personal, 7 de cada 10 chicos configuró su perfil para que solo sus amigos puedan ver sus contenidos. Pero al mismo tiempo, 8 de cada 10 autoriza a que sus amigos publiquen contenido en su muro.
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En cuanto a las actividades que realizan el ranking lo lidera el chat con amigos o familiares (82%) seguido por 63% juegos online, 61% buscó información en sitios de enciclopedia, 59% vio una película o serie, 59% buscó información para hacer la tarea, 51% bajó música, software o juegos, 45% buscó información sobre entretenimiento.
2) En cuanto a la seguridad, los adolescentes tienen recaudos para cuidarse en las redes: el 82% habló alguna vez sobre los riesgos y/o cuidados que hay que tener en las redes con sus padres y/o adultos a cargo. Los docentes, sin embargo, no aparecen entre los primeros referentes a la hora de recurrir ante una situación de discriminación o violencia en internet.
Conforme avanzan en edad, los chicos encuentran mecanismos para regular su comportamiento en las redes. Las imágenes, en todas las edades, tienen un valor importante como mecanismo para decidir la veracidad de un perfil o una información. Sin embargo, otros datos alertan sobre los riesgos y vulnerabilidad de los chicos en las redes:
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El 21% contó que alguien entró a su cuenta sin consultarle ni pedirle permiso.
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Ante una situación de discriminación o violencia en internet, el 52% elige denunciar en la propia red y un 40% recurriría a sus padres o adultos.
3) Puestos a describir qué situaciones vivieron en internet manifestaron:
65% Bloquee a una persona (el 59% dijo que lo hizo porque «No quería que esa persona tuviera acceso a lo que yo publicaba»)
33% Publiqué contenido y luego lo borré por las consecuencias
26% Mentí sobre mi edad
25% Me contacté con personas que no conocía
17% Envié un mensaje ofensivo
14% Dí mi número de teléfono o dirección a un desconocido
4) En tanto, las acciones a las que se vieron expuestos fueron:
30% Me mandaron un mensaje ofensivo
23% Alguien posteó una foto mía que me daba vergüenza
21% Entraron a mi cuenta sin consultarme
20% Me pidieron videochat
17% Se burlaron de mis fotos
5) Entre quienes respondieron que Twitter es su red social favorita, el 60% dijo que tuitea opiniones personales (60%), seguido de Estados de ánimo (52%), retuits de otras personas (47%) y chistes (42%).
El auge de las nuevas tecnologías de información y el acceso a las mismas representan sin duda una oportunidad para los jóvenes y al mismo tiempo constituyen un desafío para los adultos. El rol del adulto resulta central no sólo para acompañarlos en sus aprendizajes, sino también para ayudar a que logren capacidades de discernimiento y jerarquización frente a los contenidos en la red y a que no tengan malas experiencias en Internet.
Hoy todo se muestra, se registra y se comparte entre los adolescentes. Parece que no bastara con contarlo a unos pocos y mucho menos guardarlo para ellos mismos. Las selfies o autofotos son el producto más acabado de esta lógica. La psicoanalista Almada agrega se pregunta: ¿Se vive la vida o se la muestra simplemente? ¿O se vive para mostrar? El sujeto agoniza, ya nadie lo mira.
La propuesta es que los adolescentes puedan encontrar la justa medida en el uso de la tecnología en sus propias vidas: que chatear sea una experiencia fantástica, pero que jugar a la pelota, mirarse a los ojos, una charla entre amigos o disfrutar en silencio de un atardecer también lo sea (sin celulares).
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